Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Al Issste... ¿otra vez?
2010-03-24 | 23:22:22
Hace casi un mes, Jesús Villalobos López sustituyó en la Dirección General del Issste a Miguel Ángel Yunes Linares, en cumplimiento del Acuerdo 37.1307.2007, emitido por la Junta Directiva de dicho Instituto en la sesión que llevó a cabo el 28 de febrero de 2007, en el cual se determinaba que el director de Finanzas supliría las ausencias del titular.
Villalobos, se supone, es de todas las confianzas de Yunes Linares, pues ambos coincidieron a finales del sexenio del presidente Vicente Fox en el área de Seguridad Nacional.
Por esta razón es que el veracruzano le confió el manejo de las finanzas del Issste, de donde presuntamente Yunes comenzó a construir su virtual candidatura panista al gobierno de Veracruz desde hace tres años, cuando se redactó el acuerdo interno de sucesión.
Sin embargo, ha transcurrido un mes y Villalobos no ha sido ratificado aún como director general del Issste, ni el presidente Felipe Calderón ha nombrado al sucesor definitivo del candidato del PAN a la gubernatura veracruzana, no obstante que al informar sobre su renuncia para contender como abanderado de Acción Nacional, Yunes Linares aseguró que su separación sería “definitiva una vez que el presidente designe al nuevo director general”.
Con esta declaración, al parecer, el candidato del partido blanquiazul pretendía conjurar toda clase de dudas que sus adversarios –tanto dentro como fuera del PAN– habían pronosticado acerca de las remotas posibilidades de su triunfo electoral.
Sin embargo, todo hace suponer que Yunes Linares ya no estaría tan convencido de “quemar todas sus naves”, pues las cosas no le han salido como esperaba en su atropellada aventura por la gobierno de Veracruz. La imposición de su candidatura generó al interior del PAN una irrefrenable desbandada de militantes y líderes regionales aliados del ex aspirante Gerardo Buganza, y en el PRI no se ha dado tampoco –hasta el momento– la descomposición que calculaba con la salida masiva de precandidatos priistas a la gubernatura y alcaldías, así como el rompimiento de grupos del partido tricolor y de poderes fácticos con el gobernador Fidel Herrera Beltrán.
Es más, hace nueve días, Yunes Linares recibió otra hiriente estocada cuando en una gira de trabajo por la ciudad de Orizaba, el director interino del Issste elogió públicamente el trabajo del gobernador Herrera, su acérrimo enemigo. En esa ocasión, Villalobos López no sólo reconoció que la administración fidelista había cumplido con la aportación de 9 millones de pesos para tener un hospital de primer nivel en Pluviosilla, sino que además se pronunció a favor de las políticas del mandatario veracruzano y anunció un presupuesto específico de 6 mil millones de pesos que el Instituto destinará en el mejoramiento de su infraestructura hospitalaria en otras regiones de la entidad como Pánuco, Tantoyuca, Martínez de la Torre y Naranjos.
Y si en el PAN Yunes no ha podido contener el continuo éxodo de los bugancistas en el norte, centro y sur de la entidad, en el Partido Nueva Alianza, que se ha coaligado con el blanquiazul en la postulación de su candidatura, tampoco ha visto hasta el momento un apoyo contundente por parte de quienes dirigen real y formalmente a este instituto político en el nivel nacional. Tan es así que hasta la fecha ni la fundadora y guía moral del PANAL, Elba Esther Gordillo, poderosa lideresa nacional del SNTE, ni el dirigente Jorge Kahwagi Macari han venido a respaldarlo personalmente.
De la profesora Gordillo se entiende porque la presidenta del sindicato magisterial mantiene una buena relación política con el gobernador Herrera desde que ambos fueron diputados federales a la 51 Legislatura (1979-1982) –de la cual también formaron parte, entre otros veracruzanos, el extinto tuxpeño Demetrio Ruiz Malerva, el ahora magistrado agrario, Luis Octavio Porte Petit, la periodista Rosa María Campos, el desaparecido dirigente cenecista Gonzalo Anaya Jiménez y otros funcionarios actuales del gobierno de la Fidelidad: el contralor de la Sefiplan, Gonzalo Morgado Huesca; la subprocuradora Carolina Hernández Pinzón, y el director de MAVER, Silvio Lagos Martínez–; “alianza indestructible” que Elba Esther y Fidel ratificaron en julio de 2008 al signar en la Sala de Banderas de Palacio de Gobierno el acuerdo nacional de la Alianza por la Calidad Educativa.
Herrera –quien a diferencia de Yunes ahora, fue apoyado personalmente por Gordillo en su campaña electoral de 2004 en un acto masivo que el magisterio del SNTE le organizó al priista en la ciudad de Misantla–, reiteró en ese evento de hace dos años que “en este gran estado, de tantos recursos de la naturaleza y humanos, la educación y los maestros son el eje transformador de la sociedad, del individuo y de la familia” y que “por eso la alianza con el SNTE, con los maestros y maestras es indestructible, de verdad”.
El control político de Elba Esther también es férreo en el PANAL, por cuya dirigencia nacional han pasado Miguel Ángel Jiménez Godínez y el veracruzano Tomás Ruiz González, quien actualmente es uno de los asesores más cercanos del candidato del PRI, Javier Duarte de Ochoa.
Por eso el actual dirigente Kahwagi, quien hace tres años fue uno de los invitados especiales a la boda del alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Jr., tampoco se ha parado por la entidad mientras no reciba instrucciones de su jefa.
Kahwagi, además, mantiene vínculos con algunos líderes del PVEM, el partido que el sexenio pasado lo hizo diputado federal y que ahora va en alianza con el PRI en Veracruz.
Pero Yunes Linares ya no puede dar marcha atrás, bajo riesgo de que tal y como cita la Biblia acerca de la mujer de Lot, termine convirtiéndose en estatua de sal.
¿Será por eso que Calderón no ha ratificado todavía a Jesús Villalobos ni ha nombrado aún al director definitivo del Issste?

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