¿Qué diferencia existirá entre los directivos o rectores de las universidades del país con sus colegas del estado de Veracruz? No obstante que varios candidatos al Congreso de la Unión, de los diversos partidos políticos, han pedido asistir a estos centros de estudios superiores. Los propietarios les han cerrado las puertas.
Es más, ni siquiera les han contestado las peticiones que respetuosamente han sido formuladas por escrito. Hay una cerrazón completa. ¿A qué le tienen miedo, que ocurra lo mismo de la Universidad Iberoamericana o del Tec. de Monterrey?
La Universidad del Valle de México, que fuera hace poco la Villa Rica les tiene prohibidos a maestros y alumnos formular cualquier invitación.
Lo más extraño es que la Universidad Veracruzana que debiera ser la bandera de este movimiento de la juventud mexicana, permanezca ajena y apática a lo que sucede en el país. De manera especial de acuerdo a ideología y principios del rector Raúl Arias Lovillo, como una persona liberal, a tono con la realidad universitaria de México, admita esta conspiración del silencio y no atienda esta petición que permita conocer al estudiantado lo que ofrecen los diversos candidatos.

El gran misterio
No se hace raro que en los mítines que organizan el PRI y el PAN, los asistentes se presenten uniformados. Estrenan camisas y playeras de un mismo color, gorras idénticas, banderolas, manitas aplaudidoras y las porras ensayadas.
Como si se trataran alumnos de una escuela con la misma vestimenta. La duda de que si no son acarreados. ¿Cuándo salen de sus casas por qué son iguales en su equipamiento? ¿Habrá alguna barata de algún comercio donde todos los afiliados a esos partidos les ofrecen a precios rebajados los mismos artículos?

El peine de Milenio
En el programa de Tercer Grado de Televisa, realizado por los conductores de noticieros de esa empresa, también participan dos periodistas que trabajan como ejecutivos del periódico Milenio, Carlos Marín y Ciro Gómez Leyva, con ello se suponía que eran ajenos a la televisora y se daba la imagen de cierta pluralidad. Pues resulta que todos ellos son lo mismo, con los mismos intereses de un solo grupo empresarial comprometido con el PRI y con Enrique Peña Nieto.
Las encuestas de Milenio son de acuerdo con Televisa. Al principio resultaba extraño para los conocedores de esta metodología de investigación, las cifras tan ajenas a una realidad que vinieron a demostrar los jóvenes de las universidades privadas y las redes sociales que enseñaban que las mayorías estaban del lado que según Milenio estaba en tercer lugar.
Las fotos donde no existen acarreados muestran lo equivocado de las encuestas.
El periodista Héctor Tajonar que tenía un espacio en dicho diario, se vio obligado a renunciar cuando se le prohibió escribir en contra del monopolio televisivo y por ende con el candidato de la empresa, el priista Enrique Peña Nieto. Si alguien estorba es preciso neutralizarlo.
Es por todos conocido que en el ámbito de los medios de comunicación, los intereses empresariales se traducen en política editoriales.
En este oficio no se puede ocultar quien es quien. Las plumas que están subsidiadas por el gobierno son por todos conocidas. Dan pena ajena por ser buenos redactores.