Por Raymundo Jiménez
Columna: Al Pie de la Letra
Ediles Casquivanos
2013-11-21 | 09:00:58
Hace menos de un mes, el domingo 27 de octubre, el gobernador Javier Duarte de Ochoa les leyó la cartilla a los 111 alcaldes electos de la coalición PRI, PVEM y PANAL, así como a los de Alternativa Veracruzana, que aunque no fue integrado formalmente a la alianza “Veracruz para adelante” es un partido local de reciente creación muy afín al tricolor.
Y es que luego de recordarles que en la elección del pasado 7 de julio la democracia se expresó contundentemente en Veracruz –“Créanme que si alguien sufrió su elección, es el de la voz. La viví dura, fuerte. (…) Aguantamos el temporal, pero estoy seguro que ese sacrificio, que esos momentos tan difíciles y complicados que vivimos, valieron bien la pena: ustedes son presidentes municipales...”–, Duarte de Ochoa les dijo que “ahora lo que les pido es que cumplan con su labor y con su función, con su responsabilidad”.
“En ustedes, en nosotros, en todos unidos está el éxito de Veracruz. Por eso les pido, como gobernador y como compañero suyo que soy orgullosamente de proyecto, que hagan su trabajo como lo saben hacer: con entrega, con transparencia, con responsabilidad, con apego a la legalidad. Que analicen muy bien cómo van a integrar sus equipos de trabajo.
No tenemos oportunidad de error. Tenemos que incorporar a las mejores mujeres, a los mejores hombres en cada uno de nuestros equipos de trabajo. Quiero decirles, porque van a recibir llamadas de veinte, de cincuenta o mil personas, ustedes no tienen compromiso con nadie; si acaso conmigo. Nada más. No se confundan, y no los vayan a confundir.
Porque yo sé que muchos están recibiendo llamadas de allá, de acullá, del pasado, del presente y del futuro. Tienen que ser muy claros y muy puntuales, porque el éxito de Veracruz y el éxito de sus municipios depende de todos los que estamos hoy aquí. De manera particular, en cada uno de los municipios son ustedes los responsables, y del estado, soy yo”.
Sin embargo, dentro de 45 días el gobernador Duarte podrá empezar a corroborar cuántos de esos 111 alcaldes aliados, compañeros de su “proyecto”, atendieron cabalmente su recomendación. Y es que ha trascendido que así como algunos de los nuevos ediles duartistas están resistiendo las presiones de un exgobernador y de aspirantes a la gubernatura, también hay otros desleales que de manera oficiosa están ofreciendo espacios en sus futuras administraciones municipales tanto a quien ya no gobierna como a otros que buscan gobernar Veracruz en 2016, y cuyos recomendados no son los más capaces ni los más honestos.
Pero estos munícipes casquivanos se exponen a que se les aparezca el diablo, pues si bien saben que Duarte de Ochoa les reiteró que “los estimo mucho a todos, a todos”, y les refrendó que “los habré de apoyar con todo, y de manera incondicional”, también deben tener muy presente que el gobernador les advirtió que “habré de pedirles cuentas cuando no estén haciendo bien las cosas”, ya que al final les remarcó que “somos todos un mismo equipo, todos los aquí presentes estamos arriba de un mismo barco, y si les va bien a ustedes, me va bien a mí, y le va bien a Veracruz”. Así que sobre advertencia, no hay engaño.
Polilla cetemista
En su tercer informe de gobierno, rendido el pasado viernes 15, el gobernador Javier Duarte de Ochoa resaltó el extraordinario clima laboral que prevalece en Veracruz, el cual ha permitido atraer fuertes inversiones privadas a la entidad.
“La productividad seguirá siendo el eje de la estabilidad y el bienestar de la gente”, dijo Duarte de Ochoa, quien refrendó que “mi gobierno continuará fortaleciendo su economía, asegurando la justicia laboral, las condiciones y derechos de los trabajadores”.
“Existe un clima de paz y colaboración laboral que brinda confianza al inversionista. ¡¡¡Cero huelgas en tres años!!! Tenemos el potencial, la decisión, y el compromiso… para hacer de Veracruz el mejor lugar para invertir”, remató en su mensaje leído en la histórica fortaleza de San Juan de Ulúa.
Por eso es que sorprende que algunos colaboradores del joven mandatario veracruzano se estén dejando presionar por algunos jerarcas sindicales como Enrique Ramos Rodríguez para bloquear la toma de nota de dirigentes gremiales que le resultan incómodos al líder estatal de la CTM porque no se someten a sus intereses facciosos ni particulares.
Este sería el caso de Silvia Liria Montoya Dupont, recién reelecta como secretaria general del Sindicato Auténtico de Trabajadores del ICATVER, adherido a la CTM que lidera Ramos Rodríguez en la entidad, a la cual le están retrasando indebidamente el reconocimiento legal de su reelección nomás porque se atrevió a romper con algunos supuestos “acuerdos” económicos y sacudirse la costosa tutela política de un dirigente regional cetemista de Xalapa que es protegido por don Enrique.

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