El pasado viernes 18 de noviembre, al mediodía, justo cuando comparecía ante el Congreso local el secretario de Seguridad Pública del estado, Arturo Bermúdez Zurita, con motivo de la glosa del primer Informe de Gobierno, hubo un operativo policiaco contra un grupo de delincuentes en la zona de Briones, en la antigua carretera de Xalapa a Coatepec.
El incidente causó un gran impacto porque inicialmente corrió la versión de que el enfrentamiento a tiros había ocurrido en las inmediaciones del Colegio Las Hayas a donde asisten los hijos del gobernador Javier Duarte de Ochoa; rumor que dio pie a otras especulaciones por el despliegue policiaco reforzado desde la sede del Palacio Legislativo, en cuyos jardines tuvo que aterrizar de emergencia un helicóptero para trasladar a la zona del conflicto al general Domiro García Reyes, director de Operaciones de la SSP estatal.
Ahora ha quedado claro que no se trató de un comando del crimen organizado que supuestamente pretendía atentar contra los hijos del mandatario veracruzano, sino que eran cuatro delincuentes que habían “levantado” a un personaje con un largo historial delictivo.
Efectivamente, en la carretera antigua a Coatepec se toparon con patrullas de SSP del estado y con el personal de seguridad de la familia del gobernador, a los cuales se les hicieron sospechosos y les marcaron el alto. Como no quisieron detenerse abrieron fuego contra las fuerzas del orden. Al final, con el apoyo del Ejército, la policía del estado abatió a los delincuentes.
La quinta persona que iba en el interior del vehículo y que supuestamente la llevaban secuestrada, resultó levemente herida por una bala perdida en el fuego cruzado.
Este sujeto fue internado en un hospital público de Xalapa, donde según la versión que dio al personal médico, se trataba de un “ganadero” que había sido secuestrado por los presuntos miembros del cártel de Los Zetas.
Sin embargo, trascendió que luego quiso hacer uso de su supuesta influencia, al vociferar que se trataba de un sobrino del procurador Amadeo Flores Espinosa, el cual, al enterarse de lo dicho, ordenó de manera tajante que se le arraigara legalmente hasta que se esclareciera plenamente su participación en estos hechos.
Según ha trascendido, este quinto pasajero del vehículo rafagueado en la carretera de Briones sería Ignacio Arturo Ramírez Villalba, quien en otras ocasiones se ha identificado también como “Esteban Hernández Sosa”, “Manuel Sosa Morales” y “Edgar Ramírez Espinosa”.
Ramírez Villalba, quien presumiblemente es sobrino político del procurador Flores Espinosa y primo de Amadeo Flores Villalba, coordinador de Asuntos Legales y jefe de la Unidad de Acceso a la Información Pública de la Oficina del gobernador Duarte de Ochoa, tiene en su haber varios ingresos al penal de Pacho Viejo, ya que en su historial delictivo figura como cabecilla de una banda implicada en robo de automóviles, de ganado vacuno, a casas habitación y comercios establecidos, principalmente a boutiques y tiendas de telefonía celular.
Como indiciado pisó por primera vez los separos policiacos el 9 de mayo de 2007, cuando fue detenido en una casa de seguridad ubicada en la calle Progreso Macuiltépec, de la colonia Belisario Domínguez, que comunica a la parte trasera de la vivienda de su padres.Posteriormente Ramírez Villalba fue detenido el 4 de febrero de 2009 por el delito de abigeato, pero obtuvo su libertad de forma inmediata. Nueve días después, fue capturado nuevamente en el Fraccionamiento Las Ánimas, luego de que los vecinos reportaron a la policía la presencia de una sospechosa camioneta con placas sobrepuestas. Elementos de la Agencia Veracruzana de Investigaciones detectaron una camioneta marca Nissan tipo Armada, con placas de circulación YET-1210 del estado. Al verificar los agentes las placas de la unidad en el Padrón de Vehículos Robados, descubrieron que las placas de circulación pertenecían a un automóvil Nissan tipo Sentra. Los elementos de la AVI, apoyados por uniformados de la Policía Intermunicipal, le marcaron el alto al conductor pero éste hizo caso omiso e intentó darse a la fuga, pero fue detenido cerca de la iglesia ubicada en la avenida Las Palmas de ese fraccionamiento.De la unidad descendió una joven mujer, además de Ramírez Villalba, quien entonces tenía 26 años de edad, el cual dijo ser comerciante y propietario de una lavandería en el poblado de Palma Sola.En esa ocasión se le relacionó con la banda de “Los Rolex”, cuyos integrantes estuvieron operando en centros comerciales de Xalapa, Veracruz, Coatzacoalcos, Córdoba y Boca del Río, donde atracaban joyerías y despojaban a las víctimas de los relojes de esa cotizada marca.En mayo de 2009 se le volvió a detener por el presunto delito de abigeato en agravio de Miguel López Sánchez. Esa vez se identificó con el nombre de “Edgar Ramírez Espinosa”, razón por la que sus captores no le encontraron antecedentes delictivos.
El caso de este sobrino político incómodo fue difundido a mediados de octubre de este año por los detractores políticos de Amadeo Flores Espinosa para cuestionar su anunciado nombramiento como procurador general de Justicia del estado. Sin embargo, el 18 de ese mes, los diputados de todas las fuerzas políticas representadas ante la LXII Legislatura local aprobaron por unanimidad su designación como titular de la PGJE.
Tres días antes de la ratificación de Flores Espinosa por el Congreso del estado, el diputado panista Francisco Javier Lara Arano, presidente de la Comisión Permanente de Seguridad Pública, dio su voto de confianza al diputado federal con licencia para que fuese nombrado como procurador.
“En Acción Nacional consideramos que si algo requiere Veracruz es un abogado, pero un abogado para los veracruzanos y no para proteger a los amigos, por lo que damos nuestro voto de confianza a Flores Espinosa”, declaró Lara Arano, quien afirmó que conocía muy poco a Amadeo pero aseguró que no es una persona improvisada y sabe el paquete que recibe como Fiscal del estado. Y al ser cuestionado sobre este sobrino incómodo del funcionario estatal, el legislador del PAN dijo que “no se puede descalificar el trabajo de Flores Espinosa por su parentesco sanguíneo”. Lara deslindó a Amadeo al argumentar que aún no era ratificado como procurador y que al que se le estaba juzgando era a su sobrino, contra el cual debía procederse penalmente si la Procuraduría corroboraba sus vínculos con la delincuencia.
Este lunes 28 de noviembre, al comparecer ante la Comisión de Procuración de Justicia de la LXII Legislatura estatal, Amadeo Flores reiteró que “en Veracruz no hay cabida para la corrupción, así que trabajamos por una procuración de justicia eficaz, sirviendo a los veracruzanos con respeto a las garantías individuales en imparcialidad y firmeza en el cumplimiento de la ley”.
Flores Espinosa dijo que la procuración de justicia es una función sustantiva del gobierno de Javier Duarte y un derecho que debe tutelar a todos los veracruzanos, “por lo que todos los servidores públicos están sometidos a una permanente evaluación”.
Así mismo, ratificó su compromiso de que la actuación de la PGJE se regirá por los principios de buena fe, legalidad, honradez, objetividad, imparcialidad, eficiencia, profesionalismo, indivisibilidad, jerarquía y autonomía en sus funciones.