Un subdirector administrativo por encima de todos
Francisco Lima Aguirre, subdirector administrativo de la Dirección General de Bachilleratos de la Secretaria de Educación de Veracruz, presume del poder que ostenta y asegura que pone a la dependencia contra la pared para que se haga su voluntad, moviendo a su antojo a personal de base y sindicalizado para que proteste y genere caos al interior, con la finalidad de derrocar a su jefe Rafael Ferrer Deschamps, director general de Bachilleratos y así ocupar su puesto.
Lima Aguirre ha orquestado innumerables protestas ajenas a sindicatos, por así convenir a sus intereses, por citar algunos: la toma a mediados de mayo de las preparatorias Antonio María de Rivera en Xalapa y Agustín Yáñez de Cardel, y a finales de abril la biblioteca de la ciudad capital “Carlos Fuentes”, ello con el fin de destituir a la directora, Elsbeth Lenz Gutiérrez, a quien 15 de 96 empleados acusaron de no contar con nivel para ocupar el cargo.
Por ejemplo, una de las disidentes y presunta líder de los protestantes de la biblioteca “Carlos Fuentes” es la empleada Sandra Reyes Romero, quien es comadre de Francisco Lima, por lo que así, orquestaron dicha movilización con la finalidad de tener el control del inmueble.
Pero no es la primera vez que lo hacen, siempre han ambicionado derribar al director en turno. En 2010, el mismo grupo organizó una campaña de desprestigió contra el entonces director Irving Aguirre Landa.
En aquel entonces, el mismo grupo de mujeres, dirigido por Lima, acusaron al citado director de graves irregularidades, corrupción y abandono de la biblioteca, señalamientos que nunca pudieron comprobar y ahora hicieron lo mismo con la actual directora Elsbeth Lenz Gutiérrez, a quien según ellos cesaron por acuerdo del citado subdirector administrativo.
El 21 de mayo, Sandra Reyes, junto con 10 personas más, colocaron un candado a la entrada de las instalaciones e impidieron el acceso a un lugar público como medida de “protesta”, acusando que la directora los discriminaba, pero según versión de sus propios compañeros, el problema de ese grupo es mantener el control e impedir que alguien los dirija o los ponga a trabajar y así actúan siempre, respaldados por el aspirante a la Dirección General de Bachilleratos.
Lo lamentable de aquel 21 de mayo fue que al interior de la Biblioteca se encontraba una exposición de una de las artistas más destacadas de Latinoamérica, Leticia Tarragó -con un valor aproximado de un millón de pesos- quien al enterarse que sus grabados y pinturas se encontraban prácticamente secuestrados, decidió cancelar la exhibición y retirar cuanto antes su trabajo, el cual se hallaba en riesgo por intereses minoritarios de unos cuantos empleados.
Dos de quienes apoyan a Lima y Sandra, en dicha protesta, son hoy quienes se han propuesto para ocupar la dirección, se trata del administrativo Daniel Enverado García y la bibliotecaria María Eugenia reyes Córdoba, y es que la directora Lenz Gutiérrez fue prácticamente destituida con una minuta, de manera arbitraria, por Lima, precisamente el mismo día que los escasos 15 empleados secuestraron el lugar.
Aquí cabe precisar que el señor Francisco Lima, al parecer desconoce la Ley Federal del Trabajo que en su artículo 451, párrafo II, establece que la suspensión de labores, para que se legal y valida, tiene que llevarse a cabo por la mayoría de los trabajadores; en el caso señalado quienes protestan y han protestado, son minoría.
Sobre lo señalado, los empleados inconformes con las manifestación orquestadas por los empleados disidentes apoyados por Lima, han reconocido que Elsbeth Lenz es una persona preparada y el único problema fue que pusiera a trabajar a quienes están acostumbrados a no hacer nada, de ahí que la acusaran de racista. “Lenz habla 3 idiomas, cuenta con Maestría Gestión cultural por la Universidad Oberta de Cataluña y el perfil para dirigir dicha biblioteca”.
Lo alarmante es que un simple subdirector de Administración, sobre quien pesan acusaciones graves de venta de plazas y enriquecimiento ilícito, se de el lujo de crear conflictos, manifestaciones, gestar protestas y tomas de instalaciones y posteriormente se erija en negociador, para destituir directores y jefes de área que no conviene a sus intereses. ¿Sabrá Adolfo Mota, secretario de Educación, lo que ocurre al interior de la Dirección General de Bachilleres?
Sin duda Vicente Benítez, actual oficial mayor de la SEV y quien llegó a reestructurar la dependencia tiene mucho por hacer con personal de ese nivel, que más que contribuir y sumar, dividen y generan un caos al interior de la dependencia.
Mientras tanto el señor Lima continúa haciendo, deshaciendo y destituyendo directores por lo que se da el lujo de señalar que allí quien manda es él y que los titulares le hacen lo que el viento a Juárez.
¡Así las cosas!

@magzamu