Son varios los analistas políticos quienes coinciden que en el curso de los próximos días habrá una limpia en serio en el gobierno estatal. Se citan varios nombres que de manera cotidiana aparecen mencionados como miembros de la clase política estatal, pero que han sido denunciados por no justificar el manejo correcto de recursos públicos.
Todos ellos ya dejaron la dependencia donde supuestamente cometieron sus desvíos, como son los casos de Edgard Espinoso, Gabriel Deantes, José Ruiz Carmona, Guillermo Herrera, Tomás Carrillo, Raúl Zarrabal, etc, etc. Es una lista interminable donde en la mayoría de los casos tienen como común denominador la desprestigiada Secretaría de Comunicaciones o la salpicada que le han dado a la administración del gobernador Fidel Herrera con la comparecencia de Gerardo Buganza, para explicar el costo y retraso de la obra del túnel sumergido.
Son contados con los dedos de una mano los funcionarios estatales que pueden justificar el enriquecimiento que exhiben en su lujoso tren de vida.
Solicitarle en la actualidad a un gobernante que combata la corrupción es igual que pedirle que se suicide. Le resulta muy difícil hacer a un lado la serie de compromisos, de prebendas y hasta de apoyos económicos que recibiera de su cuestionado antecesor, así como de empresarios, quienes lo apoyaron en el curso de su campaña para alcanzar el cargo para el que fue electo.

Habrá verdadera democracia
El punto central de la nueva reforma electoral es la posición del PAN y del PRD a la que se opone el PRI, es la referente a la centralización de las funciones del Instituto Nacional Electoral (INE).
La exigencia de la derecha y de la izquierda es que todas las funciones de los institutos estatales, incluidas las elecciones locales de gobernador, alcaldes y diputados, se resuelvan en el Consejo General del INE. Fue el duro remate para el tradicional manipuleo del partido tricolor.

La mano dura de Peña
Con toda anticipación advertimos que el presidente Enrique Peña Nieto traía la lección aprendida de Carlos Salinas de Gortari, de sustituir haciendo renunciar a gobernadores en activo y metiendo a la cárcel a sus antecesores. El nuevo estilo de hacerlos a un lado es nombrando a comisionados de alto nivel, en calidad de gobernadores sustitutos.
Esta administración ya lleva a tres de los cuatro exgobernadores que se encuentran en la cárcel, como son Jesús Reyna, de Michoacán; Andrés Granier, de Tabasco; Luis Armando Reynoso, de Aguascalientes y Mario Villanueva de Quintana Roo que la pudo librar en México, pero no con los estadunidenses que lo tienen recluido en Nueva York. Tomás Yarrington de Tamaulipas que está en calidad de prófugo. Con excepción de Armando Reynoso, todos son del PRI. Es la mano dura del ejecutivo federal y eso que apenas se encuentra en su primer año de gobierno. No se descarta que para ganar en los comicios federales del 2015 emprenda nuevas acciones en contra de verdaderos peces gordos y sobre todo con miembros de su propio partido.