El dorado exilio

Si existe el registro en la Secretaría de Relaciones Exteriores sobre el otorgamiento de una embajada al exgobernador veracruzano Fidel Herrera Beltrán. Se podía afirmar que hoy el día se le puede anticipar a sus patronímicos el de “Señor embajador”. Si bien se pidió que su designación no saliera en el primer paquete, su nombramiento para ser el representante de México en Venezuela es un hecho. Sus cartas credenciales ante el presidente Hugo Chávez están elaboradas.
Las razones que se manejaron en los círculos diplomáticos de la ciudad de México se fundaban sobre la costumbre del ex presidente Carlos Salinas de Gortari de enviar al extranjero aquellos personajes que pudieran hacer sombra o afectar al gobernante en turno. Al tiempo que se especulaba en la ciudad capital la gran fuerza política que tenía el ex presidente Salinas con el actual mandatario Enrique Peña Nieto, de allí salieron las primeras versiones.
Esa tradición cobró fuerza cuando decidió Salinas de Gortari enviar fuera del país a los veracruzanos más influyentes como el ex procurador Ignacio Morales Lechuga y al ex gobernador Dante Delgado Rannauro, esto surgió cuando tomó la decisión de nombrar al potosino Patricio Chirinos Calero, gobernador de Veracruz. Era tal la obsesión presidencial por su amigo el exsecretario de SEDUE, a fin de que para que no hubiera ninguna influencia del exterior que hasta al secretario de Gobernación Fernando Gutiérrez Barrios, lo cesó antes de que pasaran los primeros cincuenta días del nuevo gobernante.
En aquella ocasión Salinas de Gortari les dio la gran oportunidad de que Morales Lechuga y Delgado Rannauro escogieran la sede diplomática. Por su esposa Jacqueline Brock de orígenes galos escogió Francia el connotado notario y por su apellido materno Rannauro seleccionó Italia el ahora líder moral del Partido Movimiento Ciudadano.
Fidel Herrera intentó que lo designaran a otro país, argumentó el manejó de varios idiomas, se le tuvo que decir diplomáticamente “todavía agarrado y con garrote.” Fidel se va a quedar un poco más de tiempo y es de los “ex” que si hacen una gran sombra donde muchos políticos se guarecen.
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La renuncia del papa.
Posiblemente la memoria de los jerarcas de la iglesia católica mexicana se quedó en algún lugar secreto de alguna sacristía. El papa Benedicto XVI tenía programado un nuevo viaje a México, pero un amplio reporte de curas mexicanos como Marcial Maciel de los Legionarios de Cristo, donde los casos de pedofilia registrados pareciera un grueso directorio telefónico provocó entre otras cosas y motivos que mejor renunciara. Los sacerdotes mexicanos violaron los mandamientos Sexto y Séptimo sobre “el adulterio” y el “no robarás”, como ocurre con el banco del Vaticano y las canastas donde recogen las limosnas como alcancías de las iglesias.
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¿Pactar con el crimen organizado?
No obstante que surgieron fuertes presiones de todo tipo para que el gobernador Javier Duarte pactara al principio de su gobierno con los diversos grupos del crimen organizado que operan en todo el país, tomó la decisión de afrontarlos hasta al grado de poner en riesgo la seguridad de su familia.
Como cualquier persona vivió el temor de haberse equivocado, pero la convicción tomada esta, como la conciencia del espíritu le dio con el tiempo la razón. La situación de violencia hubiera sido diferente como ocurrió en otras entidades, donde gobernadores que si negociaron en la actualidad están más que arrepentidos. Los cárteles no sólo se quedaron con el control de las plazas y la violencia que pensaron ilusamente en lugar de disminuir se incrementó de manera desproporcionada . Lo que falta a los funcionarios en las grandes circunstancias no es sólo es el talento y el juicio, sino el carácter y la voluntad para poner a prueba su máxima firmeza de la que es capaz un hombre.