Siempre se había criticado al PRI de todos los tiempos, el por qué dentro de sus legisladores no había una sola voz discordante. En la Legislatura local que está a punto de terminar, en ninguna ocasión, hubo un solo voto en contra o al menos una abstención. Todos pensaban igual, y por lo tanto, así actuaban. Donde la desigualdad no se discute ahí hay una triste y cobarde subordinación.
Pero al parecer hay nuevo aires y surgen las primeras voces con cierta independencia. Ya se descubrió al candidato a diputado local Ricardo Ahued señalando el rechazo y el hartazgo de los jalapeños al quehacer de la actividad política electoral y el repudio de la capital veracruzana hacia el priismo.
Con ese ejemplo de autonomía personal, el diputado priista Flavino Ríos Alvarado también mostró su integridad y autodeterminación en la libertad de opinar. Señaló en el curso de una entrevista que sin distinción de siglas partidistas, se deben investigar todas las denuncias que existen en contra de exgobernadores y de comprobarse que existió un delito debe procederse de acuerdo a la ley porque el pueblo está harto de tanta impunidad y corrupción.
Dentro de los cánones de esta disciplina priista estaba bien en esa primera parte de su declaración, pero al abundar, señaló casos concretos como el del exgobernador de Chiapas, Juan Sabines, acusado de un presunto fraude donde involucra a los exgobernadores de Oaxaca, José Murat y de Veracruz, Fidel Herrera, ambos destacados militantes de su partido, con ello demostró su emancipación personal. Pero aún más, el doctor en Derecho, Ríos Alvarado, mostró que su carácter se revela ante las circunstancias y entró en detalles al puntualizar que existe un contrato de cuatro empresas constructoras a las que se les pagaron 1,800 millones de pesos por obras que no concluyeron, y cuyos beneficiarios directos fueron los exgobernadores de Oaxaca y Veracruz.
Dos de las empresas dieron como domicilio fiscal la ciudad de Xalapa, que al igual que otras compañías que participaron en la entidad veracruzana y que resultaron constructoras fantasmas.
El carácter de los hombres se conoce mejor por su discurso, cuando se tiene el valor de decir lo que se piensa y como se debe actuar.

Votos por comida

Por la veda electoral, se ha frenado la entrega de los apoyos sociales como un freno a las actividades de proselitismo de los gobiernos federal, estatal y municipal, pero, por el otro lado, se encuentra la gran necesidad de millones de mexicanos que padecen la pobreza alimentaria y que viven al día para comer.
Si bien se aplauden las medidas que ponen un control al abuso de los gobernantes y de los líderes de los partidos políticos, pero no se deben afectar a los ciudadanos más pobres del país. De allí que estos millones de mexicanos estén dispuestos a vender su voto a cambio de comida.

Reaparición de la violencia
El próximo domingo se vivirá una jornada electoral muy compleja. El congreso veracruzano, el más nutrido en este proceso que se desarrolla en 14 entidades, verá llegar a 50 nuevos legisladores.
Pasan los años y aún no contamos con una reforma electoral definitiva. Seguimos dudando del manejo de las urnas, sospechamos de los que cuentan los votos, de la honestidad de los políticos. Pero lo peor de esta jornada que termina pasado mañana, es la reaparición de la violencia, el aspecto más negativo de nuestra democracia, que se estimaba había sido desterrada hace años.