Según las versiones que circulan en diversos círculos de la ciudad de Xalapa, se tomó la decisión en el gobierno estatal de investigar a varios funcionarios, debido a las inmensas fortunas que algunos poseen y que no se justifican de acuerdo a sus ingresos como burócratas.
Es impresionante cómo algunos miembros del gabinete poseen varias residencias, terrenos en fraccionamientos, autos lujosos, sus elevadas cuentas en restaurantes, costosas vestimentas y joyas que lucen sus compañeras. Los continuos viajes al extranjero y el alquiler de aviones privados prendieron los focos rojos de la Contraloría del Estado, que maneja el contador cosamaloapeño Mauricio Audirac.
Los billetes de lotería premiados que adquiría el exgobernador Fidel Herrera ya no tienen ni siquiera reintegro.
Lo más difícil de ocultar en la vida es el amor y el dinero.
No es secreto para la sociedad la grave situación económica que se confronta en la entidad, por lo que resulta ominoso el ostentoso derroche de estos servidores públicos. Los contratistas y proveedores no ocultaban su malestar ante el dispendio de la llamada alta burocracia.
Con el despido del oficial mayor de la SEV, Edgar Spinoso y el subsecretario de Finanzas, Gabriel Deantes, personas muy cercanas en el afecto del gobernador Javier Duarte de Ochoa, se puso en claro que la depuración de malos elementos venía en serio, lo que ha dejado en el insomnio a un buen número de los selectos miembros del gabinete duartista.
En las farmacias de la capital veracruzana se agotaron los antidepresivos.
Nunca se llegó a pensar que los dos miembros de la crema elitista del mundo oficial llegaran a tener el menor problema, debido a la plena identificación y la añeja, así como la estrecha relación, que tenían con el jefe del Ejecutivo Estatal.
Dentro de la rumorología las versiones en los pasillos de palacio eran muy diferentes y se aseguraba que el secretario de Educación, Adolfo Mota, por la escuálida actitud mostrada ante la rebelión magisterial por la Reforma Educativa sería relevado por el propio Edgar Spinoso, que ya llevaba dos sexenios en el diferenciado cargo y conocía a la perfección el funcionamiento de esa dependencia.
Lo que resulta significativo es que ambos funcionarios de manera coincidente su actividad estaba relacionada con el manejo de recursos públicos.
Esta investigación de la Contraloría del gobierno se ha trasladado a las cuentas bancarias, incluyendo la de los familiares en primer grado. El personal administrativo es el encargado en difundir la especie.
Al parecer la purga va en serio.

“Chayo” a los funcionarios
Con los últimos cambios registrados en el gobierno de Duarte de Ochoa, corren versiones que en algunos casos resultan inverosímiles, pero como las fuentes son de un buen nivel no se llega a dudar sobre la certeza de las mismas.
En la dirección de Comunicación del estado se asegura que había que pagar desde un diezmo hasta porcentajes más elevados para que las facturas que presentaban medios de escasa circulación, pudieran pasar el filtro económico para poder llegar a la Secretaría de Finanzas. Un negocio muy redituable.