¿Qué vamos a celebrar el 18 de marzo? ¿Ya no será día festivo en el calendario? Era la fecha de la expropiación petrolera efectuada por el presidente Lázaro Cárdenas, cuando se expulsó a las empresas extranjeras que explotaban el recurso energético del subsuelo nacional y maltrataban a los trabajadores mexicanos.
Si algún estudioso revisara el Tratado del Libre Comercio que firmara el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari con el gobierno norteamericano, había una cláusula, donde ya se contemplaba la privatización de Pemex.
Manuel Camacho Solís, uno de los precandidatos a la Presidencia de la República había recibido la oferta de la Casa Blanca, que si les entregaba Pemex lo convertirían en presidente de México.
Lo de la reforma energética estaba planteada desde siempre por el gobierno estadunidense y solo fue esperar que regresara el PRI, para que se cumpliera el viejo pacto. Solo cuestión de tiempo, lo que no se había contemplado es que el PAN sería el que ganara la partida legislativa, se despachara con la cuchara grande y lograra que se regresara a los viejos tiempos antes de la expropiación a los que había opuesto.
El triunfo es de los panistas, el diputado federal veracruzano Juan Bueno Torio se considera como uno de los artífices de esta reforma, aunado a que había trabajado como uno de los directores de esta paraestatal. Es de los que conoce a fondo como la corrupción se encuentra en el ADN de los líderes del sindicato y de los mismos directivos responsables de la inventada quiebra de Pemex.
Se considera Bueno Torio a partir de ahora, como uno de los precandidatos de Acción Nacional para la gubernatura del estado de Veracruz.

Desapareció Azcárraga

Las cámaras de Televisa se olvidaron enfocar el palco del estadio Azteca donde se encontraba Emilio Azcárraga Jean, seguro de que su equipo el América remontaría el marcador adverso al igual que había pasado en la final del campeonato anterior.
Con la goleada de cinco a uno que le propinó el León, el equipo de su odiado adversario en los grandes negocios, Carlos Slim, lo mejor de los locutores fue marginar al dueño del monopolio televisivo.

Tan fácil con solo preguntar

Lo extraño de todas las reformas que se han hecho durante la presidencia de Enrique Peña Nieto y que han sido avaladas por su partido político el PRI-AN, resulta insólito que en la reforma educativa no hayan participado los maestros, que en la reforma electoral no hayan sido consultados los partidos políticos, en la reforma energética ni siquiera se les preguntó a los trabajadores petroleros. Se habla de cientos de miles de mexicanos que resultarán afectados y que en ningún momento se les tomó en cuenta.
Todo se concretó a cabildeos con las bancadas legislativas y la singularidad de esta rareza es que al personal que eran los directamente interesados se les hizo a un lado.
Hasta el final completada la traición se aceptó por parte de los legisladores del PRI-AN la consulta popular. Se violentó el derecho constitucional que tiene el pueblo que se le pregunte si es benéfica o perjudica cualquier medida o disposición gubernamental.
El lema de Salinas de Gortari estuvo vigente: “Ni los veo ni los oigo”.