Si tuviera una bola de cristal o trabajara en Catemaco como hechicera, se entendería que Elizabeth Morales, la presidenta del Comité Estatal del PRI, contestara los cuestionamientos que le hacen reporteros de la fuente política.
¿Qué tiene que ver la exalcaldesa de Xalapa sobre los proyectos privados y particulares del senador Héctor Yunes Landa?
Si planea el legislador choleño abandonar su partido político en caso de que no sea el nominado, es una cuestión totalmente personal, que lo más seguro es que dicha decisión la tomaría en la más íntima de las intimidades, como dijera Fernando Gutiérrez Barrios, cuando comentaba algo que era “off the record”.
Son aspectos de la vida privada de un calificado político que no se cuentan ni a la almohada. Ni siquiera a la familia por el temor que una indiscreción llegara a trascender.
Elizabeth Morales no podría encontrar ninguna explicación razonable para que le hagan ese tipo de preguntas, tuvo que responder “no tengo conocimientos de esos dichos, nosotros no hemos recibido ningún comunicado oficial, ni de él, ni de ningún otro en ese sentido”.
Pero el colmo lo realizó un reportero X , al preguntarle a la dirigente priista qué opinaba sobre la reunión que tuvo el senador Yunes Landa con su primo Miguel Ángel Yunes Linares, durante la boda de su sobrino.
Hasta las privadas reuniones familiares la cuestionan.
Tuvo que cantinflear y salir con una respuesta ambigua, como la de… los legisladores se reúnen para buscar consensos y suelen mantener diálogos políticos. Para rematar con la demagogia de siempre: “mientras sea para construir un Veracruz mejor, no tengo más opinión”.

Se acabó el negocio

A ningún dirigente de los partidos políticos le agradó la propuesta de la reforma electoral que acepta las candidaturas independientes. De golpe y porrazo se acabó el estupendo negocio. No se olvidan los buenos tiempos del pasado líder priista estatal de Jorge Carvallo cuando remataba al mejor postor los puestos de elección popular.
Según la última estadística que tiene el INEGI, el 87 por ciento de los ciudadanos mexicanos en edad de votar, no están afiliados ningún partido político. Los supuestos representantes legislativos solo suman juntos a trece de cada cien de los habitantes.

Una grosería el salario

Por más que le busquen los economistas oficiales del ITAM para salir del bache de la falta de crecimiento de México, es necesario repetir la fórmula que se realizaron en otros países al incrementar sustancialmente los salarios para que la industria y el comercio se reactive.
Con los bajos emolumentos que existe en el país son causa y efecto de la desigualdad y el estancamiento económico de los últimos años.
Es una grosería y un atentado a la dignidad humana el salario mínimo que acuerdan las autoridades. No hay ser humano que pueda sobrevivir con esos miserables ingresos. Es la pérdida total del poder adquisitivo con esos emolumentos.
Ni siquiera para comer.