Lo más probable es que el partido político Morena quedará en un segundo lugar como fuerza electoral en los próximos comicios estatales, al igual que en las elecciones presidenciales del 2006, sin descartar el posible triunfo de su candidato, ingeniero Cuit García, al minigobierno.

Resulta todo un fenómeno que personas ajenas a estas actividades políticas se inclinen por un partido que por primera vez participa en una contienda electoral. La imagen de Andrés Manuel López Obrador permea a la entidad y sigue siendo la figura política más conocida y gran arrastre entre los sectores marginados.

De ahí la preocupación y la crítica permanente del líder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, al tener en su escritorio los últimos estudios de opinión sobre las posibilidades de los candidatos del partido tricolor en obtener el triunfo. No se trata de inadecuadas personas sino de la simbología del partido que es rechazado. Héctor Yunes muy buen candidato, pero el PRI y el gobierno en el poder, lo perjudican.

La presión que ejercen los minipartidos que conforman la alianza con el tricolor es la absurda exigencia de posiciones tanto en la Cámara de Diputados local como en puestos dentro del futuro gobierno estatal.
No se pierde de vista que dichos institutos como el AVE, del biólogo Alfredo Tress, es una creación política inventada por el exgobernador Fidel Herrera Beltrán, que capitalizaba el extraño disgusto del exdirigente estatal de Convergencia con su tutor político el exgobernador Dante Delgado Rannauro.

Por parte del PRD empiezan a romper el compromiso con el PAN, situación nada extraña, ya que se identifican más con el PRI, el caso del municipio de Alvarado perredista es un ejemplo que se seguirá donde la deserción de los acomodaticios miembros del sol azteca se perfila como masiva.

Por otro lado, el peculiar estilo de la campaña electoral de Cuitláhuac García, de establecer un contacto personal con la ciudadanía veracruzana lo ha llevado a recorrer hasta la fecha más de la mitad de los más de 200 municipios. Su única oferta en su peregrinar político es reducir el gasto corriente del gobierno estatal, reduciendo salarios de los funcionarios y terminar con las prebendas, de choferes, guaruras y secretarias edecanes. En su propuesta encierra la prohibición de los onerosos gastos de representación de viajes en primera clase, comidas y desayunos en restaurantes de lujo. Lo que más le inquietó al candidato de la izquierda son los elevados presupuestos de los secretarios del gabinete duartista. El del secretario de Gobierno es de más de 400 millones de pesos.

Al parecer ese particular estilo de campaña, del diputado federal con licencia, es el contacto directo con la población lo que ha impactado en las cifras ascendentes en la metodología de investigación de las encuestas, que le ha permitido estar escalando nuevas posiciones, situación diferente a los otros aspirantes que se han estancado o en el peor de los casos están de bajada y algunos en franca caída.