* EL PERRO DE CALDERÓN

Hace tres semanas, el sábado 23 de enero, un grupo de simpatizantes le organizó un concurrido desayuno a Miguel Ángel Yunes Linares en un hotel ubicado cerca de la Central de Autobuses de Xalapa (Caxa). Ahí, el ahora aspirante del PAN a la gubernatura fue increpado públicamente por un periodista que en el sexenio del gobernador Patricio Chirinos (1992-1998) fue intimidado por el actual director general del ISSSTE, quien como secretario de Gobierno se caracterizó en ese régimen por hostigar hasta ministerialmente a los comunicadores que lo cuestionaban a él o al mandatario estatal.

Palabras más, palabras menos, dicen que Yunes Linares se justificó en esta ocasión aduciendo que en aquél sexenio cumplía con su deber de hacer respetar la figura institucional del gobernador, pero que ahora aceptaba la crítica porque ya había “madurado”.

Sin embargo todo parece indicar que este Yunes sigue siendo el mismo. De diciembre de 1992 a julio de 1997 –lapso en que ocupó la Secretaría General de Gobierno– Miguel Ángel defendió perrunamente a Chirinos porque estaba creído que éste sería su principal aliado para hacerlo candidato del PRI a gobernador en 1998; por eso, inmediatamente después del proceso electoral federal, renunció al gabinete chirinista para operar directamente las elecciones municipales como presidente del CDE del partido tricolor. Pero, para su mala fortuna, todos sus enemigos políticos se unieron para hacerlo perder en 107 de los 210 municipios que existían entonces.

Ahora, consciente de que 2010 representa prácticamente su último tren para gobernar Veracruz, Yunes se ha erigido en el perro del presidente Felipe Calderón Hinojosa, a quien aparenta defender fieramente del gobernador Fidel Herrera Beltrán, su enemigo personal desde hace más de 20 años.

Por eso, luego de que este viernes 5 Herrera y su secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar –uno en entrevista y el otro como orador oficial en la ceremonia sobre la conmemoración de las promulgaciones de las Constituciones Políticas de México de 1857 y 1917–, lanzaran fuertes críticas en contra del errático combate del gobierno de Calderón al narcotráfico, así como al presidencialismo absolutista que en vez de fortalecer a entidades federativas y municipios está rayando en la tiranía, el director general del ISSSTE vino al día siguiente, el sábado 6, a denunciar mediáticamente al mandatario veracruzano de haberle abierto las puertas a la delincuencia organizada en el estado, “vamos, que recibió con alfombra roja a los Zetas”.

Sin embargo Yunes Linares quedó entrampado, pues a solicitud de un representante de los medios de comunicación no pudo sostener su dicho con pruebas fehacientes, como él solía exigirlo –y lo sigue haciendo, con justificada razón– cada vez que era señalado públicamente de la presunta comisión de algún acto irregular.

De ahí que el abogado Jorge Reyes Peralta, quien junto con su hijo, el regidor priista del ayuntamiento boqueño Jorge Reyes Leo, sostiene una feroz lucha política contra la familia Yunes-Márquez, del PAN, emplazó anteayer al funcionario federal a que denuncie formalmente al gobernador Herrera ante la Procuraduría General de la República (PGR).

Reyes Peralta dijo que como abogado que es Yunes Linares “sabe estrictamente lo que declaró y sus alcances legales, por lo tanto tiene la obligación de acudir inmediatamente a denunciar lo que le consta, ya que la ley dispone que ‘quien tenga conocimiento de la comisión de un delito perseguible de oficio está obligado a denunciarlo ante el Ministerio Público’. De no proceder a denunciar, se convierte en cómplice, por lo que si no denuncia el panista Yunes en las próximas horas, acudiré –en ejercicio de mi derecho ciudadano– a denunciar a Yunes Linares ante la PGR para que comparezca y declare lo que le consta de los hechos que hizo públicos en conferencia de prensa el día de hoy.”

Esto es sólo el preámbulo de la guerra sin cuartel que se avecina en Veracruz por la disputa del poder. ¿Podrán el gobernador Herrera y sus aliados vencer una vez más a la tríada Yunes-PAN-Calderón?

Ya se verá. Por lo mientras al director general del ISSSTE se le está complicando el procesamiento de su candidatura, que se esperaba fuera por designación, pues en Acción Nacional el ex diputado federal Gerardo Buganza parece haberlo rebasado, mientras que el senador Juan Bueno Torio sigue repuntando.

De ahí que Yunes Linares haya venido también a responderle al gobernador Herrera, quien el pasado jueves, en una entrevista radiofónica, declaró que su sucesor será un cordobés. Y es que, oriundos de Córdoba, sólo son los panistas Buganza y Bueno Torio, pues el senador Dante Delgado, de Convergencia, nació en el puerto de Alvarado y el diputado federal priista Javier Duarte de Ochoa en el puerto de Veracruz, aunque ambos crecieron efectivamente en la llamada ciudad de los Treinta Caballeros.

LA TEMBLADERA
El pasado 27 de enero, el Cabildo porteño que preside el alcalde Jon Rementería Sempé validó el decreto del Gobierno de Estado que contiene el proyecto del Programa Parcial Estratégico de Gran Visión del Sur Poniente de la Ciudad de Veracruz, cuya aprobación ha suscitado gran revuelo en algunos medios de comunicación.
Se han hecho afirmaciones alarmistas, mal intencionadas, que no corresponden a la verdad, sobre todo en torno al humedal de Tembladeras En primer lugar –aclara el alcalde–, el programa no pone a la venta ningún terreno, no se ha vendido, ni se venderá ni un centímetro cuadrado, porque los terrenos no son patrimonio del Ayuntamiento sino propiedad privada. En segundo lugar, dice, el objeto del programa es acabar con el desarrollo desordenado que en el pasado ha tenido la zona conurbada del puerto de Veracruz y establecer las normas de crecimiento del área, pensando en las generaciones futuras, que tienen derecho a vivir en un medio ambiente saludable.
La autoridad municipal tiene claro que esta zona de la ciudad de Veracruz no puede seguir creciendo como se le ocurra a los grandes fraccionadores o a los invasores de terrenos. Aunque sean dueños de esos terrenos, el gobierno tiene la responsabilidad de decirles dónde pueden construir y dónde no, así como la normatividad que deben cumplir, la cual antes no existía.
En tercer lugar, el programa es resultado de un estudio de Gran Visión solicitado por las autoridades correspondientes y busca no solamente preservar los humedales y la riqueza ecológica, el valor ambiental que estos tienen, sino también ordenar, regular el desfogue de las aguas de lluvia que en el pasado reciente han causado graves inundaciones.
El argumento de que este programa de desarrollo va a traer más inundaciones, particularmente a los fraccionamientos Floresta y otras colonias, es falaz y peligroso porque actualmente, sin ningún ordenamiento, dicho peligro existe. Las medidas inmediatas del Plan de Gran Visión ya han sido tomadas con responsabilidad por el Ayuntamiento. Se han arreglado o mejorado las compuertas de la Laguna Real, con lo que se disminuye el peligro de futuras inundaciones en sus alrededores. Se ha establecido un dren paralelo al dren B, de tal manera que todas las aguas del área del Humedal de Tembladeras y sus alrededores ya no desfogarán en éste, con lo que se eliminará el tapón hidráulico que hacía que esta convergencia en el dren B disminuyera de alguna manera el desfogue del Fraccionamiento Floresta y colonias aledañas.
Tanto el presidente municipal como el gobernador Fidel Herrera se han comprometido públicamente a que ningún humedal será rellenado. La experiencia ha demostrado que así tiene que ser. Un mal recuerdo es el caso de las 400 casas de la laguna de Malibrán. De lo que se trata es de tener un desarrollo ordenado y ecológico, seguro para los ciudadanos, que especifique claramente dónde sí se puede construir sin rellenar humedales, los cuales se deben rescatar con proyectos que consideren prácticas sustentables de cosecha de agua de lluvia, jardines pluviales, suelos permeables a la infiltración pluvial, vasos reguladores, rescate de humedales y lagunas y reordenamiento de los flujos pluviales. En esto, no en otra cosa, radica la importancia de este programa.