Ahora que se formalizó el arribo de Erick Lagos Hernández a la presidencia del CDE del PRI, y que José Francisco Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa quedaron oficialmente registrados como precandidatos al Senado de la República, en el partido tricolor todo parece ser miel sobre hojuelas.
Sin embargo, entre los grupos tradicionales de poder que cada sexenio apuntalan al Revolucionario Institucional existe una seria preocupación debido a las evidentes aspiraciones por la gubernatura de Veracruz en 2016 de ambos precandidatos a la Cámara alta del Congreso de la Unión.
De hecho, Yunes Zorrilla ya experimentó en carne propia esa máxima de que “no hay peor enemigo de un priista que otro priista”, cuando en 2006 no lo dejaron llegar al Senado de la República pese a que iba como candidato por la primera fórmula. El exalcalde de Perote y actual diputado federal con licencia por Coatepec no pudo alcanzar siquiera el escaño senatorial de primera minoría porque fue relegado hasta el tercer lugar de la votación estatal, ya que fue apabullado increíblemente en el municipio de Coatzacoalcos, donde se presume que tiene el control político el exalcalde porteño Marcelo Montiel Montiel, quien era el coordinador general de su campaña.
Además de perder las dos senadurías y la elección presidencial, en ese proceso electoral el PRI fue arrasado en 15 de los 21 distritos electorales de la entidad. Solo ganó seis diputaciones, entre ellas la de la actual alcaldesa xalapeña Eliízabeth Morales, quien también en 2010 triunfó de manera contundente en la elección municipal, aunque el candidato a gobernador Javier Duarte de Ochoa fue barrido por Miguel Ángel Yunes, del PAN.
En 2006, hubo distritos donde el partido tricolor ganó la elección de diputado federal pero Yunes Zorrilla perdió la votación. Otro de estos casos fue precisamente el distrito de Coatepec, donde Adolfo Mota Hernández, del mismo grupo político de Montiel, salió airoso de esos comicios.
¿Estaba tan mal posicionado Pepe Yunes en esa circunscripción? Es de dudarse, ya que paradójicamente tres años después, como candidato del PRI a diputado federal, el peroteño arrasó en la elección de 2009. Yunes Zorrilla fue el abanderado priista que más votos sacó en la entidad después de Javier Duarte, quien contendió por el distrito de Córdoba. Sin embargo, el de Perote fue el que obtuvo la mayor ventaja al más cercano contendiente opositor.
Lo cierto es que con ese fracaso electoral, José Francisco fue descarrilado anticipadamente de la candidatura al gobierno de la entidad en 2010.
Su nuevo compañero de fórmula al Senado de la República, Héctor Yunes Landa, quien el año pasado fue un fuerte aspirante a la gubernatura de Veracruz, también ya fue víctima de las perversidades de sus correligionarios.
En 2004 fue candidato a la diputación local por el distrito de La Antigua, pero increíblemente perdió la elección ante Francisco Fernández Morales, (a) “El Potro”, un ex activista del PAN que solo era conocido en la región de Actopan y quien de hecho ni campaña hizo.
Fernández Morales, quien actualmente está en prisión procesado por delitos contra la Comisión Federal de Electricidad, cobró notoriedad precisamente a raíz de su sorpresivo triunfo electoral contra Yunes Landa, y luego por encabezar el movimiento de resistencia civil “La Leyenda de Chucho El Roto”, que aglutina a más de diez mil familias de los municipios circunvecinos de la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde que desde hace seis años se niegan a pagar el consumo de luz a la CFE.
Héctor Yunes se reivindicó tres años después, en 2007, al ganar la elección de diputado local con la más alta votación de todo el estado. Sin embargo, no fue suficiente para ser nominado a la gubernatura en 2010.
Ahora, tanto él como Yunes Zorrilla comienzan a ser vistos hasta por la misma oposición como fuertes prospectos para la sucesión gubernamental de 2016, un factor que obviamente genera ruido y que puede representar un handicap para ambos en el proyecto inmediato de llegar a la Senaduría.

PANISTA A LA SUB

Las deserciones siguen en el PAN.
El año pasado, el diputado local por Pánuco, Ricardo García Escalante, renunció a la bancada del partido blanquiazul y se declaró “independiente” porque el proyecto era postularlo en 2012 a la diputación federal por la alianza PRI-PVEM.
Sin embargo, en el último instante, el hijo del excontralor alemanista, Ricardo García Guzmán, fue desplazado por razones de cuota de género, por lo que ahora están perfilando a la alcaldesa Zita Pazzi Maza.
Otro diputado del PAN que está por solicitar licencia a este cargo de representación popular y separarse también de Acción Nacional es el legislador federal tuxpeño Miguel Martín López, pues estaría por asumir la Dirección de Organizaciones y Partidos Políticos en lugar de José Alfredo Palma González, quien fue de los pocos colaboradores que el ex subsecretario de Gobierno, Erick Lagos Hernández, se llevó al Comité Directivo estatal del PRI.