Ayer se eligieron 50 diputados locales y 212 presidentes municipales dentro de una lista nominal de 5 millones 320 mil 582 votantes.
Bajo un cielo nublado que anunciaba una fuerte tormenta se realizaron las elecciones calificadas como las más controvertidas en el estado de Veracruz.
Estos comicios se dieron dentro de un gran nerviosismo y temor por hechos violentos y una serie de denuncias de los partidos mayoritarios que ocurrieron durante varias semanas que complicaron el desarrollo de este proceso electoral.
Son las primeras elecciones que se realizan bajo la era de Enrique Peña Nieto, donde nuevamente se manejó en esferas locales la absurda versión del carro completo, olvidando que esas épocas hegemónicas pasaron a la historia.
El pueblo de México está despertando y es relevante el contraste entre la retórica oficial y la realidad de una nueva madurez cívica.
Eventos en la que ya no son los gobiernos los que garantizan la seguridad de estos comicios, sino la incongruente presencia de las fuerzas armadas las que avalan bajo la presión de las botas de los militares la equidad y legalidad de esta jornada electoral.
En muchas regiones se habían recrudecido los secuestros, hubo asesinatos de candidatos y de integrantes de sus campañas. Muchos analistas asociaron esta lamentable incidencia de la delincuencia delictiva como un intento de amedrentar a los votantes.
Al momento de redactar esta columna no existe un porcentaje sobre el abstencionismo de la jornada del domingo, pero la declaración del IEV donde hace un llamado a votar es el predominio de lo que parece ser esta inhibición a ejercer este derecho ciudadano la que predominó en esta jornada.
La renuncia de la sociedad veracruzana para asistir a las casillas, es la muestra desolada de un buen número de lugares de votación la que se registró en los supuestamente serían competitivos los municipios de Veracruz y Boca del Río.
Lamentablemente el abstencionismo es una respuesta adversa a la incipiente democracia por la pervertida forma como se manejó esta campaña.

Cambios en el PRD
Después de lo ocurrido en las elecciones se prepara el cambio en la dirigencia nacional del PRD.
Los “chuchos” quieren seguir con el control y tienen como sucesor de Jesús Zambrano a Carlos Navarrete.
Por otro lado se empieza a mover Marcelo Ebrard, lo que vendría a dar un viraje de 180 grados al grupo de Nueva Izquierda que ha tenido a tres presidentes seguidos dentro de la cúpula del sol azteca.
También en Veracruz se exige un obligado cambio debido a que su líder Sergio Rodríguez ya cumplió con su triste papel de títere.

Senadores cuestionan al IEV
La Comisión Especial de Seguimiento de los Procesos Electorales formada por los senadores de los diversos partidos que preside José María Martínez y Martínez llegaron a la conclusión que el Instituto Electoral de Veracruz no cumplió con su arbitraje de neutralidad y no pudo disfrazar su tendencia priísta.
El senador Manuel Camacho Solís también cuestionó a los consejeros al igual que su presidenta Carolina Viveros quienes hicieron gala de un gran cinismo sobre la subordinación que tiene ese organismo con las autoridades estatales.
Los senadores de esta comisión que visitaron en la ciudad de Xalapa al IEV aseguran que se burlaron de ellos.
El panista José María Martínez dice que vio focos rojos en la entidad veracruzana y calificó el desarrollo de este proceso electoral como el más violento que ha vivido el país.