La tarde de este sábado 19, el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán fue visto elegantemente vestido en el centro de la ciudad de Querétaro.
Feliz y relajado, el ex mandatario veracruzano caminaba de la mano de su esposa, Rosita Borunda de Herrera, quien también iba muy bien ataviada.
Herrera Beltrán parece haber decidido quemar sus naves en Veracruz, pues el pasado martes 15 decidió no asistir al primer Informe de Gobierno de su sucesor Javier Duarte de Ochoa.
El único ex gobernador que sí estuvo presente fue don Miguel Alemán Velazco, a quien Duarte de Ochoa agradeció su presencia.
A Herrera no se le ha vuelto a ver públicamente en la entidad desde principios de febrero de este año, cuando junto con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari acudió a las fiestas de La Candelaria, en Tlacotalpan.
Y difícilmente se le volverá a ver por estos lares antes de julio de 2012, pues actualmente cumple con la encomienda de operar como secretario regional del CEN del PRI en los estados de Durango, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
El cuenqueño ayuda mucho al gobernador Duarte en no aparecerse más por Veracruz, pues su sola mención genera urticaria a sus más enconados enemigos políticos.
En un principio, sus personeros llegaron a propalar que Herrera podría ser postulado por el PRI a una de las dos candidaturas de mayoría relativa al Senado de la República.
La versión se tomó como una broma anticipada del 28 de diciembre, día en que la Iglesia Católica conmemora a los Santos Inocentes.
Y es que ni al gobernador Duarte, ni al PRI y mucho menos a su virtual candidato presidencial, Enrique Peña Nieto, les conviene postular al ex mandatario veracruzano viendo el vendaval que sortea actualmente el dirigente nacional priista Humberto Moreira por el escándalo de la megadeuda pública de 34 mil millones de pesos que dejó en el gobierno de Coahuila.
En el bunker tricolor del ex gobernador del Estado de México tienen detectada una ruda campaña mediática que están por reactivar en contra de líderes y candidatos al Senado de la República del Revolucionario Institucional, algunos de los cuales inclusive podrían recibir inhabilitaciones administrativas o ser procesados penalmente por las instancias respectivas del gobierno federal.
La reacción del binomio PAN-Federación es más que lógica en la feroz disputa electoral que se avecina, ya que no solo están resentidos por la afrenta recién vivida en las elecciones de gobernador de Michoacán –donde el PRI hizo morder el polvo a la hermana mayor del presidente Felipe Calderón Hinojosa–, sino que en el escenario actual de la sucesión presidencial de 2012 el partido blanquiazul va muy rezagado de Peña Nieto en la preferencias electorales.
En el estado de Puebla, por ejemplo, ha trascendido un escándalo que seguramente va a repercutir en Veracruz.
En la Angelópolis corre la versión acerca de que el ex candidato del PRI a gobernador, Javier López Zavala, oriundo de Chiapas, estaría por ser inhabilitado por parte de la Secretaría de la Función Pública para ocupar cualquier cargo administrativo.
López Zavala, conocido popularmente entre los poblanos como “El Chavelo”, es una de las cartas fuertes del PRI para el Senado de la República.
Este proceso administrativo se le habría iniciado al ex candidato priista en junio de 2010, precisamente en pleno proceso electoral por la gubernatura del estado de Puebla.
En esa ocasión, el entonces presidente del CEN del PAN, César Nava, entregó a los medios de comunicación documentos hacendarios y del Registro Público que presuntamente comprobaban la existencia de 26 propiedades a nombre del abanderado priista, pues según acusó el dirigente nacional del partido blanquiazul, López Zavala mantenía en secreto la compra de terrenos por una superficie superior a un millón ochocientos mil metros cuadrados en los estados de Veracruz y Puebla.
Derivado de las acusaciones efectuadas por Nava y su publicación en diferentes medios de comunicación, se iniciaron por ley, de manera oficiosa, diferentes indagatorias por los delitos de enriquecimiento ilícito y evasión fiscal, los cuales se desarrollaron de manera regular por las dependencias federales encargadas de las mismas. Sin embargo, existió también otra denuncia que en su momento fue presentada ante la Secretaría de la Función Pública, sustentada en las presuntas irregularidades detectadas en el manejo de recursos federales que en su momento se le imputaron a López Zavala cuando estuvo al frente de la Secretaría de Desarrollo Social en la administración del gobernador poblano Mario Marín, proceso administrativo que estaría por concluir con la inhabilitación del aspirante a senador hasta por diez años para ejercer algún cargo público y efectuar el pago de una cuantiosa multa.
Aún está por verse cuál será el costo político real para el PRI y Peña Nieto de este nuevo escándalo en Puebla, pues en la reciente elección de gobernador de Michoacán, el Revolucionario Institucional y su candidato Fausto Vallejo lograron salir airosos pese al linchamiento mediático del dirigente nacional Humberto Moreira por su desastrosa administración en Coahuila.
Pero Moreira, durante el último tramo del proceso electoral, no se le volvió a ver públicamente por tierras purépechas hasta la noche de la elección en que las encuestas de salida daban como virtual triunfador al priista Vallejo, quien sacó un apretado triunfo de 2.7 puntos porcentuales al PAN pese a que 8 de cada 10 michoacanos encuestados se habían manifestado previamente a favor de la alternancia en el poder local que mantenía el PRD desde el año 2002.
¿Les alcanzarán a Peña Nieto y al PRI, en el 2012, la ventaja en las preferencias electorales que actualmente les acreditan la mayoría de las encuestas, para sostener a Moreira en la presidencia del CEN del PRI y postular a candidatos desprestigiados como López Zavala en Puebla?
Por eso, el ex gobernador Fidel Herrera hace bien en no presentarse públicamente por el momento en Veracruz ni padecer calenturas que ya sudó.
El gobernador Javier Duarte y los candidatos de su partido mucho se lo agradecerán.

EDIL MADRUGADOR

En el primer círculo de toma de decisiones de Veracruz no gustó el protagonismo que un alcalde de la zona norte del estado desplegó la semana pasada, cuando se realizó el primer Informe de Gobierno de Javier Duarte de Ochoa.
Y es que el alcalde de militancia priista se autodestapó como el “favorito” para suceder a Duarte, aún cuando apenas ha transcurrido un año de la gestión del mandatario.
No faltó quien lo considera como una falta de respeto a la clase gobernante en turno, sobre todo por los retos que se han enfrentado y porque aún faltan varios años para que se tomen decisiones de esa índole en Veracruz.
El alcalde, en su nerviosismo, olvidó que todos los reflectores tras un informe del Ejecutivo estatal son para una sola persona y nadie más. Olvidarlo resulta fatal.
Ahora sí que no por mucho madrugar… amanece más temprano.