Hace apenas algunos días, el Gobernador Javier Duarte de Ochoa anunció que el Secretario de Finanzas y Planeación, Salvador Manzur Díaz no sería separado de su cargo tras el escándalo en el que se encuentra involucrado por el presunto desvió de recursos públicos para respaldar las candidaturas priistas.
Javier Duarte se había resistido a renunciar a quien es también considerado un posible sucesor a la gubernatura, pero se vio prácticamente obligado a hacerlo ante la recomendación del Gobierno Federal, ya que no hacerlo significaba prácticamente un desacato y por supuesto un acto de irreverencia.
Y es que una vez que el panista Miguel Angel Yunes Linares exhibiera el audio que implicaba a funcionarios, el Gobierno Federal actuó de inmediato a través de la Secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles cesando a su delegado en Veracruz, Ranulfo Márquez Hernández, para iniciar así el proceso de investigación de una supuesta red de complicidad.
Acto seguido el Gobierno del Estado tenía que actuar en consecuencia, siguiendo el ejemplo del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto y separando del cargo a su amigo, compadre, y compañero -casi de toda la vida- en la política, Salvador Manzur; lo anterior no ocurrió y eso incomodó a quien manda en Los Pinos y pidió que para evitar suspicacias, lo ideal era separarlo.
La estancia del alcalde con licencia de Boca del Río fue fugaz y es que apenas el 12 de marzo había tomado protesta al cargo de Secretario, pero el escándalo político propio de la época electoral lo alcanzó; no podía el Gobierno del Estado cobijar a los supuestos involucrados, cuando la federación fue tajante.
Decíamos hace algunos días que todo este escándalo político de audios y llamadas, sin duda no tiene un sustento legal, solo es provocar ruido en un ataque entre partidos de oposición; ahora como lo anunció el sábado el propio Gobernador, Javier Duarte, Manzur Díaz, solo fue separado de su cargo para “evitar cualquier suspicacia en torno al comportamiento político del Gobierno de Veracruz”, en el debate generado por PAN y PRD.
Lo ocurrido significa un duro golpe para Salvador Manzur quien de haber sabido lo que ocurriría se habría quedado a cerrar su administración como alcalde y así no tendría una “manchita” en su expediente, pero en la política como en la vida diaria, hay riesgos que se tienen que correr; además vale la pena recordar que todo tiene un ¿para qué?
Manzur podría seguir operando aunque desde el anonimato, esperando que el proceso electoral concluya para regresar a la titularidad de la dependencia, tomándose su separación solo como un acto de protocolo, imagen, disciplina y respeto por las acciones y determinaciones, del primer priista del país, Enrique Peña Nieto.
Una vez concluido el proceso electoral, Díaz podría reincorporarse a la titularidad de la dependencia. Mientras tanto Carlos Aguirre será públicamente el encargado de despacho, aunque la realidad sea otra.
URGE CONTESTATARIO
En el auge del escándalo político electoral, entre audios, intervenciones de llamadas telefónicas, y denuncias, al Mandatario Veracruzano le urge un contestatario con agallas y conocedor de la leyes, de lo contrario su imagen quedará muy sobreexpuesta, si solo él es quien sale a defender a su administración y es que el Secretario de Gobierno, Gerardo Buganza no da una, dejando en claro, que el manejo de la política interna no es lo suyo.
@magzamu