Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Yunes Linares, ¿se tambalea?
2010-02-17 | 21:54:57
A diferencia de los otros dos aspirantes del PAN a la gubernatura de Veracruz –el ex diputado federal Gerardo Buganza y el senador con licencia Juan Bueno Torio, quienes andan de tiempo completo trabajando por la candidatura de Acción Nacional al gobierno de la entidad–, el ex priista Miguel Ángel Yunes Linares sigue aplazando su renuncia a la Dirección General del ISSSTE.

Algunos de sus colaboradores, nativos de Veracruz, ya habían comenzado a empacar sus maletas desde principios de enero para emprender su retorno de la ciudad de México a este pedacito de patria que, según el músico-poeta Agustín Lara, sabe reír y llorar. Sin embargo, hasta ahora, Yunes Linares ha decidido no desenchufarse aún del presupuesto federal. El domingo pasado, entrevistado durante el paseo del carnaval, dijo que esperará hasta el próximo viernes 19, cuando será emitida la convocatoria del PAN para elegir al candidato a gobernador.

Dicho titubeo del funcionario calderonista ha dado pie a una serie de especulaciones sobre sus posibilidades de ser postulado a dicha candidatura, no obstante que hasta hace un mes todavía se daba como un hecho su virtual postulación por el partido blanquiazul, sobre todo después del famoso “pastelazo” que le dio el presidente Felipe Calderón en el 50 aniversario de la fundación del ISSSTE celebrada en la residencia oficial de Los Pinos.

Sin embargo, ha trascendido que las cosas se le habrían descompuesto a Yunes Linares, un neopanista que habría ido perdiendo el apoyo y la confianza de sus más fuertes aliados en la cúpula del PAN en Veracruz, los cuales temerían perder ante el experimentado y ambicioso ex priista el férreo control del partido blanquiazul que en la entidad mantienen desde hace dos sexenios, pues en la sucesión estatal de 1998 postularon primero a Luis Pazos de la Torre, quien logró una votación histórica de 500 mil votos frente a Miguel Alemán, del PRI, y luego, en 2004, nominaron a Gerardo Buganza, quien perdió ante Fidel Herrera por escasos 26 mil sufragios.

Ese mismo grupo que sigue manteniendo el control del PAN en Veracruz estaría en negociaciones precisamente con Buganza, quien según sondeos muy recientes aplicados por empresas encuestadoras como Consulta Mitofsky y Buendía&Laredo, estaría mucho mejor posicionado que Yunes Linares entre los simpatizantes y militantes veracruzanos del partido blanquiazul.

Además ha trascendido que el ex senador y ex diputado federal cordobés contaría con el apoyo de una poderosa mujer que actualmente está a cargo de la Oficina de la Presidencia de la República: Patricia Flores Elizondo.

Flores Elizondo es sobrina del secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, quien permanece en el gabinete presidencial desde la administración de Vicente Fox. Pero su poder no emana del ex diputado federal y ex candidato del PAN a la gubernatura de Durango, sino directamente del presidente Calderón, desde que éste fue coordinador del grupo legislativo de Acción Nacional en la LVIII Legislatura (2000-2003).

Precisamente en esa Legislatura, Patricia Flores fungió como secretaria general de la Cámara de Diputados, donde trabó una buena relación con el diputado federal por el distrito de Coatepec, Abel Cuevas Melo, a quien Calderón promovió como coordinador de la Junta de Apoyo Administrativo, la cual fue desaparecida en diciembre de 2002 luego de un escándalo que diputados del PRD, PRI y también del PAN armaron para que el entonces líder de la diputación panista rindiera cuentas del manejo presupuestal de la Cámara Baja, que transparentara gastos y sueldos efectuados por Flores, y que además aclarara la presunta existencia de una “polla”, superior a los 600 millones de pesos, para el pago del bono de marcha que supuestamente les harían efectivos hasta ocho meses después, a finales de agosto de 2003, cuando concluyera la LVIII Legislatura Federal.

En esa ocasión, Calderón fue acusado de haberse embolsado en dos años alrededor de tres millones de pesos, aparte del cobro de su dieta como diputado. Las legisladoras priistas Patricia Aguilar García y Lorena Beauregard de los Santos lo retaron a un debate público porque, adujeron, “nos parece verdaderamente lamentable (…) que esté utilizando este tipo de cosas de la supuesta petición del bono de los diputados, para dar más elementos para que la Cámara siga siendo cuestionada”. Beauregard afirmó que el fondo de las acusaciones del ex líder nacional del PAN era “para una rentabilidad de carácter electoral”.

Aguilar García exigió a Calderón que aclarara por qué se gastaron 114 millones de pesos en obras de remodelación del edificio “F” del Palacio Legislativo de San Lázaro, pero entregadas a quien fue “su primer jefe y amigo entrañable”, Héctor Velásquez Corona.

Otro de los reclamos de la mayoría de los diputados fue por el monto cobrado por cada legislador, que era próximo al 50 por ciento del aguinaldo (500 mil pesos) que se otorgó a la secretaria general de la Cámara, Patricia Flores, la tercera parte con la que se liquidó (748 mil pesos) al esposo de ésta, Jesús Cabrera, por dos años de servicios como jefe de Seguridad y Resguardo, y cercano al bono trimestral de Velásquez Corona (212 mil 136 pesos).

Flores Elizondo y Cuevas Melo volvieron a coincidir con Calderón en su campaña presidencial en 2006 y luego en Los Pinos, donde el panista veracruzano –muy ligado al grupo de Alejandro Vázquez Cuevas, ex dirigente estatal del PAN y actual coordinador de la bancada blanquiazul en el Congreso local– fue coordinador administrativo de la Oficina de la Presidencia de la República cuando ésta estuvo a cargo de Juan Camilo Mouriño; pero cuando el campechano se mudó a la Secretaría de Gobernación, el ex diputado federal coatepecano asumió la Oficialía Mayor de Bucareli, en tanto que la duranguense ocupaba su puesto al lado de Gerardo Ruiz Mateos, actual secretario de Economía, en la casa presidencial.

Luego de la trágica muerte de Mouriño, en noviembre de 2007, Cuevas Melo dejó Gobernación y pasó a depender de Patricia Flores, pues le encomendó administrar el llamado “Palacio de los excesos”, una antigua casona que la viuda del ex presidente Manuel Ávila Camacho donó hace más de 20 años al gobierno federal para la recepción de personalidades extranjeras.

Dicen que la influencia de Flores Elizondo en la Presidencia es tal, que ha logrado controlar prácticamente todas las oficinas de Oficialía Mayor en secretarías de Estado, organismos descentralizados, paraestatales y hasta en organismos autónomos que reciben recursos públicos, lo cual le permite a Calderón controlar y disponer de los dineros públicos.

Ya se verá qué tanta es su fuerza, cuando en Veracruz el PAN elija en unos días más a su candidato a gubernatura.

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018