Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Los acuerdos de Fidel
2010-03-16 | 22:44:52
El 4 de julio próximo el gobernador Fidel Herrera Beltrán no sólo se jugará su abultado capital político y la continuidad de su proyecto transexenal –ambos factores de gran relevancia para sus aspiraciones por la Presidencia de la República en el 2012–, sino que también pondrá en riesgo su propia tranquilidad personal, pues al menos el candidato del PAN a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares, su acérrimo enemigo, ha prometido que de ganar esta elección le haría un severo ajuste de cuentas al mandatario estatal.
Por eso Herrera Beltrán, como principal operador político-electoral del PRI en esta sucesión gubernamental, no puede equivocarse en la selección de los candidatos priistas.
La postulación de Javier Duarte de Ochoa a la gubernatura ha salido sin mayor problema, aunque todavía está pendiente el dictamen del Tribunal Federal Electoral sobre la impugnación que el diputado local con licencia, Héctor Yunes Landa, promovió ante esta última instancia en desacuerdo por el proceso interno para seleccionar al candidato priista.
Según ha trascendido, el recurso legal interpuesto por el representante popular del distrito de La Antigua no tendrá consecuencia alguna sobre la candidatura de Duarte, lo que permitirá cerrar felizmente este polémico episodio y facilitarle también una salida digna de este embrollo a Yunes Landa, quien ha declarado que él no necesita que lo “planchen” porque seguirá militando en el PRI, si es que el TRIFE resuelve en su contra.
Sin embargo, los procesos internos de su partido que aparentemente más se le estarían complicando al gobernador Herrera serían los de la selección de candidatos de mayoría relativa a las 30 diputaciones locales y, sobre todo, la de los abanderados a las 212 alcaldías de la entidad.
Desde hace más de medio año, por ejemplo, Herrera Beltrán fue tejiendo acuerdos con grupos de poder político y económico del estado, con los cuales ha buscado negociar el reparto de candidaturas legislativas y municipales en función del equilibrio y peso de sus hegemonías regionales.
No obstante ahora, en su propósito de desfondar la candidatura de su más encarnizado enemigo político, Herrera Beltrán ha tenido que maniobrar para extender la cuota de candidaturas priistas al grupo de Gerardo Buganza Salmerón, fallido aspirante del PAN a la gubernatura que ha encabezado la desbandada de connotados militantes del partido blanquiazul.
Así, pues, al trascender la presunta negociación de Herrera con estos disidentes panistas –entre los cuales se menciona a Tomás López Landeros, quien sería postulado por la alianza PRI-PVEM-PRV por el distrito de Zongolica, y Agustín Mollinedo, el cual iría por el de Huatusco–, en el PRI se generó una reacción adversa que desembocó en la renuncia a su militancia priista de algunos personajes como Guillermo Mejía Peralta, el cual dimitió a su vez como delegado de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) en esa zona serrana.
Otros que tampoco están de acuerdo en ceder estas candidaturas del partido tricolor a los bugancistas, son los ex diputados Gerardo Lagunes Gallina, Isabel Pérez Santos y Bernardina Tequiliquihua Ajactle.
Este miércoles 17, a las 20:00 horas a más tardar, se confirmará si deveras los presuntos acuerdos del gobernador Herrera con los disidentes del PAN lograron concretarse, pues esta noche vence el plazo de la convocatoria priista para el registro de precandidatos a la diputación local por el principio de mayoría relativa.
Habrá que ver qué tanto dura la rebeldía de esos militantes del partido tricolor, ya que son harto conocidas la capacidad de conciliación y de convencimiento del mandatario estatal, pese a la fama de agarra-tontos que le han creado sus enemigos.
Y es que en Xalapa, por ejemplo, hizo renunciar en enero de este año al joven Américo Zúñiga a la Secretaría del Trabajo para que se dedicara de tiempo completo a trabajar el municipio de Xalapa con miras a su postulación como candidato a la alcaldía.
Además de la separación del joven Zúñiga de su gabinete, Herrera Beltrán les comenzó a dar línea tanto al alcalde David Velasco Chedraui como a los funcionarios estatales y líderes de los sectores priistas de la capital veracruzana para que apoyaran con todo a Américo.
Pero ayer trascendió que finalmente no va el ex secretario del Trabajo por la presidencia municipal sino que en su lugar Herrera decidió que se postulara a la ex diputada federal Elizabeth Morales.
El argumento es que según las encuestas y proyecciones de votación, la popular comunicadora le garantizaría al PRI y aparentemente al candidato a gobernador Javier Duarte un margen de entre 30 mil y 40 mil votos más de los que obtendría Américo Zúñiga, quien ahora sería postulado a la diputación local por uno de los dos distritos electorales de Xalapa.
En esta lógica la gran interrogante es: ¿por qué, si de sumar más votos se trata, entonces el PRI va a postular por el distrito de Xalapa-Rural a un ilustre desconocido como Carlos Aceves Amezcua?
¿Acaso nomás porque salió del DIF estatal, que en los últimos dos procesos electorales se ha convertido en un semillero de candidatos priistas? Y es que su directora Zita Pazzi está por ser postulada a la presidencia municipal de Pánuco aún en contra del rechazo del alcalde priista Ricardo García Guzmán, mientras que Silvio Lagos Galindo –antecesor de Aceves en la Dirección Jurídica del DIF – es actualmente diputado federal.
Ese madrinazgo político sí que late con fuerza.

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