Nadie se puede imaginar cuál será el final de esta primavera mexicana, que al igual que en 1968, los estudiantes universitarios despertaron una nueva y realista conciencia al pueblo mexicano.
En aquella ocasión del ardiente otoño, en Veracruz lo gobernaba Fernando López Arias, había sido exprocurador de la República y contaba con la experiencia de la mano dura de aquellos tiempos. Los estudiantes como Juan Zanoni y Othón Hernández, ambos de la entonces Facultad de Periodismo de la UV, habían tomado el liderazgo local, como pálido reflejo de la rebelión del liberal Comité de Huelga de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Se atrevieron estos aspirantes a periodistas a protestar y tomaron el palacio municipal del puerto de Veracruz. No pasó ni dos horas cuando fueron detenidos y posteriormente fueron remitidos a la cárcel de Xalapa.
Lo ocurrido en esta primavera del presente año electoral tiene similares connotaciones con el movimiento del 68, coinciden en el repudio por la irresponsable comodidad de la parcialidad de los medios de comunicación. En aquel entonces el símbolo de rechazo era el grito unánime de “Prensa vendida”, ahora el referente es parecido solo que lo condensa la empresa Televisa.
Había en aquel entonces la hegemonía de un solo partido político y al igual que en el violento 68, es el mismo organismo partidista que aglutina 48 años después el rechazo del pueblo de México.
Las cosas no han cambiado, es el mismo instituto político de los dinosaurios, con la única diferencia que son otros protagonistas.
Pareciera que se olvida en México lo que ocurrió en la pasada primavera en los países del Medio Oriente, donde hubo sangrientas revueltas para tirar a regímenes que llevaban más de 40 años en el poder. En México después de setenta años de pésimos gobiernos aún quieren regresar.

APARTIDISTAS QUE VOTAN
Los estudiantes universitarios en su movimiento “#Yosoy 132” dicen que son apartidistas, que no apoyan a ningún candidato presidencial, de lo único que se puede asegurar es que como grupo, no votarán a favor de Enrique Peña Nieto.
Pero no solo será contra Peña, también lo harán en contra del PAN, el partido que ha gobernado en los últimos doce años y que no ha podido garantizarles un mejor futuro.

COQUETEO POLÍTICO
El exgobernador Narcizo Agúndez, de Baja California Sur, tenía más de un año que había sido expulsado de la coalición de partidos de la izquierda que lo había postulado. Se argumentó desde el principio de su administración que coqueteaba con los candidatos priistas y que durante los últimos tres años de su gobierno, se negó a recibir al licenciado López Obrador que andaba en su peregrinaje político por todo el país.
Su alejamiento del PRD, PT y Convergencia de aquel entonces era total. Entregó el gobierno a una persona que postuló el Partido Acción Nacional. Para el señor gobernante era lo mismo el PRIAN. No se esperaron los líderes del sol azteca a que lo detuvieran para hacer un deslinde. Lo cierto es que buscó refugiarse en las filas de la candidatura de Enrique Peña Nieto, pero con los antecedentes pospusieron la incorporación al PRI, como propaganda que se planeaba sobre la deserción de estos políticos opositores y la suma por el gran arrastre de la candidatura de Peña Nieto.