El hecho que haya cambio de dirigencia podría decir que se encuentra establecido en los estatutos de ese partido, la pregunta es si el líder estatal, Alfredo Ferrari Saavedra acaba de encaminar a un buen puerto los destinos distritales en la elección para diputados federales pasadas, donde solo perdieron 5 de los 21 distritos, por qué tendría que retirarse.
Al mismo tiempo, la pregunta es clara más no la respuesta. Resultase pues, de esto, el nuevo timonel del tricolor deberá ser afin al gobernador en turno, o al candidato que se perfila para buscar suceder al mandatario en los próximos dos años.
Mientras tanto, el boqueño Ferrari ha cumplido un ciclo. Ungido como dirigente en marzo de este año, luego de que en octubre fue incorporado a la secretaría de Organización, hizo lo que le correspondía y con buenas cuentas. Pero parece que debe dejar el camino allanado, para la madre de todas las batallas, y su trinchera es pieza clave.
Bien, aquí es momento que tanto los más aspirantes más próximos a enarbolar la candidatura como son los senadores, Héctor y José Francisco Yunes, empiecen a mover sus fichas, como del lado de los duartistas, si es que aún tienen aspiraciones, e intentar llegar a la posición que estará vacante en cuestión de semanas o días, pues se toca el próximo mes formalizar el relevo.
Se ha confirmado que lejos de abordar los “conflictos” entre Héctor Yunes con el gobierno estatal, el líder nacional del PRI dialogó con Javier Duarte sobre la necesidad de remover y definir ya el nuevo cuadro estatal con el que se enfrentará las elecciones del 2016, que junto con Veracruz se realizarán en Oaxaca y Puebla, Chihuahua, por ejemplo, de un total de doce poderes estatales que sufrirán transición.
Así, Manlio Fabio Beltrones y Duarte delinearon ya los movimientos y fichas para, de entrada, reestructurar la dirigencia del tricolor en Veracruz, un estado de suma importancia para ese partido, por las elecciones presidenciales que tendrán lugar dos años después, y por el solo hecho de mantener en su poder el mayor número de gubernaturas.
Toma fuerza la versión en el sentido de que, quien ha estado en los reflectores con mayor ahínco, Alberto Silva Ramos, el diputado federal por Tuxpan, y uno de los que ha demostrado no tener empacho o mano temblorosa para enfrentarse a los acérrimos enemigos del sistema, los Yunes del PAN, sea uno de los prospectos más fuertes para asumir el Comité Directivo Estatal.
Si en esta importante posición no llevan mano ninguno de los aspirantes que se ubican en la Cámara Alta, según lo dicho por el propio Duarte al señalar que son los que aventajan las encuestas en alusión a Pepe y Héctor Yunes, entonces estarán perdiendo el primer round, y clave a su vez.
Hay que recordar que al oriundo de Soledad, el senador priista, ya tenía medio boleto en la bolsa. Si no hubiese sido así, los alcaldes afines y los funcionarios estatales pregonaban a los cuatro vientos que si bien no había una línea marcada por el gobernador Javier Duarte, sí les había dicho que lo respaldaran porque “en este momento es Héctor el candidato”.
Pero como se sabe, y, seguramente olvidó, la reflexión que la política es de circunstancias. Ahora las cosas han cambiado y parece que Pepe Yunes las está aprovechando, al menos en sus últimas declaraciones deja ver su respaldo a Duarte. Y así, busca reconciliarse y reagruparse al lado del primer priista del estado.
MUY EN CORTO
QUE SIEMPRE NO. Ahora el diputado local, Eduardo Sánchez Macías asegura que la reportera Leticia Cruz no fue despedida injustificadamente del corporativo El Heraldo.

Como se sabe el legislador es secretario de la Comisión de Atención a Periodistas, lo que parece crítico pero se deslindó al tiempo de lo sucedido en su empresa y le echó la bolita a su gerente.
Luego, indignado, espetó que se le acusa cada vez que hay una situación laboral en una de las empresas donde es socio. Y es muy independiente a su labor legislativa. Eso sí. O una cosa u otra.
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