¿Y qué vamos a celebrar hoy? La fiesta nacional de la expropiación petrolera es un nuevo capítulo muy diferente al espíritu original de esta celebración.
El propio gobierno federal, el presidente Peña Nieto, los directivos y trabajadores de Pemex lo tienen de manera muy clara, ya que todo cambió con la aprobación de la reforma energética.
Lo saben y valoran que esta conmemoración la van a realizar en Cosoleacaque, un municipio que casi no figura en ninguna agenda. El complejo petroquímico que sobrevive en dicha zona, es uno de los más pequeños dentro de la paraestatal.
Los líderes sindicales petroleros de cierta relevancia se ubican en otros sitios de la zona sur del estado de Veracruz, como son Minatitlán, Nanchital, Coatzacoalcos, Agua Dulce y Las Choapas. Cosoleacaque es mas bien un distrito ganadero, región disputada en el poder político por los Merlín Alor y los Vázquez Lagunes, propietarios de grandes ranchos donde el petróleo es una simple referencia.
Por algunas razones muy especiales, se decidió que fuera en ese pequeño municipio donde se llevará a cabo este primer acto sobre la aún cuestionada reforma energética que entrará en los próximos días en la parte más álgida al discutirse las leyes secundarias, donde los tres partidos mayoritarios tomaron opuestas posiciones.
Por lo pronto, el PRI tuvo que sacar de su chistera sus cartas escondidas como son los polémicos casos de los fraudes petroleros de Oceanografía, donde colocan a los gobiernos panistas al filo de la navaja, y por el otro, la línea Doce del Metro, la obra cumbre de la última administración perredista en la ciudad de México.
La revancha se centra con el desafuero del líder nacional petrolero, el senador priista de Carlos Romero Deschamps.
Lo que ocurra este día en Cosoleacaque y las protestas en la ciudad de México y en zonas petroleras, escribirán el nuevo capítulo de lo que fue la conmemoración de la ahora inexistente expropiación petrolera.

La guerra panista
Quedará perfectamente definido el panorama político para el PAN en el estado de Veracruz con el triunfo de cualquiera de los dos aspirantes a la dirigencia nacional, Ernesto Cordero y Gustavo Madero.
Con los mismos lineamientos de la disciplina autoritaria del PRI, el candidato a la gubernatura de Veracruz por el partido de la derecha lo deciden los miembros del Comité Ejecutivo Nacional, que en esa circunstancia fijan quien debe ser el abanderado con mayores posibilidades de suceder a Javier Duarte de Ochoa.

Estamos perdidos
De manera unánime coinciden los diferentes sectores del país que de poco servirán las reformas estructurales si persiste el alto índice de corrupción en las esferas gubernamentales.
El sector empresarial mexicano enfatiza que el problema más grave del país es precisamente la corrupción y este se agudiza por la impunidad que impera en estos actos delictivos.
Un estudio de la Asociación para la Defensa del Consumidor la ubica en 120 mil millones de dólares, lo que representa el 20 por ciento del Producto Interno Bruto.

¿Y qué vamos a celebrar hoy? La fiesta nacional de la expropiación petrolera es un nuevo capítulo muy diferente al espíritu original de esta celebración.
El propio gobierno federal, el presidente Peña Nieto, los directivos y trabajadores de Pemex lo tienen de manera muy clara, ya que todo cambió con la aprobación de la reforma energética.
Lo saben y valoran que esta conmemoración la van a realizar en Cosoleacaque, un municipio que casi no figura en ninguna agenda. El complejo petroquímico que sobrevive en dicha zona, es uno de los más pequeños dentro de la paraestatal.
Los líderes sindicales petroleros de cierta relevancia se ubican en otros sitios de la zona sur del estado de Veracruz, como son Minatitlán, Nanchital, Coatzacoalcos, Agua Dulce y Las Choapas. Cosoleacaque es mas bien un distrito ganadero, región disputada en el poder político por los Merlín Alor y los Vázquez Lagunes, propietarios de grandes ranchos donde el petróleo es una simple referencia.
Por algunas razones muy especiales, se decidió que fuera en ese pequeño municipio donde se llevará a cabo este primer acto sobre la aún cuestionada reforma energética que entrará en los próximos días en la parte más álgida al discutirse las leyes secundarias, donde los tres partidos mayoritarios tomaron opuestas posiciones.
Por lo pronto, el PRI tuvo que sacar de su chistera sus cartas escondidas como son los polémicos casos de los fraudes petroleros de Oceanografía, donde colocan a los gobiernos panistas al filo de la navaja, y por el otro, la línea Doce del Metro, la obra cumbre de la última administración perredista en la ciudad de México.
La revancha se centra con el desafuero del líder nacional petrolero, el senador priista de Carlos Romero Deschamps.
Lo que ocurra este día en Cosoleacaque y las protestas en la ciudad de México y en zonas petroleras, escribirán el nuevo capítulo de lo que fue la conmemoración de la ahora inexistente expropiación petrolera.

La guerra panista
Quedará perfectamente definido el panorama político para el PAN en el estado de Veracruz con el triunfo de cualquiera de los dos aspirantes a la dirigencia nacional, Ernesto Cordero y Gustavo Madero.
Con los mismos lineamientos de la disciplina autoritaria del PRI, el candidato a la gubernatura de Veracruz por el partido de la derecha lo deciden los miembros del Comité Ejecutivo Nacional, que en esa circunstancia fijan quien debe ser el abanderado con mayores posibilidades de suceder a Javier Duarte de Ochoa.

Estamos perdidos
De manera unánime coinciden los diferentes sectores del país que de poco servirán las reformas estructurales si persiste el alto índice de corrupción en las esferas gubernamentales.
El sector empresarial mexicano enfatiza que el problema más grave del país es precisamente la corrupción y este se agudiza por la impunidad que impera en estos actos delictivos.
Un estudio de la Asociación para la Defensa del Consumidor la ubica en 120 mil millones de dólares, lo que representa el 20 por ciento del Producto Interno Bruto.