El PRI tras cumplir 84 años, con una breve pausa de doce sin tener el poder, se decidió cambiar sus estatutos y con la presión de poderosas razones políticas camuflar su ideología y disfrazar sus principios.
Decidió aumentar impuestos por la ruta del IVA a las medicinas y alimentos, una medida totalmente antipopular y así demostrar su verdadera máscara, acción que indiscutible traerá serias consecuencias en las próxima elecciones.
Al quitar el candado que para ser gobernador tenía que contar con un puesto de elección popular y la de aceptar candidatos externos, tiene en el fondo un escondido propósito que beneficia a ciertas personas que están en la mira de Enrique Peña Nieto, quien ya hizo oficial su propiedad del “dedo elector”.
Es un aviso que tiene su jiribilla para un veracruzano que no figura en el Congreso de la Unión, ni tampoco ha sido presidente municipal.
Preocupante la pobreza del priismo en el proceso selectivo de candidatos a las diputaciones locales del estado de Veracruz, absurdo que vuelvan a ser los mismos que están en el poder y son contadas las caras nuevas.
¿Será tan grave la escasez de figuras en el partido tricolor?
¿Qué no hay otros priistas que merecen la oportunidad?
El repetir a los mismos personajes, algunos muy quemados, es símbolo inequívoco de cierta indigencia política.

Las “tribus” del PAN

Con el mismo estilo del PRD, en el PAN surgieron las tribus partidistas donde que cada una tiene a sus propios líderes y así figuran los corderitos y maderistas como los más fuertes, seguidos de los desdibujados miembros del Yunque y por último los escasos independientes.
Los calderonistas se esfumaron y los foxistas son apestados.
Quieren modificar la elección de consejeros a fin de que no se concentre entre los panistas que viven en la capital. Ellos tenían el 50 por ciento de los 300 miembros. Ahora quieren que se reparta el total entre los estados, el riesgo es el surgimiento de los cacicazgos locales, como el de Veracruz que controla Miguel Ángel Yunes Linares o el de Ernesto Cordero que tiene bajo su mando las bancadas de legisladores federales.

Avantes Silva y Gándara

Según encuestas y análisis de la clase política local, aseguran que los dos candidatos a las diputaciones locales de Poza Rica y Tuxpan, Alfredo Gándara y Alberto Silva, respectivamente, no tienen el menor problema para salir con el triunfo electoral en la bolsa, los que sí se las verán difíciles serán los aspirantes a las alcaldías de estos dos municipios, los más importantes del norte de la entidad, por el triste recuerdo de los antecesores de estos cargos durante la administración fidelista, los señores Pablo Anaya y José Ramón Ganem, que dejaron endeudados a los ayuntamientos que presidieron.
Al que escojan los priistas no hay habitante de aquellas ciudades que se exprese de manera negativa, ya que tenían la ilusión que aquellos funcionarios del opaco pasado serían castigados. Nueve de cada diez taxistas opinan que el pueblo perdona, pero no olvida.
El problema de la basura en Poza Rica es toda una bronca, hoy en día, el pueblo irritado la arroja en las calles. Situación que se ha agravado, ya que se les otorgó a los responsables de recogerla una concesión por quince años y en forma burlona aseguran que el anterior alcalde tuvo quince millones de económicas razones para otorgar este redituable permiso.