En breve habrán de arrancar las campañas electorales ya con los candidatos oficiales; el próximo 22 de mayo inicia el proceso para quienes buscaran una diputación local y el próximo 30 para los que pelearan por la silla presidencial, mientras tanto el reposo electoral les ha permitido a los aspirantes reunirse en corto con sectores, organizaciones y agrupaciones.
Con el acercamiento de esta batalla electoral, se vislumbra el andar de los jóvenes aspirantes que también luchan por una posición -inquietos, irreverentes y poco disciplinados - de esos que contagian de energía y no de los que se encaminan por el servilismo.
Ello me hace recordar discursos que al pasar de los años siguen siendo vigentes, como aquel pronunciado por el político y expresidente de Chile, Salvador Allende quien decía que ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica.
Y son quienes le ponen el sabor a las campañas, los jóvenes irreverentes para los que no hay edad. En una democracia, sino hay critica, si no hay diferencias y debates de altura, si todo es alago y benevolencia entonces prácticamente nos acercamos a una dictadura.
Por ello se requieren personajes valientes, que levanten la voz, que le pongan el sabor al estilo de hacer política; y cabe destacar que no basta ser joven y universitario, sino aplicar lo aprendido en beneficio de la ciudadanía y más de quienes tienen el interés de servir y no servirse desde un cargo público.
Y es que explicaba claramente Salvador Allende “Hay jóvenes viejos que comprenden que ser universitario, por ejemplo, es un privilegio extraordinario en la inmensa mayoría de los países de nuestro continente.
Esos jóvenes viejos creen que la universidad se ha levantado como una necesidad para preparar técnicos y que ellos deben estar satisfechos con adquirir un título profesional.
Les da rango social y el arribismo social, caramba, qué dramáticamente peligroso, les da un instrumento que les permite ganarse la vida en condiciones de ingresos superiores a la mayoría del resto de los conciudadanos”.
Entonces “estos jóvenes viejos, si son arquitectos, por ejemplo, no se preguntan cuántas viviendas faltan en nuestros países y, a veces, ni en su propio país. Hay estudiantes que con un criterio estrictamente liberal, hacen de su profesión el medio honesto para ganarse la vida, pero básicamente en función de sus propios intereses”
Así es que como decía el político socialista la importancia de ser joven y aspirar radica no solo en buscar el bien propio, sino ayudar con lo aprendido en la universidad y en el camino de la vida.
Por ello es lamentable encontrarse en nuestra política veracruzana con la frivolidad de jóvenes políticos que solo buscan su beneficio personal, su crecimiento político como medio para adquirir mayor poder y no para ayudar y respaldar a su pueblo.
PACTO A LA VERACRUZANA
El PRD debería de ocuparse de su conflicto interno y dejar de proponer pactos que en poco ayudan a la entidad. Por lo pronto ayer los reporteros le preguntaron al Gobernador Javier Duarte, quien no descartó seguir el ejemplo de Enrique Peña Nieto.
Aunque Duarte dijo que en la entidad siempre ha habido un diálogo con todos los partidos políticos; sin embargo, a propuesta del PRD, la cual celebró, “lo veo con muy buenos ojos, acepto y promuevo para que todos los partidos políticos se sumen”.