Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Pugna priista
2011-12-11 | 21:02:03
Este sábado 10, además de que no llegó el gobernador Javier Duarte debido a que por las malas condiciones climatológicas no pudo despegar su aeronave del aeropuerto El Lencero, al primer informe de resultados del alcalde de Poza Rica, Alfredo Gándara Andrade, tampoco asistieron los dos diputados federales del PRI muy vinculados al municipio pozarricense: Juan Nicolás Callejas Arroyo y Sergio Lorenzo Quiroz Cruz.
Así que ambos enviaron a sus representantes personales. El profesor Callejas Arroyo, actual coordinador de los diputados federales veracruzanos del PRI y uno de los aspirantes priistas al Senado de la República, mandó al ex dirigente de la Sección 32 del SNTE, Gaudencio Hernández Burgos, mientras que el guía moral de los petroleros de Poza Rica envió a Jorge del Ángel Acosta, secretario general de la Sección 30 del sindicato de Pemex.
Lo interesante de esta situación es que ambos representantes aspiran a la candidatura del PRI a la diputación federal, por lo que cada uno llevó su propia porra y ocuparon un sitio privilegiado en la primera fila de invitados especiales al informe del alcalde Gándara, quien los distinguió públicamente sin hacer menos a ninguno de los dos.
Esta pugna entre dichos grupos de poder seguramente coloca en una situación incómoda al gobernador Duarte, pues como líder nato del priismo veracruzano le corresponderá opinar e inclinar la balanza hacia uno de los dos lados a la hora de la designación de los candidatos de su partido.
El problema es que desde la construcción de su candidatura al gobierno del estado, Duarte de Ochoa estableció fuertes alianzas con los dos gremios a los cuales pertenecen el ex dirigente de la Sección 32 del SNTE y el secretario general de la Sección 30 del sindicato petrolero.
En el entorno más cercano al mandatario estatal, se comenta que la instrucción que ha dado Duarte de Ochoa a sus operadores políticos es que se postulará a los priistas que tengan un perfil ganador, aquellos que obviamente resulten mejor posicionados en las encuestas sobre las preferencias electorales.
Pero el escenario parece complicarse en el distrito de Poza Rica debido a que presuntamente ni el profesor Hernández Burgos ni el líder petrolero Del Ángel Acosta han logrado levantar una contundente ventaja en los sondeos de opinión.
Habrá que ver cuál es el desenlace de esta pugna al interior del PRI, pues cualquiera que sea la definición podría generar fisuras en la unidad del Revolucionario Institucional y poner en riesgo el triunfo del partido tricolor en este distrito electoral.
Y es que el sindicato petrolero no quiere perder esta posición en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión que actualmente detenta Sergio Lorenzo Quiroz, pese a que ya tendrían virtualmente “amarrado” el distrito de Minatitlán, lo que obligó a disciplinar al diputado local Flavino Ríos Alvarado, mismo a quien le imputan haber dividido a la CNOP regional y “acelerar” al alcalde de Las Choapas, Renato Tronco, para que solicitara licencia para separarse del cargo a fin de buscar dizque la candidatura priista a la diputación federal.
Pero en la cúpula de la Sección 32 del SNTE tampoco quieren ceder y dan como un hecho la imposición de su ex dirigente debido a un presunto acuerdo entre su guía moral Callejas Arroyo y el gobernador Duarte, no obstante que este sindicato magisterial obtendrá otras nominaciones a través del Partido Nueva Alianza por su coalición con el PRI.
Quizá este conflicto de intereses sea salvado si Juan Nicolás Callejas es finalmente postulado al Senado de la República.

APOZARRICADO
Alfredo Gándara Andrade es de los pocos comunicadores que han logrado triunfar en la política local.
Egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, Gándara ejerció algunos años el periodismo y luego incursionó en la administración pública de su municipio natal, donde comenzó en el trienio 1994-1997 como secretario del Ayuntamiento de Poza Rica, presidido entonces por el arquitecto Enrique Basáñez Travethán.
En 1997, al ser postulado Basáñez a la diputación federal, Gándara fue considerado en Palacio de Gobierno de Xalapa para cerrar los seis meses de esa administración municipal como alcalde sustituto. Sin embargo, una jugarreta del caprichoso destino impidió de última hora su arribo a la alcaldía en esa ocasión.
Sin embargo, Gándara no desesperó ni claudicó. Posteriormente se fue a Xalapa donde colaboró profesionalmente en el área de prensa del CDE del PRI al lado de dos irreconciliables enemigos: Miguel Ángel Yunes Linares y Fidel Herrera Beltrán.
Su cercanía con Herrera le representó en su momento acoso político cuando el entonces senador de la República, repudiado por los funcionarios que se consideraban legítimos herederos del régimen alemanista, comenzó a construir desde el año 2001 su candidatura a gobernador para la sucesión estatal de 2004.
Gándara, operando desde un modesto cargo en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, aguantó vara. Fidel se lo reconoció primero en su campaña y luego al inicio de su administración nombrándolo coordinador general de Comunicación Social del gobierno del estado.
Desde la primera sucesión municipal del régimen fidelista, en 2007, Gándara buscó ser nominado a la alcaldía pozarricense, pero se le atravesó el diputado federal Pablo Anaya Rivera, actual secretario de Salud.
Se disciplinó. Pero en 2010 lo volvió a intentar y entonces sí lo logró pese a las intrigas de algunos asesores políticos del candidato priista a gobernador que aseguraban que las encuestas le eran desfavorables. Pese a esos pronósticos negativos, Gándara arrasó y contribuyó al contundente triunfo de Duarte en ese complicado municipio.
Este sábado 10, el ex vocero del gobierno estatal rindió su primer informe de resultados. No pudo asistir el gobernador por las malas condiciones climáticas, pero el mandatario veracruzano estuvo muy presente en el mensaje del alcalde.
Gándara dio cuenta de todo lo realizado en estos primeros once meses de su administración municipal. Obras y hechos que son avalados por la ciudadanía pozarricense, como los taxistas y meseros de restaurantes, que confirman que en la Petrópolis ha vuelto a restablecerse la seguridad pública, que han sido pavimentadas varias calles, techado canchas y mejorado los planteles educativos, que se están dragando y saneando los arroyos contaminados que cruzan por la ciudad, que hay mejor iluminación y servicio de limpia pública, etcétera, etcétera, etcétera.
Y eso que las circunstancias financieras del gobierno del estado y del ayuntamiento no han sido las más óptimas este año. Pero su gente se lo reconoce: “El señor Gándara está trabajando, le está echando muchas ganas…”, nos dicen.

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