Tanto en el PRI como en el PAN, el saldo de Miguel Ángel Yunes Linares como candidato y operador electoral es claramente desfavorable.
Por ejemplo, cuando aún militaba en el partido tricolor, Yunes Linares perdió en 1988 la diputación federal por el 38 distrito electoral de la ciudad de México y luego, en la sucesión municipal de 1997, fue el primer dirigente estatal del PRI que perdió más de la mitad de los 210 Ayuntamientos que en ese entonces existían en la entidad. En 1992, también como presidente del CDE priista, se adjudicó la elección de gobernador pero era todavía la época en que el presidencialismo hegemónico del Revolucionario Institucional podía seguir imponiendo como mandatarios estatales a candidatos sin arraigo en sus entidades natales. Tal fue el caso de Patricio Chirinos, a quien el presidente Carlos Salinas de Gortari y el súper poderoso jefe de la Oficina de la Presidencia, Joseph Marie Córdoba Montoya, mandaron a gobernar Veracruz para tener bajo su absoluto control este importante bastión del sureste mexicano ante la cercanía de la sucesión presidencial de 1994.
En 1991, aún priista, Yunes Linares ganó la diputación federal por el distrito de Huatusco, luego de una negociación de su candidatura del presidente Salinas con el gobernador Dante Delgado, quien tuvo que sacrificar a la lideresa femenil Nohemí Guzmán Lagunas, quien terminó como suplente del ex funcionario de la SEDUE, el cual la corrió de su campaña y la mandó con el candidato a senador Miguel Alemán Velasco. Esa vez, según se recordará, fue la última que el PRI arrasó en los 300 distritos electorales del país.
En fue la única ocasión que Yunes ganó una votación directa como candidato de mayoría relativa, pues en 2003 volvió a la Cámara baja del Congreso de la Unión pero por la vía plurinominal, gracias al madrinazgo de la lideresa nacional de SNTE, Elba Esther Gordillo, a la sazón secretaria general del CEN del PRI y fugaz coordinadora del grupo legislativo del partido tricolor.
Luego del choque de la maestra Gordillo con el dirigente priísta Roberto Madrazo, el cual la destituyó como jefa de la diputación tricolor, y tras su fracasado intento de ser en 2004 el abanderado del PRI a la gubernatura de Veracruz, Yunes Linares renunció a su militancia de 30 años en el Revolucionario Institucional y decidió acercarse al Partido Acción Nacional (PAN), que cuatro años atrás había ganado la Presidencia de la República.
Desde entonces ha buscado convencer a varios de sus ex correligionarios priístas de que se afilien o apoyen al partido blanquiazul. El sexenio pasado, recién expulsado el PRI de Los Pinos, les manejaba el argumento de que el tricolor era un partido que tendía a desaparecer. Ahora quién sabe qué versión les pueda dar ante la evidente debacle electoral del PAN, de la cual ha sido copartícipe. Y es que desde la sucesión estatal de 2004 Yunes Linares ha sido uno de los principales operadores electorales del blanquiazul en la entidad, pero hasta ahora no ha podido vencer a su acérrimo enemigo: el gobernador Fidel Herrera Beltrán.
Hace seis años maniobró a favor del candidato del PAN a la gubernatura, Gerardo Buganza, quien estuvo a escasos 26 mil votos de ganarle la elección al priista. Pero en los dos últimos procesos electorales, el local de 2007 y el federal de 2009, el PRI de Herrera aplastó al PAN y a Yunes, quien desde la Dirección general del ISSSTE impuso candidatos y operó electoralmente para Acción Nacional con miras a su proyecto por la gubernatura de 2010. Pero la Fidelidad arrasó primero en 150 de los 212 municipios del estado y en 28 de los 30 distritos electorales locales, y luego, el año pasado, triunfó en 17 de los 21 distritos electorales federales.
Por la forma desaseada en que operó al interior del PAN para amarrar su candidatura al gobierno de la entidad, Yunes generó una escisión interna que él y sus incondicionales han intentado minimizar. Pero tras la renuncia de Buganza al partido blanquiazul se ha ido dando escalonadamente una desbandada que menguará todavía más su polémica postulación.
En contraste, este viernes 12 en Coatepec el precandidato priista Javier Duarte de Ochoa sumó a su causa a uno de los más fuertes ex aspirantes del partido tricolor a la gubernatura: al diputado federal José Francisco Yunes Zorrilla, a quien públicamente presentó como coordinador general de su campaña.
Yunes Zorrilla, cuya familia mantiene una gran influencia política y económica en la zona centro del estado –en el triángulo que conforman las regiones de Xalapa, Coatepec y Perote–, no tiene vínculos sanguíneos con el precandidato del PAN pero su relación con él es muy cercana al parentesco.
Al día siguiente de este anuncio de Duarte, el sábado 13, Yunes Linares presentó a su equipo de campaña, la cual arrancará este lunes 15 en el puerto de Coatzacoalcos, donde por cierto existe un gran malestar ciudadano contra el gobierno federal por la cancelación del proyecto del puente Capoacán por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
En el equipo de Yunes no hubo ninguna novedad. Para empezar no figura ninguno de los ex aspirantes panistas a la gubernatura. Buganza ya está fuera del PAN, y tampoco fueron incluidos el senador Juan Bueno Torio o el ex alcalde porteño Julen Rementería, quien ha preferido seguir cobrando como funcionario de la SCT.
El coordinador general de su campaña será Víctor Alejandro Vázquez Cuevas, uno de sus principales aliados al interior del PAN en Veracruz, pero el popular “Pipo” ya lleva varias derrotas electorales al hilo como dirigente formal y real de Acción Nacional en la entidad. Actualmente es el coordinador de los diputados locales del partido blanquiazul, pero hasta ahora no ha ganado una sola elección como candidato de mayoría relativa. Anteriormente fue diputado federal pero por el principio de representación proporcional.
Como jefe de Ideología y Estrategia fue presentado otro plurinominal: el senador César Leal Angulo, un viejo conocido de Yunes, pues coincidentemente el PAN en Veracruz, bajo su dirigencia estatal, comenzó a crecer y consolidarse en municipios como los del puerto de Veracruz, Boca del Río, Córdoba y Orizaba durante el sexenio del gobernador salinista Chirinos, cuando el ahora precandidato blanquiazul a la gubernatura despachaba en la Secretaría General de Gobierno.
A cargo de Relaciones Públicas, Yunes nombró a Cinthya Lobato Calderón, hija de José Luis Lobato Campos, senador con licencia de Convergencia y uno de los operadores políticos más cercanos a Dante Delgado, virtual candidato también a la gubernatura.
Sorprende la inclusión de Cinthya en el equipo de campaña yunista, pues hace alrededor de 13 años su papá fue amenazado y corrido de la entidad por Yunes Linares, ¡su compadre!, pues al inicio de la administración chirinista ocurrieron una serie de manifestaciones de protesta frente a Palacio de Gobierno que el entonces hombre fuerte del chirinato le atribuía al grupo del ex gobernador Delgado Rannauro.
La hija de Lobato Campos ganó en 2004 la diputación local por Xalapa como candidata de Convergencia, partido al que renunció en 2007 porque no la postuló a la presidencia municipal. En esa alianza con el PRD, el partido naranja cedió la nominación al diputado lopezobradorista Atanasio García Durán. Desde entonces Cinthya se fue al PAN, pero hasta ahora no ha vuelto a ganar otra votación en la capital veracruzana, ni para la alcaldía hace tres años ni para la diputación federal en 2009.
Este es parte del equipo que buscará hacer ganar en las elecciones de julio próximo a Yunes Linares, quien al presentar a sus miembros reiteró que “me he preparado toda mi vida para ser gobernador de Veracruz” y prometió hacer una campaña que evite la confrontación de los veracruzanos.
Pero… ¿si eso fuera cierto se estaría apoyando en un equipo políticamente tan pobre y habría sumado tantos enemigos en los partidos en los que ha militado y milita, los cuales ahora se están aliando precisamente para no dejarlo llegar al cargo para el cual dice haberse preparado toda su vida?