* BUSCAN DESCARRILAR AL PRI

Si deveras es cierto que más que buenos candidatos y mejores propuestas las elecciones se ganan con dinero, entonces Víctor Flores Morales, dirigente desde hace 15 años del sindicato ferrocarrilero, debería empezar a poner sus barbas a remojar.

Y es que dicen por ahí, que en el gobierno federal habrían puesto los ojos en el líder sindical de origen veracruzano –quien nuevamente tiene fuero como diputado federal, gracias a que el PRI le obsequió en 2009 otra candidatura plurinominal– porque Flores Morales es uno de los principales financiadores de las campañas priistas en las diez entidades que este año cambiarán de gobernador, empezando por su estado natal.

Por eso a nadie sorprendió que mediáticamente se volviera a ventilar el caso del fondo de los jubilados ferrocarrileros cuya mala administración tiene al borde de la quiebra al fideicomiso que maneja el sindicato que encabeza Víctor Flores. Y es que de los casi 19 mil 569 millones de pesos que el gobierno federal entregó hace 13 años para el pago vitalicio de jubilados y pensionados, en la actualidad sólo quedan 3 mil 869 millones 961 mil 329 pesos.

Habrá quienes argumenten que la publicación de este caso nada tiene que ver con el calendario electoral, sino a la advertencia de que el dinero de este fondo sólo alcanzará para el pago de jubilaciones de un año y medio, cuando el fideicomiso, según el contrato, debía agotarse hasta 2032. Y todo por el descontrolado ritmo con que ha estado gastando Flores estos recursos.

Según una auditoría encargada por la Federación de Ferrocarrileros Jubilados y Pensionados y realizada por la empresa Lescale Consultores Actuariales, el sindicato y el despacho de liquidación se han gastado 15 mil 699 millones de pesos. De esa cifra, sólo se han destinado 4 millones de pesos mensuales al pago de pensionados y jubilados, mientras que el restante –unos 220 millones de pesos al mes– se ha utilizado para prestaciones de los fideicomisarios, gastos de administración del fondo, honorarios e impuestos.

En 1997, con la desincorporación de Ferrocarriles Nacionales de México se creó el fideicomiso Ferronalesjub 5012-6, que entró en vigor el 19 de diciembre del mismo año, para garantizar las pensiones de 57 mil jubilados.

Además, el sindicato de ferrocarrileros descuenta uno por ciento de los ingresos de los jubilados por concepto de cuota sindical, que equivale a un millón 548 mil pesos al mes.

En el oficio SGAF/082/2009, del 26 de enero de 2009, la Subdirección General de Administración y Finanzas de Ferrocarriles Nacionales de México en Liquidación informó a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) que el Fideicomiso Ferronalesjub 5012-6, del cual el gobierno federal es responsable solidario, registra un “déficit” de 15 mil 699 millones de pesos. Actualmente la SCT está en pláticas con Hacienda para realizar los trámites a fin de obtener los recursos para capitalizar dicho fideicomiso y garantizar el pago de las pensiones y jubilaciones.

Desde 1995, en que dirige el sindicato, Flores ha enfrentado acusaciones por malversación y enriquecimiento ilícito. El diputado federal es dueño de joyas y propiedades millonarias. En 2009, durante la ratificación de Joaquín Gamboa Pascoe como presidente del Congreso del Trabajo, Flores Morales lució un reloj Vacheron Constantin, valuado en más de 600 mil pesos. Al igual que el líder cetemista, su debilidad son las mujeres y los automóviles de lujo.

Sin embargo, a diferencia del líder del sindicato minero Napoleón Gómez Urrutia, quien se haya exiliado en Vancouver, Canadá, por un pleito iniciado desde el sexenio del primer presidente panista Vicente Fox, el dirigente de los ferrocarrileros ha buscado granjearse la simpatía de los nuevos gobernantes del PAN. Así, pues, no obstante haber sido acusado por ex trabajadores de desviar recursos del sindicato a la campaña presidencial del candidato del PRI Francisco Labastida Ochoa en el año 2000, el dirigente Víctor Flores fue el primero en alzarle la mano a Fox. Y hace tres años hizo lo mismo con Calderón cuando era fuertemente cuestionado su triunfo electoral.

A finales de diciembre de 2006, el secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, se reunió con Flores y otros miembros del Congreso del Trabajo, a los cuales advirtió que al gobierno calderonista “no le temblará la mano” para que la Ley Federal del Trabajo se cumpliera sin regateos ni simulaciones. En esa primera visita al edificio del Congreso del Trabajo, sector obrero del PRI, el funcionario encontró dirigentes sindicales obsequiosos que manifestaron “apoyo y solidaridad” al presidente Calderón, considerado por las huestes de Andrés Manuel López Obrador como “ilegítimo”.
En ese ambiente, Lozano Alarcón no desaprovechó la oportunidad para ganarse el apoyo de quienes controlan la vida laboral en la mayoría de empresas públicas y privadas del país. “Vamos a sacar esto juntos”, les proponía a los líderes sindicales, entre abrazos navideños y apretón de manos. En la tanda de halagos, el joven funcionario –de apenas 44 años cumplidos– le dijo en corto a Gamboa Pascoe: “es usted un chingón”. Y al dirigente de los ferrocarrileros, Víctor Flores, le presumió sus mancuernillas: “mire, mire, a ver mi líder, ¿quién me las regaló?”
A su vez, el dirigente ferrocarrilero le rindió pleitesía: “Jefe, mi jefe de jefes”, frase que en el 2000 Víctor Flores estrenó en público con el entonces presidente Vicente Fox, el primer panista que logró sacar al PRI de Los Pinos.
¿Se atreverán, pues, a “sacrificar” a don Víctor o sólo buscarán “acalambrarlo”?
PÁNICO EN PÁNUCO
En Pánuco se ha desatado por la Internet una de las guerras más sucias en contra de la directora del DIF Estatal, Zita Pazzi, cuyo único pecado es su legítima aspiración por la presidencia municipal.
Pero la funcionaria fidelista, quien va a la cabeza en la mayoría de las encuestas, no sólo recibe lodo de sus adversarios de otros partidos políticos –que en toda contienda electoral es de lo más normal–, sino que lo más lamentable es el “fuego amigo” que ya se ha comprobado que proviene de sus propios correligionarios, sobre todo de aquellos que han sido generosamente beneficiados por el actual régimen del gobernador Fidel Herrera Beltrán.
Del alcalde “priista” Ricardo García Guzmán no sorprende porque ya ha quedado claro que el ex contralor alemanista mantiene una alianza con el precandidato del PAN a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares.
Pero lo que realmente tiene sorprendidos a los operadores políticos de Palacio de Gobierno, quienes hace poco detectaron correos electrónicos difamatorios en contra de Zita Pazzi y sus aliados, es la presunta implicación de personajes muy allegados a Héctor Yunes Landa, aspirante fallido a la candidatura del PRI a gobernador que quién sabe qué interés personal puede tener por ese municipio muy lejano de su distrito de La Antigua, y de Eduardo Elizondo del Ángel, quien seguramente ya olvidó que no obstante que le fueron encubiertas una serie de anomalías en el C-4, donde presuntamente tenía a un docena de “aviadores”, entre ellos a su esposa Eréndira Pizano con un sueldo de 20 mil pesos mensuales, luego fue promovido a la Secretaría del Ayuntamiento de Pánuco y finalmente pasó a cobrar al CDE del PRI, donde una vez más su protector Jorge Carvallo lo desenchufó porque dicen que en su ambición por enriquecerse “El Gordo” habría intentado meter facturas apócrifas hasta por 80 mil y 100 mil pesos cada mes en las menguadas arcas priistas