* RANULFO, OPERADOR EMERGENTE

Si de Palacio de Gobierno quieren ayudar a Javier Duarte de Ochoa, quien se perfila como el candidato del PRI a la gubernatura, entonces tendrán que hacer algunos reacomodos en el gabinete para reforzar al partido tricolor.
Por ejemplo, la salida de Jorge Carvallo Delfín de la presidencia del CDE del PRI ya está más que cantada, pues el dirigente del partido tricolor ha sido expuesto a un fuerte desgaste por parte de quienes consideran como una “imposición” la virtual candidatura de Duarte, y por ende en el Revolucionario Institucional se requerirá de un nuevo interlocutor que maniobre la “operación cicatriz” una vez que la nominación del diputado federal cordobés con licencia quede formalmente resuelta.
Ese, al parecer, sería el momento más conveniente y oportuno. Por eso, Ranulfo Márquez Hernández, quien por su larga experiencia política-electoral y probada fidelidad a su jefe es el candidato natural a sustituir a Carvallo en la dirigencia priista, ha tenido que prolongar unos días más su estancia en la Secretaría de Desarrollo Social y Medio Ambiente (Sedesma).
Muchos suponían que Márquez, quien también aspiraba a ser postulado por el PRI al gobierno de la entidad, seguiría los mismos pasos que el rebelde diputado local con licencia Héctor Yunes Landa, el cual sigue resistiéndose a la candidatura de Duarte, pero el aún titular de la Sedesma ha declinado a sus aspiraciones y ha decidido apoyar al joven ex secretario de Finanzas y Planeación porque, dijo, representa la consolidación del fidelismo.
Por eso este miércoles 24, día del registro de la precandidatura de Duarte, a Ranulfo se le vio muy cerca del ex titular de la Sefiplan, aunque declaró que por el momento todavía continuaría en la Secretaría de Desarrollo Social y Medio Ambiente.Entrevistado durante la presentación del proyecto político de Duarte de Ochoa, Márquez Hernández se declaró en sincronía con un “proyecto político de unidad” priista que trabaja en la transformación del estado, pues refirió que “somos una corriente política” que cambió la función pública y la forma de hacer política en Veracruz y que “en ese sentido todos aquellos que creemos en ese proyecto tenemos que sacrificar algo”. Sin embargo, Yunes Landa sigue representando un serio problema para el gobernador Herrera, Duarte y Ranulfo, ya que el pasado miércoles el ex subsecretario de Gobierno presentó alrededor de 105 mil firmas de militantes priistas para solicitar su registro oficial como precandidato.
Y aunque Duarte mostró una fuerza priista apabullante, pues se presentó ante la Comisión de Procesos Internos con el respaldo de los 212 Comités Directivos Municipales, así como de todos los sectores y organizaciones estatales del PRI, además de 633 de los 640 consejeros priistas, y las firmas de 364 mil 313 afiliados inscritos en el padrón partidista –o sea, casi el cuádruple de los que apoyan a Héctor Yunes–, lo cierto es que la dirigencia y el virtual candidato del Revolucionario Institucional no se pueden dar el lujo de subestimar al grupo de simpatizantes del diputado local por La Antigua, sobre todo tratándose de un proceso electoral que desde ahora se advierte que será muy disputado y con un posible resultado apretadísimo.
Y es que no hay que olvidar que en 2004 la elección de gobernador se resolvió por un cerrado margen de casi 26 mil votos, entre el candidato del PAN Gerardo Buganza y Fidel Herrera Beltrán, del PRI.

GUÍZAR, FIRME

Ayer fue la ceremonia de coronación de la reina de las fiestas carnestolendas del puerto de Coatzacoalcos.
El gobernador Fidel Herrera no pudo o tal vez no quiso asistir. En su representación personal fue enviado el titular de la Sedesma, Ranulfo Márquez Hernández, quien en breve pasaría a presidir el CDE del PRI.
Dicen quienes acompañaron este jueves al gobernador Herrera en un convivio en la destiladora de agave ubicada en Palo Gacho, municipio de Emiliano Zapata –en el cual estuvieron importantes actores políticos, entre ellos algunos personajes del sur de la entidad–, que al momento de tocar el tema de la sucesión municipal de Coatzacoalcos, el mandatario veracruzano habría reiterado su convicción de respetar el acuerdo original de postular al diputado local Gonzalo Guízar a la alcaldía, y cederle al grupo del munícipe Marcelo Montiel la candidatura a la diputación.
En cuanto al sindicato petrolero, que hace presión para que se postule al dirigente Ramón Hernández Toledo a esa alcaldía porteña, seguramente se le respetarán o se le darán otras posiciones ahí o en otras regiones del estado.

YUNES, ESPINADO

Demoledora la carta abierta que este jueves 25 publicó en algunos diarios nacionales y locales el ex dirigente nacional del PAN, Manuel Espino Barrientos.
Y es que, en su comunicado dirigido a los “Estimados ciudadanos y Amigos panistas de Veracruz”, Espino cuestiona severamente la intromisión del presidente Felipe Calderón en el proceso interno para designar al candidato del PAN a la gubernatura veracruzana, no obstante que en las elecciones federales de 2006 fue el actual mandatario quien vetó al ex director del Issste como candidato del partido blanquiazul al Senado de la República, pese a un supuesto acuerdo que el ex abanderado presidencial habría pactado con “la maestra” Elba Esther Gordillo, lideresa del SNTE, a cambio de su apoyo electoral.
Barrientos recuerda que Yunes Linares fue vetado por Calderón en esa ocasión “bajo el argumento de que cuando Yunes fue secretario de Gobierno con Patricio Chirinos se distinguió por su desempeño corrupto, así como por golpear, perseguir y difamar panistas”, y recordó que Calderón llegó al grado de exigirle “evitar que el ex priista fuera candidato por Acción Nacional” y que inclusive le advirtió que “si Miguel Ángel llegaba a ser candidato, lo rechazaría públicamente y no aceptaría su compañía en actos de campaña en Veracruz”.
Sin embargo, dice Espino que su primera sorpresa fue cuando al momento de integrar su equipo de gobierno, Calderón incorporó a Yunes como director general del Issste.
El ex dirigente refiere que en la última sesión del Comité Ejecutivo Nacional del PAN “quise recordar este episodio y proponer que se acordara, antes de designar precandidato único (al gobierno de Veracruz), preguntar al presidente Calderón las razones por las que cambió su posición frente a Yunes al grado de hacerlo destacado funcionario en su gobierno. Que se le preguntara si la ‘línea’ y presión ejercida a algunos miembros del CEN para que se votara a favor de Yunes obedecía a otro compromiso con ‘la maestra’ hecho a espaldas de los veracruzanos y a los militantes del PAN”.
Y recrimina que “cuando solicité el uso de la palabra y expresé mi preocupación porque fuera designado Yunes sin antes hacer algunas aclaraciones, en forma inusual y ‘por mayoría de votos’ me fue negado el derecho a hablar ante el pleno del Comité Nacional. Asumí, como pude corroborar con algunos miembros del CEN, que la línea era designar a Miguel Ángel”.
Vaya incongruencia.