Mientras en Veracruz cerca de 30 municipios aún resienten el efecto devastador de las tormentas tropicales “Fernand” e “Ingrid”, y una porción significativa del magisterio veracruzano sigue protestando por la aprobación de las leyes secundarias de la reforma educativa, en el Distrito Federal y en otras 21 entidades del país, la Secretaría de Educación Pública y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía iniciarán el jueves 26, el levantamiento del Censo de Escuelas Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial.
Un total de 17 mil 432 encuestadores se presentarán a partir de pasado mañana, y hasta el 29 de noviembre, en 237 mil 723 escuelas, oficinas administrativas y sindicales, además de centros de atención múltiple, para censar a maestros, alumnos y personal de apoyo a la educación que trabajan tanto en escuelas públicas como en privadas.
El censo tendrá un costo de 740 millones de pesos porque, además del sueldo y del pago de viáticos, cada uno de los “enumeradores” (como se les ha nombrado a quienes levantarán el censo) contará con un equipo de cómputo y un dispositivo móvil para pasar lista a maestros y alumnos en cada plantel. Además se prevé que este personal del INEGI permanezca al menos dos días en el destino que se les asigne para levantar la información relativa al inmueble, alumnos y maestros.
Este censo tiene 5 objetivos, entre otros, contar con información mínima relevante y necesaria sobre el sistema de educación básica y especial, así como tener una plena ubicación de todos los planteles, los cuales estarán contados en la cartografía del INEGI para georreferenciarlos.
Esta información servirá también para saber cómo está la infraestructura, el equipamiento y el mobiliario de las escuelas, así como los espacios disponibles y la accesibilidad para personas con discapacidad.
El censo tendrá un registro de cada maestro y personal administrativo que labore en las escuelas, incluida su escolaridad, los grupos que atienden y la capacitación que han recibido. Además contará con el registro de cada uno de los alumnos del país, así como sus necesidades educativas, en caso de tener alguna discapacidad.
Los datos personales tanto de maestros, directores y alumnos, será manejada con apego a la normatividad vigente.
La información que arroje el censo permitirá también planear y administrar la educación, y contribuirá a consolidar el Sistema de Información y Gestión de la Educación en México que por primera vez se establece en la reforma a la Ley General de Educación, aprobada hace apenas un mes.
Según declaró ayer el titular de la SEP, Emilio Chuayffet, el levantamiento de este censo en los estados con mayores afectaciones se dará cuando haya mejores condiciones climatológicas. Entre esas entidades, aparte de Veracruz, figuran Tamaulipas, Puebla, Hidalgo, Zacatecas, Colima, Guerrero, Oaxaca, Sinaloa y Chihuahua, donde han sido reportadas inicialmente alrededor de 43 mil escuelas dañadas debido a las intensas lluvias de los últimos días. De todos estos, 500 planteles escolares aparecen con pérdida total, según el informe preliminar del Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa, cuyo personal aún no concluye el recuento de daños en los inmuebles.
El levantamiento de información censal será realizado por personal contratado por el INEGI, quienes entrevistarán en primer lugar al director del plantel sobre las características del inmueble, harán un pase de lista de maestros y de alumnos verificando uno a uno su asignación de grupo, georreferenciarán y obtendrán fotografías de diversas partes de la escuela.
Los cuestionarios de los alumnos serán entregados a los padres de familia para que estos puedan proporcionar información relativa al modo de transporte en el que llega a la escuela, becas que recibe, el acceso a internet y si tiene necesidades de educación especial por presentar algún tipo de discapacidad.
La SEP estima que serán un millón 222 mil 714 maestros los encuestados; 26 millones 283 mil 775 alumnos de educación inicial hasta secundaria, y se incluirán a todos los estudiantes de educación especial o con necesidades especiales.
Una vez entregados los cuestionarios, los “enumeradores” colocarán un cartel con la fecha de la segunda visita para recoger el material debidamente llenado y cuyo proceso concluirá en noviembre.
Se señala que el tiempo que tardará el personal del INEGI en obtener toda la información para el censo de una escuela, dependerá del tamaño de cada plantel, es decir, puede durar desde algunas horas hasta varios días. Y es que en el caso de las instituciones se trata de un cuestionario de 313 preguntas, mientras que para maestros será de 55 preguntas y para alumnos de 33.
Los resultados preliminares del censo se darán a conocer en la segunda quincena de diciembre, e incluirán cifras totales únicamente, escuelas, empleados y alumnos; mientras que los resultados definitivos y a detalle se entregarán antes del 31 de marzo del 2014.
El levantamiento de este censo que anunció desde diciembre de 2012 el presidente Enrique Peña Nieto, en su toma de posesión, con el fin de obtener una cifra precisa de cuántos docentes, alumnos y escuelas de educación básica hay en el país, se preveía que motivara algunas resistencias en determinadas zonas del país, donde mantiene una fuerte presencia el magisterio disidente de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación, según anticipó desde febrero de este año Miguel Cervera Flores, director general de Estadísticas Sociodemográficas del INEGI, quien desde entonces explicó que “vamos a ir a sentarnos y a dar altas y bajas de acuerdo a lo que encontremos en la escuela.
“Es como una auditoría. En caso de no encontrar a los maestros, haremos una investigación especial. Lo que queremos es identificar a la persona que está dando los datos y luego cruzarlo con el Registro Nacional de Alumnos, Maestros y Escuelas, así como con la nómina de la SEP y de los estados.
“Ojalá no exista resistencia al censo, se que va a existir en algunas zonas del país, como Oaxaca, Michoacán, Guerrero, donde vamos a encontrar algunos problemas, pero estoy seguro de (superarlos) cuando los maestros se convenzan de la bondad del ejercicio, cuando vean que la información que se va a generar servirá para todos”, dijo Cervera Flores hace siete meses, cuando el conflicto magisterial todavía no se expandía y crecía en Veracruz, ni en más de la mitad de las entidades del país.