Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Cordero y el lobo
2012-01-18 | 21:51:44
El sábado 15 estuvo Ernesto Cordero Arroyo en Veracruz, donde el precandidato presidencial del PAN afirmó que los gobiernos estatales dejaron crecer a las organizaciones del crimen organizado.
“Nadie mejor que ustedes saben lo que es vivir bajo la amenaza, bajo el temor que el crimen y la delincuencia imponen a las familias de bien en México por los malos gobiernos que dejaron crecer y crecer a las organizaciones delictivas y a los criminales y a los delincuentes”, afirmó el precandidato favorito del presidente Felipe Calderón durante un mitin en esta entidad gobernada por el PRI.
Sin embargo, más tarde, cuando en una conferencia de prensa le preguntaron si no había sido un error de Calderón señalar el año pasado al ex gobernador Fidel Herrera como culpable del desarrollo del narco sin presentar pruebas, Cordero argumentó que al presidente no le correspondía hacerlo.
“Quien tiene que juzgar a sus gobernantes es la sociedad, son los veracruzanos los que tienen la responsabilidad de pedirle que rindan cuentas a sus gobernantes. Para eso hay instituciones y son los veracruzanos los que tendrán que exigirle a Fidel Herrera que si es o no responsable. El presidente de la República, el gobierno federal no está para ir ‘cazando brujas’ y haciendo justicia de acuerdo a lo que cada quien piensa”, respondió.
Y es que el 14 de octubre del año pasado, en el marco de un diálogo por la seguridad, el presidente Calderón aseguró que el estado de Veracruz se había dejado en manos de la organización criminal de “Los Zetas” y que el entonces gobernador Herrera Beltrán había ocultado las cifras de asesinatos y de secuestros para aparentar que en la entidad no pasaba nada.
Una semana antes de la visita de Cordero a Veracruz estuvo también en la entidad su ex compañera de gabinete, Josefina Vázquez Mota, la más fuerte aspirante a la candidatura del PAN a la Presidencia de la República.
Y aquí, la diputada federal con licencia y ex secretaria de Educación Pública y de Desarrollo Social afirmó que de llegar a la Presidencia de la República atacará a fondo el lavado de dinero y el crimen organizado, y que inclusive propondrá prisión vitalicia para los políticos y jueces que estén ligados con el narco, pues aseguró que frente a la delincuencia no habrá “complacencia ni negociación ni tregua alguna”.
No faltó quien interpretara que la declaración de Vázquez Mota hecha en territorio veracruzano habría tenido dedicatoria para el ex gobernador Fidel Herrera; sin embargo, el puyazo de la precandidata del PAN alcanzó también a Miguel Ángel Yunes Linares, con un largo y negro historial dentro del PRI, partido al que renunció apenas en 2004 y quien ahora es el principal operador político de Cordero en Veracruz.
El sábado 14, por ejemplo, Yunes Linares y sus hijos –el diputado local Fernando Yunes Márquez, aspirante del PAN al Senado de la República, y Miguel Ángel Yunes Jr., ex alcalde de Boca del Río y actual coordinador estatal del programa Oportunidades– le organizaron al ex secretario de Hacienda sendos actos en el puerto de Veracruz y Huatusco, para los que acarrearon a más de 20 mil personas.
En el debate organizado este martes 17 por el Comité Ejecutivo Nacional del PAN entre los tres aspirantes a la candidatura presidencial, Cordero presumió de ser el más preparado y pidió a sus correligionarios a no cometer el error de optar por la improvisación. Pero Cordero aparenta no saber ni de quién está rodeado.
Por ejemplo, entrevistado hace un mes por la revista “Proceso” acerca del veto impuesto por el CEN del PAN para impedir su postulación al Senado de la República por el estado de Sinaloa, el empresario Manuel Clouthier Carrillo, primogénito de Manuel Clouthier del Rincón, “Maquío”, candidato presidencial del partido blanquiazul en 1988, reprochó airadamente esta decisión que le fue notificada por la dirigencia panista el 17 de diciembre pasado.
El argumento del CEN del PAN para no otorgarle a Clouthier la “aceptación” –requisito para los aspirantes que no son militantes activos ni adherentes– es que le imputan al hijo de “Maquío” haber “agredido tanto al partido como a sus miembros y dirigentes en repetidas ocasiones, generando un daño al partido, por lo que su postulación atentaría contra el prestigio y buena fama del mismo”.
Entrevistado tres días después de conocerse este resolutivo del CEN del PAN, Clouthier declaró en tono irónico al reportero del semanario fundado por don Julio Scherer: “¡Fíjate nomás! Es decir, Fernando Larrazabal (alcalde de Monterrey) no afecta la buena fama del partido, vender quesos como su hermano tampoco, Miguel Ángel Yunes no atenta contra la buena fama del partido y los escándalos del ex secretario de la Función Pública (Salvador Vega Casillas) por su esposa no afectan”.
¿A qué se refería el comentario mordaz de Clouthier Carrillo con que Yunes Linares, el actual operador de Cordero en Veracruz, “no atenta contra la buena fama del partido”?
Eso debería investigarlo el propio precandidato del PAN apoyado por el ex priista que en Veracruz, como secretario de Gobierno (1992-1997), también dejó crecer el narcotráfico con el establecimiento de capos como Albino Quintero Meraz, “Don Beto”, quien fue aprehendido por el Ejército hasta mayo de 2002. Además, ya como funcionario de la primera administración federal panista presidida por Vicente Fox, a Yunes y sus subordinados, que tuvieron a su cargo los centros penitenciarios de alta seguridad, se les involucró también con la sospechosa fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en enero de 2001.
Y es que Clouthier aseguró que el veto del CEN del PAN en su contra se sustentó en tres notas periodísticas: una en la que criticó al ex presidente Fox y dos más en las que acusó al gobierno de Calderón de no combatir al cártel de Sinaloa que encabezan Ismael “El Mayo” Zambada y “El Chapo” Guzmán Loera, ni a la “camarilla mafiosa” del estado de Sinaloa, el principal referente del narcotráfico en México.
“El gobierno federal habla de una guerra contra el narcotráfico que en Sinaloa no se ha visto. Se ha golpeado a todos los cárteles y no ha sido proporcional con el cártel de Sinaloa.
¡Eso es evidente! ¡Y si nos preguntan a los sinaloenses es más evidente!”, declaró a la revista “Proceso” en febrero de 2010. En aquella ocasión, Clouthier acusó directamente a Calderón por no atacar la “narcopolítica” en Sinaloa: “Eso significa que nos va a costar a los sinaloenses generaciones enteras porque un cabrón irresponsable –y digo irresponsable porque es su responsabilidad– no tuvo el tamaño de hacer lo que le correspondía por mandato”.

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