El esquema político en el estado de Veracruz sufre un cambio radical en las preferencias del electorado, un fenómeno que se había vaticinado y que en las próximas elecciones federales y estatales se realizará este nuevo experimento, en donde los partidos políticos pasan a un segundo plano y es el candidato el que de manera individual capitaliza el voto.
Pasa a segundo término la selección que realicen los partidos políticos, es la persona lo que importará y de allí que los dirigentes partidistas harán a un lado compromisos y se buscará el perfil adecuado para que su agrupación tenga el representante que le garantice no solo el triunfo, sino su permanencia dentro de estas actividades electorales.
De allí que en la columna del pasado lunes se mencionara a los tres senadores como los candidatos a la gubernatura veracruzana con el idéntico número de posibilidades donde no importaba porque partido político lo postulara.
De allí que tanto José, como Héctor y Fernando Yunes por el momento figuran como los viables sucesores de Javier Duarte de Ochoa.
En el campo de Acción Nacional se podría colocar Miguel Ángel Yunes Márquez si lleva a cabo el ambicioso programa municipal que anunciara a principios de semana. Los otros panistas como Julen Rementería o Juan Bueno Torio, se podrían colar, en el caso que Gustavo Madero perdiera la reelección. No se puede dejar a un lado el apoyo que tiene el exdirigente nacional del gobierno federal de Enrique Peña Nieto.

El turismo se aleja
El problema del aumento de precios en los restaurantes de Veracruz y Boca del Río sí afectarán al índice de ocupación hotelera, ya que sería un imán negativo para los turistas, tanto nacionales como los pocos extranjeros, que se animan a visitar a esta zona que continua con focos rojos por la violencia.
Tienen razón los dueños de los restaurantes, el aumento que han sufrido todos los productos alimentarios supera al 200 por ciento y les resulta casi imposible mantener los mismos precios que señalan las cartas.

¿De qué sirvió la captura del Chapo?
Estados Unidos es el principal mercado de la droga que se produce en el país y la que va de paso proveniente de manera especial de países suramericanos. La semana pasada la ciudad de Washington, la capital de la Unión Americana, despenalizó el uso y el consumo de la mariguana. Sumándose así a 17 estados de aquella nación que legalizan este narcótico.
El propio presidente Barack Obama está a favor para que no sea motivo de sanción para los consumidores.
No se explica el gran escándalo que se ha hecho en México cuando los legisladores del PRD, al igual que las autoridades estadunidenses están a favor de que se despenalice el consumo de la mariguana. Si los vecinos de la nación más poderosa del planeta nos ponen el ejemplo, y sobre todo, qué harán ahora los grandes cárteles de los narcotraficantes nacionales al perderse el principal mercado de venta que ellos tenían.