* La crisis azul

Hace dos semanas, el sábado 30 de enero, luego de comer mariscos en la ciudad de Coatepec, Fernando Gómez-Mont se trasladó a la zona hotelera de Boca del Río, donde a las 19:00 horas el secretario de Gobernación se reuniría con prominentes miembros del PAN en la entidad, entre ellos los dos más fuertes aspirantes del partido blanquiazul a la gubernatura: el director general del Issste, Miguel Ángel Yunes Linares, y el ex senador y ex diputado federal Gerardo Buganza Salmerón.
Pero a los diez minutos Gómez-Mont dio por terminada la reunión con sus aún correligionarios –la mayoría dirigentes estatales, diputados locales y legisladores federales afines a Yunes Linares–, pues dicen que el secretario de Estado salió como tapón de sidra del hotel boqueño.
En esa ocasión corrieron varias versiones periodísticas acerca de la intempestiva salida de Gómez-Mont del conciliábulo panista favorable a Yunes. Una, que le había caído mal la comida de Coatepec. Otra, que le había bajado la presión arterial debido a que dos semanas atrás acababa de ser sometido a una intervención quirúrgica. Y la más desmentida por los principales actores de este sainete: que el secretario de Gobernación habría salido por piernas luego de la acalorada discusión entre Buganza y Yunes Linares, pues supuestamente a sugerencia del presidente Felipe Calderón, el ministro del Interior habría intentado mediar con el rejego ex diputado federal cordobés –al cual dizque hasta le habrían ofrecido la embajada de México en El Vaticano– para allanarle el camino hacia la candidatura blanquiazul al director general del Issste, quien obviamente cuenta con todo el apoyo político y moral del jefe del Poder Ejecutivo de la Federación y de la cúpula del PAN que en el nivel nacional preside César Nava, ex secretario particular de Calderón.
Sobre esta última versión, que él personalmente desmintió, Yunes Linares acusó –sin mencionarlo directamente– al gobernador Fidel Herrera de haberla filtrado y difundido en los medios de comunicación.
Sin embargo, el lunes uno de febrero, el dirigente estatal del PRI, Jorge Carvallo Delfín, arremetió contra el secretario de Gobernación, al cual acusó en conferencia de prensa de entrometerse en los asuntos electorales de Veracruz, y le recordó que él había sido designado por el presidente Calderón para privilegiar el diálogo con todas las fuerzas políticas del país y no para pretender imponer al candidato de Acción Nacional a la gubernatura ejerciendo funciones de delegado panista.
En realidad fue humillante que un dirigente local priista exhibiera de tal manera a un secretario de Estado de la Federación que además, ante la opinión pública veracruzana, quedó en evidencia su fuerza política al no poder “planchar” a uno de los aspirantes del PAN a la gubernatura que se resiste a declinar por el candidato favorito del presidente Calderón. Y aunque ésta no fue obviamente la causa principal de que Gómez-Mont renunciara públicamente a su militancia en el PAN, pero sí fue una más de las tantas gotas que terminaron por derramar el vaso de su paciencia y tolerancia, pues como secretario de Gobernación ha tenido que soportar otros desplantes y desacuerdos con la dirigencia de su ex partido, concretamente por la negociación de las alianzas electorales con el PRD en estados como Oaxaca y Durango, las cuales le habrían complicado su diálogo con la nomenclatura priista para sacar avante la reforma política recién propuesta por Calderón, pues ya antes había pactado este compromiso con el priismo para aprobar la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación.
Pero lo cierto es que en Veracruz ni Gómez-Mont pudo destrabar el nudo gordiano que se ha formado al interior del PAN para sacar tersamente al candidato calderonista a la gubernatura.
El proceso interno se ha complicado en el partido blanquiazul porque aún no hay acuerdos en el método para elegir a su abanderado, lo que abre la posibilidad de una fractura interna que alejaría sus posibilidades de triunfo el 4 de julio próximo.
Según algunas versiones periodísticas, Yunes Linares estaría presionando a la cúpula panista para que sea a través de una encuesta como se elija al abanderado, pues de esa manera se abriría el abanico a los que no son panistas, con lo que sus posibilidades de convertirse en candidato supuestamente aumentarían. Ayer, por lo mientras, en el puerto de Veracruz, a convocatoria de los partidarios del director general del Issste se organizó una conferencia de prensa para que un representante de una empresa encuestadora con sede en la ciudad de Guadalajara, denominada “Muévete, Mercadotecnia Activa”, diera a conocer los resultados de un “censo” entre los 58 mil 357 panistas activos y adherentes de la entidad, de los cuales presuntamente el 39.8 por ciento dijo que votaría por Miguel Ángel Yunes, mientras que el 31.3 respondió que lo haría por Buganza Salmerón y sólo un 8.1 por ciento se pronunció a favor del senador Bueno Torio, quien inexplicablemente no asistió al conciliábulo con Gómez-Mont a finales de enero.
Como estas encuestas favorables a Yunes no tienen ninguna credibilidad, Buganza y Bueno Torio siguen exigiendo un proceso interno cerrado a los panistas, para que sea la militancia blanquiazul la que elija al candidato a la gubernatura.Esta situación tiene preocupada a la cúpula del PAN, pues una escisión partidista sería letal para sus posibilidades de triunfo frente al poder de la maquinaria priista operada por el gobernador Herrera, quien al interior del PRI aún tiene el escollo de otro Yunes: el diputado local con licencia Héctor Yunes Landa, primo del panista Yunes Linares, el cual todavía se niega a declinar por el diputado federal Javier Duarte de Ochoa, el candidato de la “Fidelidad”.Según el senador Bueno Torio, el Consejo Político Estatal del PAN elegirá el próximo 15 de febrero al candidato a la gubernatura. Y que la designación se hará mediante el voto secreto de los 51 consejeros y no a través de una asamblea de delegados. Bueno Torio, quien solicitó licencia el pasado miércoles 10 precisamente para poder contender en el proceso interno de su partido, ha dicho que ese fue el acuerdo al que llegaron Yunes, Buganza y él con la dirigencia nacional del PAN hace aproximadamente un mes.
Dicho acuerdo establece que el próximo lunes 15, los tres precandidatos expondrán su proyecto de gobierno ante los 51 integrantes del Consejo Político Estatal del PAN, quienes por medio del “voto secreto” elegirán ese día al candidato al gobierno del estado.No obstante, otras fuentes del PAN revelaron que Yunes Linares estaría buscando que el candidato panista a la gubernatura se elija por encuesta; misma exigencia que su primo Yunes Landa está haciendo pero al interior del PRI. ¿Mera coincidencia?