Parece que, quien ya se maneja como el virtual candidato a la gubernatura por el PRI, Héctor Yunes Landa, está empleando una estrategia o cualidad adoptada.
La del escurridizo o la habilidad al estilo de uno de los más famosos showman, Harry Houdini. Aparte de sus actores para escapar de las esposas o de un baúl encerrado, también se le conocía como el Rey de la autopromoción.
De esta forma, emulando al escapista, el senador pretende ir por el mismo rumbo, con un doble propósito. El mago se presentaba en alguna una ciudad ante el jefe de la policía local, o en la prisión, y su clave era junto a un grupo de periodistas. Tras proponerse un reto, de ser atado, encerrado o encadenado realizaba un sorprendente escape, era publicado y magnificado en los periódicos y comentado en la ciudad. Luego el mago era encerrado, atado, o encadenado.
Fue así un autopromotor o publicity, lo mismo que pretende el de Soledad de Doblado, al menos en los últimos eventos políticos, donde llega ocupa un lugar en el presidium, y en poco tiempo se va.
Lo hizo en La Antigua, en la comunidad de El Salmoral, el pasado domingo, cuando su presencia fue por unos minutos. Una vez que fue mencionado, hizo “grilla” con los presentes, sintió que era el momento adecuado, partió sigilosamente, y escapó del lugar.
Lo mismo hizo este martes en un hotel de la conurbación cuando los productores cenecistas eligieron a sus representantes presidentes municipales, en cuya asociación se constituyeron los alcaldes del país que de alguna manera emanan de esa organización o tienen vínculos con la Confederación Nacional Campesina.
Donde sí permaneció pues era un desayuno privado con unos 30 dirigentes campesinos, fue este lunes, que como se sabe, compartió a manera ya de un precandidato.
Al lado de los líderes nacionales de la UNPC, Daniel Pérez Valdés, y del dirigente estatal de la CNC, Juan Carlos Molina, Yunes Landa se despachó con la cuchara grande. Pero apenas salió del salón prefirió no hacer declaraciones.
Lo que no hizo este miércoles cuando en el acto de la conmemoración de la Primera Ley Agraria, Héctor ya no pudo hacer lo mismo, pues sería su muerte política, un desaire al Presidente y primer priista del país.
Aseguran que el autoaplicarse la de “comes y te vas” es por sus pretensiones de deslindarse del gobernador Duarte y cada vez que se encuentra en un evento prefiere no aparecer ni en público, ni mediáticamente, de esa manera no ve mermada su imagen.
En esa estrategia adopta la de Houdini con lo que pretende ser uno de los políticos más notables de la modernidad, y que su escapismo se recuerde como en ningún otro. Ahora deberá hacer lo mismo de su primo Miguel Angel Yunes el panista que le ha dicho que es la misma gata pero revolcada, y que será una extensión del fidelismo y del duartismo.
Será en serio la pugna mediática que protagonizan o una más de las ilusión óptica de Henry Houdini para su autopromoción o publicity?

MUY EN CORTO

NADA PARA NADIE. Quienes pensaban que sería este evento masivo, el 6 de enero, en el World Trade Center, durante la ceremonia de Ley Agraria, y como en algunas de las anteriores épocas del presidencialismo, para dar luz verde o enviar una señal clara de quien sería el candidato oficial y prácticamente el gobernador, pues el PRI no tenía oposición, se equivocaron rotundamente.
No hubo destape, no hubo menciones, no hubo posiciones de privilegio para algunos de los dos aspirantes, en este caso, los senadores priistas que buscan el abanderamiento de su partido, ya sea para contender por la de dos o de seis años.
Alrededor de 20 minutos, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, aprovechó su estancia para un auténtico “baño de pueblo”. Se placeó a más no poder y ocupó los reflectores para sí mismo. No le dio ni si quiera una probadito a los ansiosos legisladores que se tronaban los dedos.
Tanto José Francisco como Héctor Yunes quedaron a distancia del presidente y del gobernador, Javier Duarte. Más cerca del final del presídium que del fogón político. A unos 3 espacios de las laterales, uno sentado a la derecha y otro a la izquierda, pero muy lejos de las miradas del primer priista, allí permanecieron para .
Es decir, al menos, hasta este 6 de enero, como se especulaba podría ser el escenario para el destape, nada para nadie.
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