Por Maquiavelo
Columna: Se Dice Que
Pobres periodistas
2013-12-09 | 22:17:50
No hay día en los medios locales ni algún columnista de prestigio que no critique a los miembros directivos de la Comisión Estatal de Protección y Atención a los Periodistas, lo grave es que sean los mismos miembros de este oficio los más acérrimos enemigos de esta dependencia, que se supone fue creada para beneficio de los reporteros veracruzanos.

Cuando dicha comisión fue creada por el entonces gobernador Fidel Herrera a petición del entonces Colegio de Periodistas de Veracruz, tuvo una gran aceptación y existió un permanente reconocimiento a los ejecutivos de este organismo, cuyo director fuera el jurista Gerardo Perdomo.

El problema no es la institución sino las personas.
Las únicas notas aparecidas durante los años que duró dicha comisión tenían un carácter positivo por la defensa y salvaguarda emprendida en la protección de redactores, fotógrafos y camarógrafos que llegaran a sufrir el menor atropello durante su actividad de ejercer este oficio. Realizaban una estupenda labor, aunado que solo contaba con un presupuesto de escasos dos millones y medio de pesos, muy al contrario a la actual que posee una partida seis veces superior.

La Junta de Gobierno que fuera presidida en aquellos buenos tiempos del pasado por los entonces secretarios de Gobierno, Reynaldo Pérez Escobar y Gerardo Buganza Salmerón, era integrada por reconocidos periodistas en activo y donde ningún miembro recibía ningún salario, situación muy diferente a los actuales, que cobran fuertes sumas de dinero por una labor que nadie reconoce y que ha sido motivo de las peores críticas de sus propios compañeros.

La lucha sigue

Ahora que el corazón de Andrés Manuel López Obrador tuvo problemas, la gran respuesta del pueblo al enterarse de su enfermedad se llegó a la certeza que el político tabasqueño se ha ganado el corazón de México. Además del afecto o simpatía que ha despertado por su lucha desinteresada por los que menos tienen, es el político más congruente que posee la racionalidad social que requiere el país al conseguir que millones de mexicanos reconozcan con sus discursos que existe una enorme desigualdad entre los que lo tienen todo y los que solo conservan la dignidad de una esperanza de vivir mejor.

El idioma de López Obrador es universal, solo se necesita tener un poco de sensibilidad para entenderlo. Por muy lejos que el espíritu vaya, no irá más lejos que el corazón. Para el músculo cardiaco del “Peje” no existe nada pequeño.

México quedó estancado

México es visto como un mercado atractivo para invertir en deuda pública, no en sus empresas y mucho menos en el potencial de sus sectores productivos. Mientras en nuestro país se siga pensando más en la estabilidad que en el crecimiento, mientras que director del Banco de México, Agustín Carstens sea más importante que Luis Videgaray, seguirá la economía mexicana pasada de moda y hasta aburrida para los grandes capitales, a la que los inversionistas no la ven en serio y se van hacia otras latitudes.

Las estrellas en el mercado accionario son las mismas, Slim, Bailleres, Servitje. No hay sorpresas , no hay innovación, son los mismos apellidos de siempre. El presidente Peña Nieto a través de las secretarías de Hacienda y Economía se ha dedicado a administrar lo que encontraron.

México se quedó estancado en el pasado.

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