Parafraseando al “gober precioso” de Puebla, al priista Mario Marín Torres –a quien en el 2006 sus adversarios políticos exhibieron con grabaciones telefónicas filtradas a noticieros de radio y televisión, en las que se escuchaba al mandatario poblano charlar con su amigo el industrial textil Kamel Nacif, mofándose de la periodista Lydia Cacho, en cuyo primer libro “Los demonios del Edén” acababa de denunciar a éste y a otros empresarios y personajes políticos vinculados por el pederasta Jean Succar Kuri, alias “El Johnny”–, el diputado local con licencia Héctor Yunes Landa dijo que “la experiencia es muy importante para gobernar”, y en clara alusión al diputado federal por Córdoba, Javier Duarte de Ochoa, considerado el virtual candidato del PRI a la gubernatura, el experimentado legislador por el distrito de La Antigua trató de descalificar al joven ex secretario de Finanzas y Planeación al expresar que “no hay un horno de microondas político donde se pueda meter a un aspirante para formarlo, llenarlo de experiencia y hacerlo buen gobernador” ya que “la experiencia se gana con los años, con reveses y con triunfos, en la pelea callejera como servidor público, como lo ha hecho Fidel Herrera y como lo ha hecho un servidor”.
Es cierto que Duarte de Ochoa, como en cambio lo presumió este viernes 22 Yunes Landa en Poza Rica, no tiene la misma experiencia política acumulada por el ex subsecretario de Gobierno –quien recordó que tiene 33 años de militar en el PRI, desde 1977–; pero también es innegable que pese a su corta edad el legislador cordobés ha recibido oportunidades administrativas y electorales que ha sabido aprovechar muy bien y que obviamente le han redituado en su proyección política personal. Así lo demostró desde la campaña a la gubernatura de Herrera Beltrán, en 2004, cuando comenzó a erigirse en uno de los colaboradores más confiables y eficaces del mandatario estatal; luego se convirtió en un gran operador político y financiero desde la Sefiplan, sacando recursos “de debajo de las piedras” con la bursatilización y coadyuvando al aplastante triunfo del PRI en el proceso electoral local de 2007; mientras que en 2009 pasó su primera prueba de fuego en las urnas al vencer claramente en la elección de diputado federal al popular ex futbolista Carlos Hermosillo, ex director de la Conade, quien venía con todo el apoyo del presidente Felipe Calderón.
Hasta ahora, Duarte de Ochoa no ha perdido al lado de Herrera Beltrán: ni en 1997, cuando Fidel fue mandado al matadero como candidato del PRI a diputado federal por el distrito de Boca del Río –uno de los principales bastiones del PAN en Veracruz, coincidentemente cuando Miguel Ángel Yunes Linares, su acérrimo enemigo, operaba aún desde la Secretaría de Gobierno en la administración del gobernador Patricio Chirinos–, ni después en el 2000 en que Herrera contendió por la senaduría, en una elección muy dificil, ya que por primera vez el Revolucionario Institucional perdió la Presidencia de la República.
Por eso extraña que Yunes Landa diga que “la experiencia se gana con los años, con reveses y con triunfos”. Y es que Duarte y Fidel no han perdido hasta el momento ninguna elección, experiencia que en cambio sí han vivido en carne propia los primos Yunes, de Soledad de Doblado. Héctor, el priista, fue derrotado como candidato a diputado local en 2004; Miguel Ángel, el neopanista, quien ahora aspira a ser el candidato del PAN a la guberntura, fracasó en los comicios federales de 1988, postulado en esa ocasión por el partido tricolor en el distrito electoral 38 de la ciudad de México.
En cuanto a la experiencia “en la pelea callejera”, como dice Yunes Landa que “lo han hecho Fidel Herrera y (…) un servidor”, Javier Duarte la ha dado y ha salido bien librado hasta ahora, primero como secretario de Finanzas y Planeación cuando tuvo que defender ante la oposición en el Congreso local el proyecto de bursatilización del gobernador Herrera, luego como candidato –al ser impugnado varias veces por la oposición ante los órganos electorales– y ahora desde su curul en el Congreso de la Unión.
Ello ha hecho crecer políticamente al ex titular de la Sefiplan, a quien Yunes Landa dice superar en las encuestas desde hace trece meses. Inclusive, sin mencionar nombres, el pasado domingo 24, en una comida organizada en un rancho de la congregación de Santa Fe, en el municipio de Veracruz, el diputado local con licencia dijo ante más de 6 mil comensales que “alguien encargó hacer encuestas al respecto a dos instituciones educativas del estado y que el resultado lo tienen en el Palacio de Gobierno y no se dan a conocer porque me favorecen y resultaron adversas a otros intereses”.
Esta vez sólo aludió al sondeo realizado por el Movimiento Civilista Veracruzano, del ex diputado local panista Arturo Mattiello, uno de sus partidarios.
Sin embargo, ayer, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, Delegación Xalapa, dio a conocer los resultados de una encuesta aplicada a mediados de este mes por la prestigiada firma nacional Buendía &Laredo, en la que el diputado Duarte encabeza las preferencias con 33 por ciento de las menciones, esto es, 25 puntos arriba de Yunes Landa, quien aparece en segundo lugar con 8%; más abajo figuran, con el 5% de las preferencias, el alcalde xalapeño David Velasco Chedraui y el diputado federal por el distrito de Coatepec, José Francisco Yunes Zorrilla.
Pero la ventaja de Duarte frente a Yunes Landa es casi abismal cuando la encuestadora representada por Jorge Buendía precisó las preferencias. Por ejemplo, al preguntar que a quién preferíría como candidato del PRI a la gubernatura, el ex titular de la Sefiplan obtuvo el 53% de las menciones de los priistas consultados, mientras que el ex subsecretario de Gobierno sólo fue mencionado por el 10% de sus correligionarios; de los ciudadanos declarados “independientes”, el 21 por ciento dijo que le gustaría Duarte como abanderado del partido tricolor y sólo un 7% mencionó a Héctor Yunes.
¿Se atreverá el diputado local por La Antigua cuestionar a esta afamada encuestadora y su metodología?

ARCOS A SEDESMA

El diputado local por Perote, Joel Arcos Roldán, ha solicitado licencia para separarse de este cargo de representación popular.
Pero no, no lo ha hecho para buscar la candidatura del PRI a la alcaldía peroteña, como sus paisanos esperaban, sino para asumir la Subsecretaría de Desarrollo Regional en sustitución de Alberto Silva, quien va que chuta por la presidencia municipal de Tuxpan.
Arcos, como se ve, ha dado una prueba más de su lealtad a su jefe político, optando por sacrificar sus aspiraciones personales para apoyar el proyecto político estatal y nacional trazado por el líder de la Fidelidad.
En la Cámara de Diputados será sustituido por su suplente Pedro Ángel Andrade López, pues este jueves, a las 13:00 horas, está programado que el secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar, le tome la protesta de ley como subsecretario de la Sedesma.
Desde esta Subsecretaría, Arcos buscará confirmar que sigue siendo uno de los mejores operadores políticos del gobernador Fidel Herrera
Por cierto, tal vez muy pocos lo saben, pero Joel se convertirá este día en el primer peroteño en ocupar un cargo relevante en el gabinete estatal. Eso no ocurría desde hace muchas décadas.
Ayer, también, el gobernador Herrera le tomó protesta al nuevo secretario del Trabajo, Ulises Ruiz Lopart, quien sustituye a Américo Zúñiga Martínez, el cual busca ser nominado a la alcaldía de Xalapa.
Ruiz Lopart, quien presidía la Junta de Conciliación y Arbitraje, había quedado oficialmente como “encargado” de esta Secretaría desde el domingo pasado en que presentó su renuncia formal Zúñiga, y se resistía supuestamente a ocupar la titularidad; pero habría sido convencido de asumir el puesto dadas las negociaciones que actualmente lleva esta dependencia gubernamental para desactivar el emplazamiento a huelga del SETSUV, cuyo término vence la próxima semana y podría paralizar a la máxima casa de estudios.