De manera paulatina, la militarización se hace patente a lo largo y ancho del país. No hay lugar del territorio nacional donde no exista la presencia de las fuerzas armadas, las cuales asumen día a día un papel más importante.

El secretario de la Defensa, general Salvador Cienfuegos, ha reiterado al igual que sus antecesores que se adopten adecuaciones legales que justifiquen lo que hacen los soldados. “Hemos pedido una legislación para poder trabajar y seguir combatiendo al crimen organizado de acuerdo a la ley. Ahorita lo hacemos única y exclusivamente en apoyo de las autoridades civiles, no tenemos ningún otro apoyo jurídico para participar”.

Poco a poco los militares han ido desplazando a los funcionarios de los estados y de los municipios. Ellos deciden cuando los policías de las entidades deben ser cesados, cambiados o entrenados en las instalaciones castrenses.
El secretario Salvador Cienfuegos pide un marco jurídico que les permita hacer “investigaciones, atender denuncias y todo lo que corresponda”.

El papel que asumirían los militares sería al igual que se viviera un estado de guerra al convertirlos en depositarios de un poder avasallante. Con solo recordar la historia es conocer en qué consiste la existencia de una dictadura militar.

Preocupante que se modifique la constitución para otorgar estas facultades a un rol muy ajeno al que tiene asignado las fuerzas militares.

¿En qué se gasto tanto dinero?

Se espera que haya una reacción sobre la denuncia presentada por cientos de maestros sobre la fortuna amasada por los líderes magisteriales Juan Nicolás Callejas Arroyo y Callejas Roldán.

Lo único que piden los maestros veracruzanos es conocer cuál ha sido el destino de sus cuotas, que por el elevado número de sindicalizados de la sección 32 del SNTE se estima que es una suma que rebasa los mil millones de pesos.

Al agua el túnel de Coatza

No existe una explicación razonable que justifique el retraso de casi una década en la absurda construcción de un costoso túnel sumergido que solo comunica a la ciudad de Coatzacoalcos con la congregación de Allende.

Existe gran interés de varios diputados de oposición por la comparecencia de los secretarios de Infraestructura y Obras Públicas y el de Finanzas, Gerardo Buganza y Fernando Charleston, respectivamente. Para que aclaren ante los representantes populares cuál es la situación que guarda el túnel sumergido y de otras obras que llevan años en proceso y no se pueden terminar.

El legislador petista, Fidel Robles, recriminó al religioso secretario Buganza Salmerón, quien asegura que va a rescindir el contrato, cuando lo primero que debe hacer es deslindar responsabilidades, en una obra que lleva más diez años y que lleva gastados varios miles de millones de pesos.

Se trata de una obra que ha despertado grandes dudas y al parecer están en juego ciertos intereses, ya que resulta raro que la constructora deje de trabajar varios meses, que haya habido varios muertos y que pasado el tiempo, los mismos contratistas retornen a sus trabajos y con ello se les aprueba otras inversiones con más dinero y cero resultados.

Nadie sabe cómo está hecha esta obra y si el túnel es seguro. Todo queda bajo el agua, y se sabe que muchos altos funcionarios del presente y del pasado se han ido al agua.