OPOCISIÓN SE ANOTA UN PUNTO A FAVOR
Magda Zayas Muñoz

Mientras el gobernador Javier Duarte de Ochoa instalaba en Coatzacoalcos el Mando Único Policial, en la ciudad de México, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, se generaba una discusión entre legisladores federales, ante la petición de la fracción del PAN para que el mandatario veracruzano compareciera ante la PGR por el supuesto desvió de recursos públicos para favorecer a los candidatos priistas.
Medios de circulación nacional difundían que los legisladores del Partido Revolucionario Institucional habían frenado la petición del PAN para que Duarte compareciera ante la PGR; aunque finalmente la petición se trataba de mero protagonismo, ya que el escándalo electoral de Veracruz para la oposición se había apaciguado con la salida del secretario de Finanzas, Salvador Manzur.
Y es que como se recordara el pasado martes, en el Salón Tesorería del Palacio Nacional fue signado el cuestionado (adéndum) al Pacto por México junto con los líderes nacionales de los partidos políticos, que se habían negado a la continuidad, tras el escándalo en tierras veracruzanas.
El adéndum que no es otra cosa que un anexo que se hace a cualquier documento o escrito, que normalmente se usa para completar un documento, que por cuestiones de olvido voluntario, distracción o la obtención de nuevos datos, no se encuentra en el documento principal, fue finalmente signado.
Como era de esperarse a dicho pacto le fue incluido, el apartado solicitado por el PAN y PRD referente al compromiso de sancionar a transgresores electorales; Blindaje electoral; profesionalización de los delegados federales y comisiones plurales e instalación de mesas de trabajo con el Consejo Rector para presentar una propuesta de reforma política.
Pero pocos notaron, lo significativa que fue la salida del secretario de Finanzas, Salvador Manzur para que finalmente el Pacto por México se reestructurara; de ahí que la cabeza del ahora exfuncionario estatal fuera esencial para que PRD y PAN dieran continuidad.
Gustado Madero, dirigente nacional del PAN, acotó “competir y denunciar no son acciones excluyentes sino complementarias”; mientras que Jesus Zambrano, dirigente nacional del PRD, dijo “los compromisos aquí adquiridos para no lucrar, no deben verse como compromisos políticos, deben verse como compromisos éticos”.
El tema del pacto estaba prácticamente condicionado al escándalo Veracruz y como se dijo en días pasados en esta columna, la petición del gobierno federal al gobernador Javier Duarte fue tajante respecto a la salida del alcalde de Boca del Río con licencia.
El regocijo de la oposición por lo logrado era evidente; y los contrarios al partido político en el poder asumen que la guerra electoral apenas inicia, ya que con los nuevos acuerdos, asomaran y exhibirán cualquier anomalía que durante el proceso electoral en Veracruz pudiera presentarse.
PRD DIVIDIDO
No solo en Veracruz hay un PRD dividido donde el propio legislador, Uriel Flores Aguayo acusa desde la ciudad de México al actual dirigente estatal, Sergio Rodríguez Cortés de ser un palero del Gobierno de Veracruz y de tener al sol azteca de cabeza con la imposición de candidaturas, sino que a nivel nacional ocurre lo mismo.
Y es que mientras Jesús Zambrano signaba la continuidad o adhesión del pacto, la senadora Dolores Padierna calificó como un entreguismo la participación de su líder en el pacto “Las cosas iban muy bien, hasta la firma del pacto porque eso fue un entreguismo de parte de un sector del partido, que nosotros no compartimos, eso afectó sensiblemente la unidad”. Así las cosas en el PRD.