Por Catón
Columna: DE POLÍTICA Y COSAS PEORES
2013-03-14 | 22:14:14
“Se trata de tu esposa” –le dijo en la cantina un tipo a su amigo. “¿Qué pasa con mi esposa?” –se alarmó el otro. Responde con sombrío acento el primero: “Creo que nos está engañando”… El conferencista les decía a las damas asistentes que debían interesarse en lo que hacían sus maridos; mostrar interés por su trabajo, por sus hobbies. Le preguntó a una: “A usted, señora ¿le interesa lo que hace su marido?”. “Claro que me interesa –respondió con firmeza la mujer-. Hasta contraté a un detective para que lo averigüe”… Tres individuos llegaron al mismo tiempo al Cielo. San Pedro le preguntó al primero: “¿Le fuiste fiel a tu esposa?”. “No siempre –confesó el tipo-. Tuve tres o cuatro aventuras en mi vida de casado”. “Podrás entrar al Cielo –le indica el apóstol de las llaves-, pero por tus infidelidades recibirás sólo un coche compacto para transportarte”. San Pedro llamó al segundo hombre y repitió la pregunta: “¿Le fuiste fiel a tu mujer?”. Contestó el individuo: “Sólo una vez en la vida la engañé”. “Tienes derecho entonces a un automóvil mediano” –le dijo San Pedro al tiempo que le abría la puerta de la morada celestial. Se volvió el hacia el tercer sujeto y le hizo la misma pregunta: “¿Engañaste a tu esposa alguna vez?”. “Jamás –responde el individuo con firmeza-. Siempre le fui absolutamente fiel; no le falté ni con el pensamiento”. Le dijo el portero celestial: “Entra y recibe tu premio: un automóvil de lujo; el más grande de todos”. A los pocos días los tres coincidieron en un semáforo en rojo. El que iba en el coche lujoso lloraba desconsoladamente. “¿Por qué lloras? –le preguntaron los otros-. Fuiste el más afortunado; mira el coche que traes”. “Sí –contesta lleno de aflicción el tipo-. Pero acabo de ver pasar a mi mujer. Iba en patines”… Me pregunto si están madurando ya los políticos mexicanos. Su comportamiento en estos primeros meses del nuevo sexenio ha sido impecable: la derecha no muestra los sistemáticos remilgos y reticencias de antes; la izquierda no es ya el chivo en cristalería que fue ayer. Eso no significa en modo alguno que la Oposición haya desaparecido, y que todo sea miel sobre hojuelas para la administración de Peña Nieto, pero evidencia una nueva actitud de diálogo y concertación que los enconos de antes impedían. Eso habla bien tanto del Gobierno como de los partidos, pues de ese acuerdo pueden surgir cosas buenas para México. Hay quienes tienen talante cerril. Atados a sus dogmas se oponen automáticamente a todo, las más de las veces solo por joder. Su programa consiste en llevar la contraria. Profesan un maniqueísmo elemental según el cual ellos son los buenos y todos los demás los malos. Parece ser que se están quedando atrás, y su figura se empequeñece cada día. Bienvenida, por necesaria, una oposición racional, razonada y razonable, pero decir que no a todo no conduce a nada. Hablando se entiende la gente. Toda, menos la que no entiende… Decía un señor: “En cuestión de sexo mi esposa es algo extravagante. Me amarra a la cama”. Comenta uno: “Eso lo hacen también algunas parejas”. “Sí –reconoce el primero-. Pero mi mujer me amarra y luego se va no sé a dónde”. (Nota: Otras veces la señora le proponía: “Vamos a hacerlo ahora con la luz apagada”. Él apagaba la luz, y ella se escondía)… Unos novios se presentaron ante el reverendo Rocko Fages, pastor de la Iglesia de la Tercera Venida. (No confundir con la Iglesia de la Tercera Avenida, que permite el adulterio a sus miembros con tal de que no se cometa en horas de trabajo). Le dijeron: “Pastor: ¿es malo tener sexo antes del matrimonio?”. Contestó el reverendo: “Sólo si eso retrasa la ceremonia”… El hijo de don Poseidón le hizo una confesión: había tenido relación carnal con cierta chica, y ella le contagió una gonorrea. “Así me gusta m´hijo –felicitó el viejo a su retoño-. Qué bueno que ande usté con muchachas a la antigüita; no como las de ahora, que le pueden contagiar herpes o sida”… Libidiano, hombre proclive a la concupiscencia de la carne, conoció en el lobby bar de un hotel a una rubia espectacular. Ella le comentó: “Soy actriz de cine pornográfico”. Libidiano le propuso una cita. Dijo la guapa fémina: “Voy a filmar el martes, el miércoles y el jueves. ¿Nos vemos el viernes?”. “Er… -vaciló Libidiano-. ¿Qué te parece si mejor nos vemos el lunes?”. (No le entendí)… FIN.
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