En plena campaña

Hay ciertas escuelas políticas que quedan preestablecidas cuando se acercan los cambios sexenales. La costumbre que dejaran los presidentes priistas del país para la nominación de los candidatos a gobernadores, tenían la preferencia hacia los miembros de su propio gabinete, así ocurrió con Fernando López Arias, Rafael Murillo Vidal, Agustín Acosta Lagunes, Fernando Gutiérrez Barrios, Patricio Chirinos. Al dejar de tener el PRI el ejecutivo federal la situación del poder se trastocó y permitió a Miguel Alemán dejar a Fidel Herrera y este lo traslada a la decisión de nombrar alguien de su gabinete local.
Costumbre que pareciera adopta Javier Duarte de Ochoa de allí que se mencionan a los secretarios Erick Lagos y con mayores posibilidades al tuxpeño Alberto Silva. Norma que ha trascendido dejando fuera a los senadores José Yunes y Héctor Yunes, quienes conscientes de este cambio político buscan el apoyo definitivo en las esferas de la federación.
Existen evidencias donde los dos legisladores acordaron realizar por su cuenta y riesgo sus campañas de posicionamiento para el 2016, sin dejar a un lado el sólido rumor de un inminente cambio que se produciría en el curso del mes de febrero. Versiones que se ubican como fuente de origen tanto en el CEN del PRI como en la Secretaría de Gobernación.

Atole con el dedo

Es preocupante que personas de alto nivel intelectual de los partidos políticos de oposición desconozcan cómo maniobra el gobierno priista y les den atole con el dedo. Aprueben la Ley de Consulta Popular que no posee los argumentos legales para revocar la reforma en materia energética.
Un grupo que aun no se conforma legalmente como partido político como es Morena, realice acciones más realistas y factibles como una controversia constitucional para dar marcha atrás a la privatización del petróleo.

El Veracruz de los pobres

La frialdad de los números es el panorama deprimente en que se encuentran sumidos en la pobreza cuatro millones 400 mil veracruzanos, cifra que rebasa la población de 115 países y supera la de 24 estados de la República Mexicana.
El economista veracruzano Rafael Arias es sin lugar a dudas la persona más versada en el universo de las estadísticas y refleja en sus artículos la cruda realidad del otro Veracruz, entidad donde se trata de disfrazar en la oratoria demagógica de los funcionarios que solo hablan de manera alucinante de un futuro promisorio que aún no existe y marginan en su imaginación la realidad del presente. Es premisa contundente al asegurar que retroceso no es igual a prosperidad.
Agradece Maquiavelo la solidaria mención que hace el autor de Mutatis Mutandi. Lo grave es que lo hace volar y lo convierte en un ser insoportable como líder provinciano del selecto club de elogios mutuos.
La economía veracruzana al parejo que la nacional se encuentra con un saldo negativo que rebate en las cifras las declaraciones oficiales de que vamos bien, cuando no existen razones y argumentos sobre una supuesta prosperidad que tiene como base la fantasía gubernamental cuando su desempeño es nulo e insuficiente.
Es el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) quien reporta fielmente el Veracruz de los pobres, organismo que no persigue más que apegarse a la verdad cuando legitima de forma auténtica al poner al desnudo la existencia del otro Veracruz que no vive la fantasmagórica ficción burocrática.