Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Gordillo: ruptura mortal
2012-01-29 | 21:14:45
En la más reciente edición semanal que comenzó a circular ayer domingo, la revista “Proceso” publica “la historia verdadera” acerca de la ruptura de la alianza del PRI con el PANAL, el partido fundado por la profesora Elba Esther Gordillo en 2005.

Si la versión recogida por el semanario de don Julio Scherer García es totalmente cierta, entonces la separación no fue tan “amistosa” como el pasado viernes 20 la dirigencia del Revolucionario Institucional pretendió hacer creer a la opinión pública al confirmar oficialmente en el noticiario estelar nocturno de Televisa la disolución del convenio con el partido gordillista.

Sobre este distanciamiento se habían tejido varias hipótesis. Algunos analistas políticos cercanos a Gordillo habían aventurado incluso la presunción de que fue la maestra quien habría propiciado la separación ante la presión ejercida contra Peña y el CEN del PRI por algunos grupos y capos de la nomenclatura priista en protesta por la cuota de candidaturas al Senado de la República cedidas al PANAL, por lo que la pragmática lideresa del SNTE habría decidido romper la alianza para ir con un candidato propio como en la sucesión presidencial de 2006, pero que a la hora de la elección maniobraría para apoyar al abanderado priista como hace seis años lo hizo con Felipe Calderón, del PAN.

Sin embargo, ahora ha trascendido que la separación no fue tan tersa como se había difundido, y que Gordillo y sus personeros están muy resentidos con el PRI y su candidato presidencial por no haber cumplido con sus acuerdos.

Según la versión recogida por el reportero José Gil Olmos de un personaje cercano a Gordillo que estuvo muy cerca de los hechos del pasado viernes 20, la discusión fue tan fuerte, “al grado de insultarse”, entre Juan Díaz de la Torre, secretario general ejecutivo del CEN del SNTE, y Luis Videgaray, coordinador de la campaña de Peña Nieto. Los gritos y amenazas surgieron “cuando el primero le dice que hay que cumplir los acuerdos como hombre y que si Peña Nieto no cumple su palabra, menos la va a cumplir si llega a la Presidencia”.

Sin embargo, oficialmente, la versión que se difundió primero sobre la disolución de esta alianza remarcaba que había sido en términos muy amigables. En su comunicado, el PRI detalló que “no se alcanzaron las condiciones políticas necesarias en los equilibrios internos de los partidos” y que “esta decisión se tomó con el interés fundamental de respetar y preservar la unidad y los derechos políticos de los militantes de los tres partidos”.

Por su parte, el dirigente del PANAL, Luis Castro Obregón, explicó que el principal desacuerdo fue que el PRI quería ampliar a más de 10 estados la alianza, lo que impide la ley, y que por ello habían tomado la decisión de ir por separado.

Pero según la versión dada por otros gordillistas a la revista “Proceso”, detrás de las declaraciones oficiales la historia es otra, más compleja, llena de intereses de Gordillo y de venganzas de algunos miembros del PRI lastimados en el pasado reciente por la lideresa del SNTE, a la que ahora le cobraron las facturas. Entre ellos se mencionan al senador sinaloense y ex candidato a la Presidencia, Francisco Labastida Ochoa, quien atribuye parte de su fracaso electoral en la sucesión del 2000 a las traiciones de Maricruz Montelongo, hija de Elba Esther; al senador Manlio Fabio Beltrones, aspirante presidencial vetado por la maestra; al dirigente de los burócratas, Joel Ayala, a quien le dividió su Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, y a los madracistas que venció en 2006.

Algunos gordillistas predicen que este resquebrajamiento tendrá consecuencias graves no sólo para el PRI sino también para la propia maestra, la cual podría concluir su reinado de 23 años al frente del sindicato magisterial más numeroso de México y toda Latinoamérica.

Según relató uno de los cercanos de Gordillo al reportero de la revista “Proceso”, el día que le confirmaron la ruptura del PRI, la profesora, sumamente enojada, gritó en una reunión con colaboradores y familiares en su casa de Polanco, que “¡esto es un ‘quinazo’!”, en alusión al golpe que al inicio de su administración, en enero de 1989, le dio el presidente Carlos Salinas de Gortari al líder petrolero Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”.

De acuerdo con la versión de este colaborador de Gordillo, la maestra “dijo que no descartaba que detrás de esto estuviera Carlos Salinas, que se trataba de un ‘quinazo’ y que lo que más le preocupaba era que Peña Nieto no estuviera tomando decisiones, sino gente perversa que estaba en su contra, refiriéndose a Manlio Fabio Beltrones, Francisco Labastida, Pedro Joaquín Coldwell y Joel Ayala”.

En cuanto a Videgaray, la maestra lo habría tildado de ser un “muchacho sin ninguna formación, arribista, que se dejó sorprender y manipular por Manlio, Coldwell, Labastida y Joel Ayala, acusándolo de traidor”.

Una de las razones expuestas por el PRI para deshacer su acuerdo con Nueva Alianza fue que el partido de Gordillo ya no tiene fuerza y que en 15 de los 31 estados del país no lograría asegurar el porcentaje mínimo de votos para salvar su registro.

En una encuesta presentada por el equipo de campaña de Peña Nieto se señala además que el magisterio está más con el PRI que con sus líderes del SNTE. Y en otro sondeo de opinión, levantado en enero por Consulta Mitofsky, se muestra que en los últimos tres meses el PANAL ha caído, ya que de un potencial electoral de 0.6 por ciento en noviembre, ahora es de 0.4%, sólo arriba de Movimiento Ciudadano, el partido fundado por el senador veracruzano Dante Delgado Rannauro, que tiene 0.3 por ciento.

Ahora la gran interrogante es qué tanto afectará o beneficiará a Peña esta ruptura con Gordillo, ya que si bien es cierto que el potencial de Nueva Alianza no le significaba al priista una alta votación a su favor, pero como adversaria quizá le puede restar más votos de los que les podría sumar como aliada.

Y si no que le pregunten a Roberto Madrazo, quien en la sucesión presidencial de 2006 comprobó que Gordillo “como amiga es imperfecta, pero como enemiga es perfecta”.

Para la lideresa del SNTE esta elección será crucial, pues sus días al frente del sindicato magisterial parecen estar contados llegue quien llegue a la Presidencia de la República. Su futuro no es nada esperanzador luego de que Peña y el PRI, quienes encabezan las encuestas, decidieron deslindarse de ella. Pero tampoco lo sería con Ernesto Cordero, Santiago Creel y Josefina Vázquez Mota, del PAN, que igualmente no quieren saber nada de ella. Y de Andrés Manuel López Obrador, el candidato de las izquierdas, el propio dirigente nacional del PANAL, Luis Castro Obregón, ya había advertido a las bases magisteriales que lo mejor era apoyar a Peña y al PRI porque si ganaba el perredista tabasqueño “las consecuencias serían fatales para todos, no sólo para Gordillo”.

Herida de muerte, ahora la lideresa del SNTE puede ser doblemente peligrosa.

CHARLESTON UNE

El que dejó la Subsecretaría de Finanzas y Planeación fue el economista Fernando Charleston Hernández, quien, según se sabe, en unos días más se inscribirá como precandidato del PRI a la diputación federal por el distrito electoral de Coatepec.

Charleston pertenece a la nueva generación de priistas que trabajan por ganar espacios en la política veracruzana. El ex funcionario de la Sefiplan ha recibido todo el apoyo del ahora precandidato del PRI al Senado, José Francisco Yunes Zorrilla, al igual que otros liderazgos de la región como el del secretario de Educación de Veracruz, Adolfo Mota, y de los alcaldes priistas que gobiernan actualmente en esa circunscripción.

Tal parece que ha quedado muy claro al interior del Revolucionario Institucional que si pretenden ganar la elección del 1 de julio deben privilegiar la unidad.

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