Con la resolución del expediente 995/2006 a favor del doctor en Derecho Salvador Valencia para que se le restituyan todos sus derechos como presidente del Consejo directivo de la Universidad de Sotavento, quedaron al desnudo los turbios negocios del actual secretario Marcelo Montiel y del ahora magistrado Edel Álvarez Peña. Salvador Valencia Carmona fue rector de la Universidad Veracruzana y alcalde de la ciudad de Xalapa, es reconocido como una autoridad tanto en la rama del Derecho como por su brillante actividad académica.
Los actuales directivos de ese centro de estudios tendrán que rendir cuentas sobre utilidades y ganancias obtenidas durante el periodo del mes de diciembre de 1994 hasta el mes de abril del presente año.
En una amplia nota informativa del destacado periodista José Luis Pérez Cruz, se dan a conocer toda clase de pormenores de las irregularidades que existieron para suspender de sus funciones al originario de Coatzacoalcos, doctor Valencia Carmona, que van desde una falsa renuncia que se presentó en asamblea espuria.
Marcelo Montiel durante su primer periodo como alcalde dio en comodato un predio donde se ubican las instalaciones de dicho centro de estudios y Edel Álvarez formó parte del Consejo de Administración espurio.

LA RESPUESTA DE PEÑA
El candidato priista Peña Nieto, que ha estado sometido a grandes protestas de los jóvenes universitarios dijo: Las críticas al presidente “en todos sus estilos y formatos serán escuchadas, respetadas y tomadas en cuenta. En una presidencia democrática no caben ni la violencia en contra de los periodistas ni la censura”.

TERMINÓ LA PESADILLA
Durante una de las marchas antipriistas ocurridas en esta ciudad de México con la participación de miles de estudiantes universitarios, se hizo notable el nacimiento de un movimiento de abierto rechazo al partido político más antiguo del país. Un razonamiento ciudadano que permanecía paralizado y que encontró en la respuesta de los jóvenes un nuevo camino para manifestarse, darle una sacudida a este proceso electoral y cambiar los escenarios.
El maestro universitario José Antonio García e investigador del Instituto de Filosofía, calificó el retorno del PRI como un matrimonio que después de transcurridos 70 años y con un largo divorcio de más de una década, se quiere convencer a la pareja que habrá un cambio radical y que será una nueva luna de miel. Era una verdadera pesadilla la que se vivía en esta campaña y que al fin alguien nos despertó. Lo peculiar de este movimiento estudiantil es que no se expresa contra del gobierno sino contra el PRI. Pero esto se debe a que el regreso de ese partido al poder se visualiza como el del viejo régimen de Carlos Salinas.
Como afirma el periodista Carlos Loret de Mola: “Ciudadanos hartos de la realidad política, que no han definido su voto, pero que tienen claro que el regreso del PRI no es lo que desean”.
A medida que pasa el tiempo se va descorriendo el telón, y entender que no se trata de que es una multitudinaria acción de la sociedad mexicana que revivieron los estudiantes del antipriismo nacional de siempre, que tendrá que decantar su voto hacia otros partidos políticos y los buenos candidatos del partido tricolor a cargos legislativos, tendrán que reconocer y entender lo que ocurre a lo largo y ancho del país, para actuar en consecuencia. Todo el negro pasado del priismo tiene un elevado costo y los priistas tienen que asumirlo. No hay de otra.