Los que estudian separadamente la política y la moral no llegarán a comprender nunca ni una ni la otra. Durante meses se manejó que los precandidatos del PRI por el distrito de Cosamaloapan podrían ser el actual tesorero Tarek Abdala y Javier Herrera Borunda, hijo del exgobernador Fidel Herrera Beltrán.
Se aprovechó para manejar en las columnas políticas que habría un choque de trenes entre el gobernante Javier Duarte de Ochoa y su antecesor. Crearon artificialmente un ambiente de alta tensión entre los dos grupos: los fidelistas y los duartistas. Lo cierto es que se trata de un solo equipo.
Tarek Abdala trabajó en la administración de Rosa Borunda y lo hizo también con Karime Macías. No tiene etiqueta, son del mismo establo.
El tesorero estatal buscará la diputación federal por mayoría y Javier Herrera estará en la cómoda lista de la plurinominal.

Cambios en la gira presidencial
Fuertes comentarios en la radio y en televisión nacional sobre lo que realizaron las autoridades estatales del estado de Tamaulipas, para ocultarle al presidente Peña Nieto que las calles de Tampico y Ciudad Madero que estaban llenas de manifestantes por la ola de violencia e inseguridad que existe en la entidad.
Había mantas en contra del gobierno estatal donde acusaban al gobernante tamaulipeco de ser un narcogobernador y que estaba simplemente de adorno en el Palacio de Gobierno.
Tuvieron que modificar el recorrido presidencia,l tanto por mar como por tierra, para que no viera el mandatario mexicano las muestras de rechazo y repulsa al gobernador Egidio Torre Cantú.

Los sufridos maestros
Los maestros de escuelas privadas se les obliga a realizar tareas de niñeras, ya que así lo exigen los padres de familia que consideran que por el pago de colegiaturas deben de cuidar y proteger a estudiantes que carecen de urbanidad por una equivocada labor de crianza en los hogares.
Tienen que soportar groserías y actitudes irrespetuosas de estos niños ricos.
Señalan estos docentes que con las nuevas leyes de la reforma educativa les tienen prohibido reprobar a los alumnos a pesar de demostrar en sus evaluaciones y calificaciones una total ignorancia. Llegan a niveles de secundaria y bachillerato sin tener los conocimientos elementales, de tal manera se presentan a niveles de educación superior con un bajo nivel académico y de antemano como saben que no podrían aprobar un examen de una universidad pública se inscriben en las escuelas “patito” que han proliferado por la entidad.
A estos docentes de educación privada se les paga a 55 pesos la hora lo que los obliga a buscar clases en varias escuelas y poder alcanzar un emolumento que les permita sobrevivir.
Es tal la ambición de estos propietarios de las escuelas privadas que no les importa que, profesionistas ajenos a ciertas materias específicas, se den casos como que ingenieros impartan cursos de Civismo o médicos cátedras de Historia, pero lo más grave es que hasta las secretarias las pongan a impartir materias de licenciatura.