La parte más difícil y compleja de la campaña electoral para renovar la Presidencia de la República y el Poder Legislativo Federal se inició este principio de semana. Las encuestas publicadas en estos últimos días muestran resultados tan disímbolos que causan una gran confusión dentro del electorado.
Más importante que conocer estos estudios de opinión es lo que piensan y dicen los candidatos de los diversos partidos políticos. Ellos no se engañan con lo que aseguran las empresas encuestadoras. Saben y perciben en sus visitas y actos de proselitismo la realidad del momento.
Aprendieron a no equivocarse cuando les mienten y les simulan que el pueblo los quiere y van votar por ellos. No pueden engatusar los priistas cuando ellos son los que pagan a los acarreados, el transporte y los alimentos de quienes asisten a sus mítines. La verdad se había cifrado en lo que opinan los candidatos y el optimismo que en un principio tenían con la juvenil figura y el atractivo visual de Enrique Peña y su nueva y bella esposa, Angélica Rivera, se ha esfumado.
Ellos coinciden que era una candidatura artificial y les hubiera ido mejor con la consistencia política y cultural del senador Manlio Fabio Beltrones, el alumno consentido de Fernando Gutiérrez Barrios. En todos los aspectos es mejor el exgobernador sonorense y exsubsecretario de Gobernación. La experiencia y conocimientos superan por mucho a la ignorancia y engreimiento.
Los candidatos priistas veracruzanos tienen informes que están en serio riesgo de perder la elección y no es tanto que sus opositores sean mejores, lo que ha pasado es que el “efecto Peña” se convirtió en un negativo “defecto Peña”.
Investigadores y politólogos de la UNAM han llegado a la conclusión de que se equivocaron en el PRI, en la estrategia de vender como producto publicitario a Enrique Peña Nieto con su compañera “La Gaviota”. No se trata de inventar lo ilusorio de una imagen. No es el simple carisma de una persona.
Tiene que ser un político maduro más consistente y coherente. Con el temple y la firmeza para conducir los destinos de un país. Un estadista. Punto.
Resulta ridículo la comparación que realizaron sobre las posibles primeras damas del país, en las personas de la actriz Angélica Rivera y Beatriz Gutiérrez, esposa de López Obrador. Las dos son capitalinas y casi de la misma edad. Angélica tiene estudios de primaria y secundaria. Beatriz posee los grados de licenciatura, maestría y doctorado de la Universidad Iberoamericana.
Actividades: Angélica, Rostro del Heraldo de México y doce telenovelas. Beatriz es maestra universitaria y periodista.
¿Quién sería la más conveniente para el pueblo de México?
Por eso están tan preocupados los políticos priistas.
Como remate, se le ocurre al diputado Jorge Carvallo, coordinador estatal de la campaña del candidato Peña Nieto, organizar una marcha de jóvenes a favor del candidato priista. Que quede claro que se trata de jóvenes no de estudiantes o trabajadores. ¿Sería interesante cuánto va a costar de los impuestos al pueblo?
Que no ofendan a los miembros del movimiento #Yosoy 132. Ellos no son acarreados y mucho menos porros. La nueva generación del presente siglo no se puede manipular.
Son secuelas del pasado del señor Carvallo Delfín, que en estos nuevos tiempos ya no son viables.
Para qué revivir en el estado de Veracruz la Primavera Mexicana.
Carvallo Delfín no puede olvidar que figura en el mismo expediente de Erick Lagos y eso daña a Tío Fide y a Peña Nieto. Hay que mantenerse al margen.