Desde hace casi un mes, todas las señales del grupo gobernante comenzaron a apuntar hacia el subsecretario de Gobierno, Erick Lagos Hernández, para sustituir en la presidencia del CDE del PRI a Héctor Yunes Landa, quien este lunes hizo efectiva su renuncia para inscribirse en febrero próximo como precandidato al Senado de la República.
Desde entonces, un día tras otro, Lagos Hernández se dio a la tarea de autodescartarse. Todavía anteayer, al anticiparse la salida de Yunes Landa, el subsecretario fue abordado por los reporteros en los pasillos de Palacio de Gobierno, a los cuales reiteró abiertamente su desinterés por buscar la dirigencia priista.
“Tengo mucho trabajo como subsecretario de Gobierno (…) Ustedes pueden dar fe de cómo hemos estado resolviendo y manteniendo la gobernabilidad, además de cumplir con cada una de las acciones que el gobernador y el secretario de Gobierno nos han instruido”, declaró el funcionario, quien al insistírsele si le gustaría dirigir el Comité Directivo Estatal del PRI respondió de manera tajante: “¡No, yo soy subsecretario de Gobierno!”.”¿No te vas?”, le volvieron a preguntar los periodistas.“Claro que no, me quedo, yo soy subsecretario de Gobierno”, afirmó categórico.
Sin embargo, Érick Lagos parece representar una pieza estratégica en el esquema político electoral del gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien ha hecho un fuerte amarre con el candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, cuyas proyecciones como puntero de todos los aspirantes a la Presidencia de la República, espera cosechar en Veracruz cerca de dos millones de votos en julio de este año.
Ello es lo que habría hecho reconsiderar la inflexible postura que venía sosteniendo el ex diputado local de Santiago Tuxtla, quien ayer ya empezó a mostrar otra actitud más receptiva hacia las manifestaciones de apoyo de las diversas corrientes del priismo veracruzano, alentadas obviamente con la línea política de Palacio de Gobierno.
Ayer, por ejemplo, en declaraciones hechas al portal de internet “Alcalorpolitico.com” sobre las posibilidades de ocupar la dirigencia estatal del PRI, Lagos ya aceptó que como soldado de su partido está disponible para lo que se le encomiende.El subsecretario de Gobierno admitió que ha escuchado las opiniones que le favorecen, mismas que agradece y que, en caso de que lo inviten, estará abierto a las oportunidades que tenga dentro de su partido.
Pero Lagos sabe que la única invitación determinante, por su calidad de “primer priista del estado”, es la del gobernador Duarte de Ochoa, quien desde principios de diciembre de 2011 lo había venido placeando con la evidente intención de proyectarlo políticamente a esta nueva responsabilidad de tipo partidista.
El 10 de diciembre pasado, por ejemplo, fue sentado al lado de Yunes Landa en la mesa principal de la comida anual de “Vía Veracruzana” que presidió el mandatario estatal. Y tres semanas después Duarte de Ochoa lo llevó a los tradicionales Portales de Lerdo de la ciudad de Veracruz, donde el gobernador y el dirigente priista, acompañados de algunos funcionarios estatales y municipales, convivieron parte del día con motivo de las fiestas de fin de año.
Sin embargo, pese a que las señales eran claras, el subsecretario de Gobierno se rehusaba a admitirlo. “Él jefe no me ha dicho nada”, “yo voy a seguir trabajando aquí”, “para nada”, eran sus respuestas a quienes le preguntaban si sucedería a Héctor Yunes en la presidencia del CDE del PRI. Inclusive trascendió que estaba tan renuente a irse al edificio priista de la avenida Ruiz Cortines que habría sugerido a algunos compañeros de gabinete que persuadieran al gobernador para que al menos en este momento no lo mandara a la dirigencia del partido tricolor.
Esta resistencia de Lagos propició que otros funcionarios comenzaran a autopromoverse o a alentar a otros aspirantes.
El caso más reciente fue el de Francisco Mora Domínguez, exalcalde de Alto Lucero y exdiputado local por Coatepec, quien ha ocupado varios cargos en el CDE del PRI, hasta la Secretaría General.
Al ex subsecretario de Seguridad Pública y actual Notario Público de Coatepec presuntamente lo promovía el secretario de Educación de Veracruz, Adolfo Mota Hernández, razón por la que el pasado martes 3, al término de la ceremonia del retorno a clases en la que el gobernador Duarte inauguró el edificio “F” de la Telesecundaria “Belisario Domínguez”, de Xalapa, el mandatario estatal habría reconvenido a su colaborador para que dejara de promover a Mora Domínguez porque supuestamente le estaba “descuadrando” su juego para el CDE del PRI.
Y es que en el esquema del gobernante, como se confirma ahora, solo figura el subsecretario de Gobierno, quien el próximo domingo 22 sería propuesto y electo por los miembros del Consejo Político estatal.
Desde ayer, los dirigentes estatales de los sectores obrero, campesino y popular del PRI, así como los demás consejeros, ya recibieron la instrucción de apoyar a Erick Lagos.
Así que para el funcionario ya no hay vuelta atrás. Decirle “no” a su jefe a estas alturas significaría su suicidio político.
Lagos Hernández se ha sacado “la rifa del tigre”, pues estas elecciones federales serán de una alta competitividad, en las que para salir airoso requerirá no solo de sus mejores artes políticas sino contar también con excelentes candidatos a diputados y senadores; de una estructura electoral bien capacitada y pagada para que no sea cooptada por la oposición, y de suficientes recursos financieros para la operación y movilización de votantes el mero día de la elección.
Ya se verá qué tanto apoyo recibe.

CARRILLO, AL BAT

En la Subsecretaría de Gobierno, los colaboradores más cercanos de Erick Lagos ya comenzaron a empacar sus cosas personales.
El que está por llegar es José Tomás Carrillo Sánchez, ex secretario de Desarrollo Agropecuario y actual coordinador de asesores del gobernador Javier Duarte.