México primer lugar internacional y Veracruz quinto nacional

Hace apenas unos días, el presidente Enrique Peña Nieto se comprometió a que el gobierno de la República combatirá el acoso escolar o bullying, tras el deceso de Héctor Alejandro Méndez Ramírez -un menor de 12 años, que murió al interior de su escuela, en el estado de Tamaulipas, al ser objeto de violencia por sus propios compañeros- e instruyó al secretario de Educación, Emilio Chuayffet, para establecer una política nacional de escuelas libres de acoso.

"Este tema no puede esperar, desde ahora debemos tomar acción y definiciones que permitan combatir este acoso", acentuó Peña al referirse a dicha problemática “el gobierno está decidido a combatir el bullying de manera frontal y dando resultados” y así dijo se contará con la participación de autoridades escolares, docentes y sobre todo de los padres de familia "que deben estar pendientes de las condiciones que viven sus hijos en cada centro educativo".

Planteó que se deberán instaurar los mecanismos para hacer la denuncia correspondiente y garantizar facilidades a las víctimas "mecanismos que nos permitan erradicar estas prácticas y este fenómeno que se ha anidado en algunos centros educativos del país"; el presidente reconoció en aquel momento -en la inauguración del Centro Regional de Formación Docente e Investigación Educativa en Ciudad Victoria, Tamaulipas- que el acoso que existe en las escuelas "refleja el nivel de violencia que se vive en las calles".

Sobre el tema existe preocupación y en algo le asiste la razón a Peña Nieto cuando refiere la importancia de los padres de familia, quienes debe de estar al pendiente de sus hijos; en diferentes ocasiones se ha querido responsabilizar, en su totalidad, a los maestros, de lo que ocurre al interior de los centros escolares, lo cierto es que la educación, los valores y principios vienen de la familia.

El Bullying no es nuevo, lleva años arraigado y silencioso en las instituciones educativas, pero ahora con las redes sociales se permite observar el peligro con mayor precisión; México ocupa el primer lugar internacional de casos en educación básica, afectando a 18 millones 781 mil 875 alumnos de primaria y secundaria tanto de instituciones públicas como privadas, de acuerdo con un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El análisis efectuado por la OCDE entre los países miembros reporta que 40.24 por ciento de los estudiantes declaró haber sido víctima de acoso; 25.35 por ciento haber recibido insultos y amenazas; 17 por ciento ha sido golpeado y 44.47 por ciento dijo haber atravesado por algún episodio de violencia verbal, psicológica, física y ahora a través de las redes sociales.

En tanto Veracruz, ocupa el quinto lugar nacional de casos de violencia escolar o bullying; fue en octubre de 2011 cuando la entidad publicó en la Gaceta Oficial la ley contra el Acoso Escolar, pero a la fecha no existe un control o una regulación sobre los casos que se presentan.

De ello el Secretario de Educación de Veracruz, Adolfo Mota Hernández habló y reconoció que diariamente son denunciados casos de violencia de alumnos a través de la página web de la dependencia, a los cuales se les da seguimiento sustentado en la citada ley, además de operar con un comité de cuidado y atención, el cual se integra por alumnos de las mismas escuelas para evitar el acoso escolar “es un problema constante y cotidiano”.

Sobre el tema, el propio Coordinador de la Licenciatura en Educación Telesecundaria de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana precisó que en Veracruz, el bullying es ya un foco rojo, por ello “los maestros se tienen que preparar en ese rubro”.

Precisó que en la Normal se cuenta ya con la capacitación adecuada y los conocimientos necesarios para atender los casos que se presentan en las instituciones educativas.

En Xalapa, la escuela secundaria técnica 3, realizó un cortometraje con alumnos para difundir y prevenir dicha práctica; acción que debería de ser retomada por la Secretaria de Educación de Veracruz, pues no solo genera conciencia entre los estudiantes, sino de los mismos padres y familiares. ¡Urge en Veracruz reforzar las acciones y aplicar la legislación, a la par del registro de casos que se presentan!