Aunque en realidad no fue una sorpresa, pero la definición de Andrés Manuel López Obrador como el virtual candidato presidencial del PRD y demás partidos de izquierda debió prender por lo menos los focos amarillos en las otras dos fuerzas políticas mayoritarias que disputarán la Presidencia de la República en el 2012.
Y es que todavía muchos de los detractores del perredista tabasqueño minimizan sus posibilidades reales de ganar la elección presidencial de julio del año entrante, pero lo cierto es que López Obrador ha estado avanzando en la construcción de esta nueva candidatura que la ha venido consolidando desde hace cinco años a pesar de la cerrazón y linchamiento de los medios de comunicación afines al calderonismo y a otros intereses oligárquicos.
Sin embargo, este martes 15, Andrés Manuel dio otra muestra más de sus avances, pues para decepción de sus enemigos que anticipaban un escenario rupturista ante las aspiraciones presidenciales del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, éste terminó por aceptar que las encuestas le eran desfavorables y públicamente se sumó al proyecto de López Obrador –”Ebrador”, habría que decirle ahora–, a quien propuso conciliar a las diversas facciones perredistas y convocar a organizaciones sociales y a ciudadanos sin partido para conformar un Frente Amplio Progresista.
Además de la estructura territorial que ha ido formando a través de su Movimiento de Renovación Nacional (Morena), que pretende llegar a 4 millones de seguidores y activistas que por su manifiesta lealtad serían los más entusiastas promotores de su candidatura y representantes en las mesas de votación durante la jornada electoral, Andrés Manuel ha conseguido también romper los primeros cercos informativos y despertar la simpatía de prominentes empresarios de Monterrey que inclusive están patrocinando algunos portales de internet como el www.despiertamexico.org, en el que figuran las reseñas del encuentro que hace un par de meses sostuvo el aspirante presidencial del PRD, PT y Movimiento Ciudadano con casi un millar de miembros de la iniciativa privada de Nuevo León.
Se relata, por ejemplo, que el empresario “Fernando Turner tomó el micrófono para describir a Andrés Manuel como un ‘líder transformacional’ y lanzar un reto a la audiencia: ‘Hay que salir de nuestra zona de confort y asumir nuestro liderazgo’. Por otro lado, explicó que se suma al proyecto de López Obrador por sus ideas económicas y dijo: ‘Nos hemos encontrado con autismo cuando hemos propuesto un cambio económico a las autoridades actuales’”.
Por su parte, se consigna también en dicho portal digital que otro connotado empresario, Alfonso Romo, “causó revuelo al declarar su postura a favor de Andrés Manuel: ‘Todo lo que hicimos en los últimos 70 años no funciona y en los recientes 10 años lo único que se ha hecho es incrementar la desigualdad social’ destacó Romo, invitando a los asistentes a buscar un cambio real con impacto social, subrayando que solo Andrés Manuel puede lograr la transformación que necesitamos en México”.
También se reproduce una entrevista realizada a López Obrador el 9 de octubre por Ernesto Núñez, quien reseña que Andrés Manuel se detiene “cuando está a punto de pronunciar las palabras ‘mafia del poder’. Él mismo informa que sus amigos le han recomendado dejar de decir eso que tanto molesta a algunos, y usa la expresión ‘élite en el poder’ para referirse a los poderes que, según él, ahora tienen como objetivo llevar a Enrique Peña a la Presidencia”.
Núñez anota que “López Obrador ha intensificado sus reuniones con empresarios, prepara dos viajes al extranjero (Estados Unidos y España, que realizó a principios de octubre) y ha moderado su discurso. Advierte que actuaría con responsabilidad y firmeza en contra de los privilegios, las exenciones fiscales, la corrupción y los monopolios, pero ofrece hacerlo sin arbitrariedades. El dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional dice que es posible que el Ejército regrese a sus cuarteles en el primer año del sexenio.”
Según su entrevistador, López Obrador explica que está hablando con todos para demostrar que no es como lo pintan.
Y hace una interesante observación: dice que en casi una hora de entrevista, Andrés Manuel no menciona el fraude electoral del 2006 y apenas habla de Felipe Calderón, a quien ofrece incluso que, en la revisión de este sexenio, actuaría con justicia, pero no con venganza.
A López Obrador, entonces, no habría que subestimarlo, pues si bien es cierto que actualmente la mayoría de las encuestas no le favorecen, las mediciones más certeras se darán en cuanto estén definidos oficialmente los candidatos de los otros dos partidos mayoritarios y arranquen de manera formal sus campañas.
No hay que olvidar, por ejemplo, que precisamente hace seis años Andrés Manuel inició su campaña con 20 puntos de ventaja sobre el priista Roberto Madrazo Pintado, quien al principio estaba posicionado en segundo lugar, pero al final el candidato que fue declarado ganador de la elección fue Felipe Calderón Hinojosa, del PAN, con una apretadísima ventaja de 0.56 por ciento sobre López Obrador.
Además, en este país marcado por la tragedia desde la sucesión presidencial de 1994, quién sabe qué otros sucesos puedan ocurrir de aquí a la elección del año entrante.
Por ejemplo, ha despertado suspicacias la condición que pretende imponer la dirigencia nacional de Nueva Alianza para concretar una coalición electoral con el PRI que debe registrarse ante el Instituto Federal Electoral a más tardar este viernes 18.
Y es que según ha trascendido, el Panal exige la inclusión de una “cláusula de escape” para condicionar su participación en la postulación de un candidato en específico.
En conferencia de prensa, el presidente del Panal, Luis Castro, declaró anteayer que ellos están exigiendo la posibilidad de salirse de la coalición en caso de que el PRI llegara a postular a otro candidato que no sea el que les ha pedido expresamente ser su abanderado, que obvio es Enrique Peña Nieto, quien se ha pronunciado a favor de que su partido concrete una coalición con el de la profesora Elba Esther Gordillo para ser mucho más competitivos en la elección de 2012.
El ex gobernador del Estado de México es, además, el aspirante priista que puntea en todas las encuestas, sacándole una amplia ventaja al senador Manlio Fabio Beltrones, a quien la profesora Gordillo ha declarado públicamente como el “enemigo número uno del SNTE”.
Entonces, ¿si según todos los sondeos, Beltrones no tiene la mínima posibilidad de arrebatarle la candidatura del PRI a Peña Nieto, por qué el Panal está exigiendo incluir en el convenio de coalición una “cláusula política de escape” en caso de que el Revolucionario Institucional termine postulando a otro candidato que no es de sus simpatías?
¿Qué huelen o qué intuyen que pudiera ocurrir antes de las elecciones presidenciales de julio de 2012?