El misterio Z

Las cosas mas raras ocurren en nuestro país. El primero en señalar que había sido capturado Miguel Ángel Treviño el Z-40, fue un periódico del estado de Texas “El Dallas Morning News” y pasaron varias horas para que las fuentes oficiales de México confirmaran el operativo que fue detenido por la infantería de Marina en un camino rural de Nuevo Laredo donde es originario el delincuente.
Se podría decir que el editor del diario estadounidense posee una bola de cristal y que al igual que en Washington todo lo que ocurre en México, los estadunidenses conocen lo que acontece antes que nadie en México.
La otra explicación es que el espionaje ordenado por el presidente Barack Obama es muy eficiente .
Por eso que para los sesudos analistas del área de seguridad mexicano tienen muchas dudas.
¿Cómo fue que primero se enteraron los periodistas estadounidenses?
¿La DEA les dio el “pitazo” de un hecho que ocurrió a las tres de la mañana en territorio mexicano?
¿O sería la DEA quien les avisó a los marinos mexicanos donde se encontraba para que estos lo esperaban con un helicóptero y con un comando de infantes, en un lugar donde pasaría por la madrugada?
El otro misterio es que en los grandes capturas de estos capos sólo participan los marinos y no participan en estos eventos las tropas del ejército y los agentes de la policía federal, se mantienen al margen.
¿Por qué será?


La diligente Profepa.
Tuvo que ser una noticia de ocho columnas para que el responsable de la protección del medio ambiente, Dalos Ulises Rodríguez Vargas, tomara la decisión de retirar las toneladas del material tóxico que se encontraba a la intemperie en el puerto de Veracruz durante los últimos cinco años. El asbesto que se encontró en la Central de Abastos, es un material prohibido en una gran mayoría de países ya que es considerado un material que provoca cáncer en la faringe y los pulmones.
Al ser entrevistado Rodríguez Vargas aprovechó la ocasión para anunciar otras medidas para atender otros problemas graves de contaminación como la mortandad de peces por los derrames de mercurio en el complejo petroquímico de Pajaritos en Coatzacoalcos y el veneno que derrama la alcoholera de Nopaltepec, donde dice que nació el exgobernador Fidel Herrera Beltrán.
De paso se refirió al antiquísimo problema del Coque que se encuentra en la zona marítima del puerto de Veracruz.
Rodríguez Vargas dijo que se atienden las denuncias que hacen los ciudadanos para que la procuraduría ambiental proceda actuar y se realicen los trabajos preventivos.
Señaló que la sociedad veracruzana no debería alarmarse demasiado ya que no hay riesgo que ocurra en los próximos días un “norte” que disperse dicho material tóxico, el que haya permanecido durante años el asbesto al aire libre con sus bolsas rotas, aseguran el personal de esa dependencia que los vientos de los “nortes” esperaron respetuosamente a que haya denuncias para que sean retirados de dicho lugar.
Todas las interrogantes que surgen, sobre ¿qué empresa lo importó?, ¿quién autorizó su ingreso? Los industriales y empresas transportadoras que decidieron depositarlas en un lugar tan expuesto como la central de abastos. Al final nadie sabe y tampoco cual será el destino, donde serán colocados para que aguarden hasta su destrucción. La procuraduría Estatal de Protección del Medio Ambiente del estado de Veracruz se deslindó del problema de la importación del asbesto y acusó al expresidente Felipe Calderón de otorgar esta clase de permisos.
Así de fácil.