Juan Antonio Nemi Dib se habla de tú con los médicos de la entidad, la ciencia de la nueva Farmacología y los avances de la Fisiología Humana, materias de los últimos años de la carrera de Medicina, se han convertido en el tema favorito del funcionario que soñaba con al alcaldía de Córdoba y la Secretaría de Salud, como sus anhelos más caros desde sus tiempos de estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma Metropolitana, la misma escuela que cursara el famoso Sub Marcos del Ejército Zapatista.
Sin duda, por el conocimiento diario de su quehacer como secretario de Salud, sería un especialista en Oncología si se hubiera dedicado a la ciencia médica con la versatilidad del internista que domina la compleja rama de una medicina integral. Ahora cuenta con la gran ventaja de hacer válido un compulsivo servicio social por su obligada estancia en todos los hospitales y clínicas que integran el sistema de salud del gobierno de Veracruz.
Reconoce Nemi Dib que solo le falta animarse para adentrarse en la delicada actividad de estar presente en el quirófano.
Su amena plática versa sobre todas las enfermedades existentes y los medicamentos apropiados para su tratamiento, que no solo han transformado su personalidad y status académico, sino también las aplica de forma terapéutica en su cuerpo al reducir de manera sustancial su característica figura.
Con una prodigiosa memoria, el nuevo Hipócrates veracruzano maneja cifras sobre la evolución que ha tenido la dependencia estatal a su cargo. El costoso elefante blanco en que se convertirá la nueva Torre Pediátrica, cuya operación será gravosa para el presupuesto de dicha Secretaría. El problema económico se agrava por el dispendioso problema laboral de un absurdo liderazgo, manejado durante décadas, por Ángela Soto Maldonado, al grado que en las propias oficinas sindicales se encuentra la dirección de recursos humanos. Los dirigentes tienen el control del personal en donde una buena parte no se presenta a laborar.
Veracruz requiere de un buen número de médicos especialistas que no existen en el mercado local. Hay que importarlos de los egresados de la UNAM, que es la que los capacita y entrena para las diversas áreas en los tratamientos curativos.
En este nuevo conocimiento de proteger la salud está consciente el político y nuevo facultativo cordobés, que el mejor médico es el que conoce la inutilidad de la mayor parte de los medicamentos.
Voltaire, el escritor francés, afirmaba que los médicos son aquellas personas que recetan medicinas de lo que saben poco, para curar enfermedades que no conocen, en personas de las cuales no saben nada.
Los galenos en los cementerios guardan sus trofeos. Ellos entierran sus graves errores. Los periodistas los hacen públicos y los destacan con las ocho columnas. Es el dilema del servidor público Juan Antonio Nemi, el de oficiar sin licencia como médico, sin olvidar su quehacer de periodista, con el mérito, en ambos casos, de ejercerlos bajo la calificación y estafeta de honorario.