Nadie los para
Sin ningún protocolo y olvidándose de que al gobernador Javier Duarte apenas se encuentra en la mitad de su administración ya existen los auto destapes de varios aspirantes a sucederlo.

Siguiendo la misma escuela de l exgobernador Fidel Herrera Beltrán, que desde el principio del gobierno de licenciado Miguel Alemán iniciará su campaña de proselitismo, lo que le permitió que a la hora de la gran decisión, estuviera más aventajado y en las encuestas realizadas se encontraba como el mejor posicionado y a pesar de ello su triunfo final fue de sólo 19 mil votos superando a Gerardo Buganza Salmerón. Este último sigue pensando en jugarla para el 2016 por cualquier partido político ya que desde hace tiempo no tiene ninguna ideología que lo identifique con algún instituto político.

Pues bien, después de este largo preámbulo existe una terna local que trabajan en abierto donde figuran los senadores Héctor Yunes Landa, Jose Yunes Zorrilla y el secretario Alberto Silva. Colocados en este orden de acuerdo a la última encuesta sobre el lugar en que se encuentra cada uno dentro de las preferencias de ese estudio de opinión. Por otro lado está Erick Lagos, que cuenta con el claro apoyo de Fidel Herrera y de manera discreta el institucional de Duarte de Ochoa.

A los candidatos del altiplano Miguel Alemán Magnani y José Antonio González Anaya no les interesa venir a su estado natal. La grave situación actual que se vive no los motiva y saben que el PRI Veracruzano en estas singulares e inéditas circunstancias no garantiza.

Por el Partido Acción Nacional siguen cualquiera de los Yunes Márquez que cuentan con un gran respaldo de los ciudadanía veracruzana, conscientes que la decisión paternal es, que este, debe marginarse ya que para ganar debe estar enfocada hacia uno de los jóvenes que han destacado en este complejo quehacer.

El padre Yunes Linares sabe que tendría una costosa campaña negativa que lo convierte en el talón de Aquiles de la familia. Llegó el momento de cumplir su compromiso político interno de hacerse a un lado. Aunado a la desgastante lucha panista de los diputados Julen Rementería y Juan Bueno Torio que también buscarán la candidatura.

Cualquiera de los azules que logra una alianza con el desgastado PRD sabe que tiene los pies adentro del Palacio de Gobierno. Lo mismo ocurriría si un priista de los antes mencionados decide jugarla por fuera. En esta ocasión ser oposición es una garantía de triunfo.

En caso de que hubiera el cambio nacional en el PRD que busca Marcelo Ebrard o Cuauhtemoc Cárdenas no se descarta al doctor Elías Miguel Moreno Brizuela que contaría con el apoyo económico del jefe de Gobierno capitalino de Miguel Ángel Mancera.

Lo que debiera preocupar a Javier Duarte es lo tempranero de estos auto destapes de sus supuestos disciplinados miembros de su partido tricolor y sobre todo la pujante respuesta ciudadana.

Lo grave y que debe inquietar en esta actividad política es cuando gran parte de la sociedad busca el cambio.
Ya usó su primera carta de echarle la culpa a su sucesor, le toca abrir su segunda carta, la de cambiar el gabinete y modificar su equivocada estrategia en la compleja formula de mejorar sustancialmente su civilizada imagen y con ello opacar a los desconsiderados e insolentes adelantados.

Lo cierto es que los que buscan sucederlo ya nadie los para.