Algunos líderes de grupos priistas, que obviamente se atribuyen buena parte del triunfo electoral del gobernador Javier Duarte de Ochoa en el competido proceso electoral de 2010, todavía ven con recelo al secretario general de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón.
Varios de ellos aún no digieren que un ex militante del PAN ocupe la secretaría de despacho más importante del gobierno estatal, de la cual depende el control político y la gobernabilidad del estado.
Y es que no son pocos los priistas que todavía extrañan la función metaconstitucional que tradicionalmente ejercían antaño los secretarios de Gobierno, los cuales hasta hace un par de décadas, antes de que se ciudadanizaran los órganos electorales de las entidades federativas, no solo se encargaban de operar y financiar las estructuras del partido en el poder sino que organizaban a la vez las elecciones locales.
Sin embargo, el primero que modificó este esquema fue el exgobernador Fidel Herrera Beltrán, quien en diciembre de 2004 designó sorpresivamente como secretario de Gobierno al ex alcalde de Xalapa, Reynaldo Escobar Pérez, quien provenía del partido Convergencia.
Pero lo que en su momento más se cuestionó de este inesperado nombramiento no fue el pasado convergente de Escobar sino su mala relación política y personal que mantenía con las dirigencias estatales del PAN y PRD.
No obstante, el ex gobernador Herrera lo nombró y sostuvo en el cargo los seis años de su mandato.
A diferencia de su paso fugaz en la presente administración por la Procuraduría General de Justicia del Estado, Escobar se desempeñó aparentemente mejor en la Secretaría de Gobierno pese al peculiar estilo de gobernar de Fidel Herrera.
El exalcalde xalapeño soportó regaños, desmentidos públicos y hasta una que otra humillación, pero llegó con él hasta el final de su régimen y terminó dueño de una acrecentada riqueza.
Hoy son otros tiempos y existe un nuevo estilo de gobernar, en el que Buganza parece encajar mejor en el esquema del joven gobernador Duarte de Ochoa.
Ayer, al comparecer ante los diputados de la Comisión Permanente de Gobernación de la LXII Legislatura local, el ex diputado federal, ex senador y ex candidato del PAN a gobernador dijo precisamente que esta administración no solo busca ser transparente y honesta y rendir las mejores cuentas a los veracruzanos, sino que “se trata de tener un gobierno que permita acuerdos y que trabaje bajo los ejes rectores del orden y la legalidad, actuando al margen de afiliaciones políticas”.
En resumen, un gobierno cercano a la gente, que involucre a la participación de los ciudadanos como protagonistas de la sociedad.
Buganza destacó que en Veracruz hay gobernabilidad plena porque hay una gestión de gobierno cimentada por los principios de orden y eficacia, y porque hay un gobernador que ha demostrado una postura firme, valiente y decidida para enfrentar cualquier adversidad. En su mensaje inicial, el responsable de la política interna de la entidad afirmó que mediante el diálogo, el respeto franco y la propuesta constructiva, se ha buscado fincar esa unidad que permita alcanzar nuevos acuerdos que lleve a Veracruz hacia adelante. “Con las armas de la ley, diálogo, atención y respeto de todos, con el entendimiento de todos, no hay tarea que no podamos enfrentar con éxito, de ahí la importancia de generar consensos, ser participativos, propositivos, de que el gobierno del estado sea incluyente, en pocas palabras, un gobierno diferente”, dijo Buganza.Destacó el orden que impera en la gestión estatal para colocar cada cosa en el lugar que le corresponde, para armonizar la vida pública del estado y alcanzar la prosperidad de los veracruzanos. Veracruz, sostuvo, “es un estado de libertades, donde se promueven los valores de la democracia y es una tierra de grandes demócratas y de ciudadanos decididos a hacer de la legalidad el camino para cumplir nuestros anhelos.“La tolerancia, pluralismo, igualdad, participación, libertad, garantías individuales, y diálogo, que se vive en Veracruz reflejan la gobernanza plena”, remarcó el ex panista cordobés, quien se pronunció por una “nueva definición de la oposición política en el debate público”, pues advirtió que “a nadie conviene una democracia ocasional” y que “los veracruzanos saben que es la legalidad el camino para cumplir anhelos comunes”. Y es que el secretario de Gobierno dijo que “los veracruzanos rechazan a aquellos que cabildean para frenar los cambios y que critican sin fundamentos a quienes gobiernan sin pretender participar para construir siempre algo mejor”.Buganza sostuvo que Veracruz tiene un gobierno competente, sensible a las demandas de la población y atento a sus soluciones. “Un gobierno que escucha, dialoga y que encara los problemas con la suficiente franqueza, con la determinación necesaria y se moviliza para no dar espacio al desaliento. Esta administración gobierna de la mano con la sociedad, construyendo una nueva relación de corresponsabilidad y de resultados”.Y también expresó que es un orgullo que “Veracruz cuente con una sociedad pujante, que participa y se moviliza para no dar espacio al desaliento”, tal como se reflejó en el período comprendido del 1 de diciembre de 2010 al 31 de agosto de 2011, en el que fueron atendidas 2 mil 223 manifestaciones sociales, cuyas demandas se canalizaron ante las instancias correspondientes para su atención y solución.Ayer, con las comparecencias del secretario de Gobierno y de la coordinadora general de Comunicación Social, María Gina Domínguez Colío, concluyeron las presentaciones ante el Congreso local de los miembros de primer nivel del gabinete estatal para cumplir legalmente con la glosa del primer Informe de Resultados del gobernador Duarte de Ochoa.

OBÚS CONTRA FIDEL

Primero como candidato del PRI a gobernador en 2004 y luego como titular del Poder Ejecutivo del estado, de 2005 a 2010, Fidel Herrera Beltrán enfrentó serias acusaciones de la oposición por sus presuntos vínculos con la delincuencia organizada.
Sus detractores llegaron a difamarlo como el verdadero “Z-1”, en alusión al cártel criminal arraigado en la entidad precisamente durante el sexenio pasado.
Este cabalístico martes 13, un diario de circulación nacional publicó que el ex mandatario veracruzano era investigado por sus presumibles nexos con el crimen organizado con base a declaraciones de 14 supuestos “testigos protegidos”.
Hasta ahora, todo hace suponer que la embestida contra Herrera Beltrán tendría que ver con la coyuntura del proceso electoral federal en puerta. Y es que el cuenqueño opera desde principios de octubre pasado como secretario regional del CEN del PRI en los estados de Coahuila, Durango, Nuevo León y Tamaulipas.
Todo parece indicar que una vez derribado Humberto Moreira de la presidencia del CEN del PRI por el escándalo de la mega deuda pública que dejó en el gobierno de Coahuila, el linchamiento mediático para bajar al precandidato presidencial Enrique Peña Nieto del liderazgo de las encuestas se dirigirá a continuación contra los ex gobernadores priistas más vulnerables: el veracruzano Fidel Herrera, el oaxaqueño Ulises Ruiz, y el poblano Mario Marín, quienes además enfrentan al interior de su propio partido fuertes resistencias porque aparentemente se quieren erigir en los grandes electores de los candidatos del Revolucionario Institucional a la diputación federal y al Senado de la República, o al menos ejercer en algunos casos su derecho de veto.